lvi. El legado de Magnus Bane.

2.4K 280 97
                                    

Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.





Es el verano de 1977. Severus asiste al famoso baile de solsticio de verano de los Malfoy con Regulus por primera vez. Lucius está cortejando abiertamente a Narcissa y ambos parecen radiantes. Lucius tiene veintitrés años y se está estableciendo como el nuevo joven y vibrante Lord Malfoy. Está bailando una línea cuidadosa con el nuevo ministro y Lord Gaunt y Severus observa con admiración cómo Lucius entretiene al Ministro Minchum con un giro y al Señor Oscuro con el otro. Lord Gaunt lleva una impresionante túnica negra y verde y sus delatores ojos ensangrentados están ocultos por un glamour. Severus no puede evitar que sus ojos sigan al hombre, percibiendo de la manera que Eileen le enseñó, que el poder irradia de él. El tipo de poder que Severus siempre ha anhelado.

"Oh, por supuesto, está aquí", murmura Regulus en su bebida, Rodando sus ojos oscuros.

"¿Quién?" pregunta Severus, con los ojos aun siguiendo al Señor Oscuro. Es una reunión extraña, piensa, tener al Ministro de Magia, que se opone a las acciones del llamado Lord Voldemort, bebiendo champán al sol a menos de tres metros del hombre responsable de ellas. Por eso Lucius está hecho para la política y Severus no. No entiende cómo funciona la guerra a gran escala, de la forma que permite a dos jefes de ejércitos sonreírse ante un pudin de verano y enviar a Aurores y Mortífagos a luchar a sus espaldas. Sin embargo, Lucius dice que el Señor Tenebroso lo quiere y Severus quiere ganar de una vez. Ha perdido a Lily a manos de Potter. Ha perdido a Remus a manos de Black. Ha perdido a su madre y ahora todo lo que tiene en el mundo es un padre que desearía que estuviera muerto. Todo lo que tiene es Regulus y no lo perderá.

"Mi hermano", refunfuña Regulus. Severus sigue la mirada de Regulus y frunce el ceño cuando ve a Black nada menos que con Potter, charlando con un famoso auror, Rufus Scrimgeour, y un hermoso asiático de pelo azul que Severus no conoce.

"Chismorreando con los aurores, por supuesto", murmura Severus. "Igual que Potter".

"Sí, bueno, mi hermano no planea su vida", Regulus toma un fuerte sorbo de champán. "Simplemente sigue a Potter allá donde vaya".

"¿Y los trajo aquí?" murmura Severus. "No me imagino que Lucius los haya invitado".

"Es porque Magnus está visitando a mi padre", resopla Regulus en su vaso. "No puede resistirse a Magnus Bane".

"¿Quién es ese?" Pregunta Severus.

"El hombre con el que están hablando", suspira Regulus con algo que Severus piensa, celosamente, que podría ser anhelo. "Es un amigo de la familia. A Sirius le gusta desde los doce años".

"¿De verdad?" Severus mira la cara de Magnus Bane, la forma en que frunce el ceño de forma ligeramente inquisitiva, su absurda vestimenta que rivalizaría con la del director. "¿Por qué?"

"¿Por qué?" repite Regulus, levantando una ceja oscura. "Sólo míralo".

Severus se queda mirando al apuesto hombre de huesos finos que Black mira como si fuera una delicia y al que Regulus mira con la misma e irritante admiración con la que mira a Barty Crouch. Severus decide, en ese momento, que odia a Magnus Bane.



"Severus", dice Magnus, adelantándose de esa manera irritantemente feérica que hace con su molesta sonrisa permanentemente. "Qué bueno verte de nuevo. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Veinte años?"

The Heir to the House of Prince | TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora