Trampa Maldita (Suga - BTS)

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Estaba acostada en la cama cuando entró YoonGi a mi habitación, sin verlo le pedí que me dejara sola, pero él no quiso y se acercó a la cama.
-Oye, te traje un caramelo. - lo colocó delante de mí.
-No lo quiero, tampoco te quiero ver a ti. - me senté - Llévame de vuelta al orfanato.
-¿Por qué quieres ir a ese lugar tan feo? Aquí estás cómoda, tienes lo que deseas y nos tienes a Mirna y a mí.
-Ustedes solo me quieren para ganar dinero, jamás tendré amor o atención de verdad, solo dinero y si es que me dejan aquí con ustedes cuando lo ganen.
-Te dije que no te adoptamos por dinero, ¿Acaso no sabes que soy empresario? Tengo dinero sin la ayuda de nadie desde hace mucho tiempo. - me convenció en ese momento, pero no del todo.
-¿No mientes? - negó.
-_____, jamás te haría daño.  - tomó mis manos - Te vamos a querer mucho, te lo prometo.
-Espero poder quererlos igual a ustedes. - sonreí.
-Ve a dormir, mañana tenemos que hacer algunas cosas y debes estar presente.
-¿Qué cosas van a hacer?
-Te llevaremos con los padres de Mirna, ellos deben conocerte para que sepan que ahora tiene una nieta.
-Eso de conocer a todos no me gusta, ¿Por qué mejor no hacemos una videollamada y listo?
-Es buena idea, lo hablaré con Mirna.
-Está bien.

Esa noche no pude dormir, estaba algo tensa, también extrañaba a SooHwan, quién siempre estaba conmigo cuando no podía dormir.
-Iré a comer algo. - decidí salir de mi habitación, caminando lentamente por el pasillo, escuché gemidos en la habitación de Suga y Mirna, eso me causó risa, la cual aguante hasta llegar a la cocina.
Había toda clase de cosas para comer, pero no sabía que tomar, así que solo me serví un vaso de leche y luego me senté en el comedor. Mi teléfono estaba delante de mí, iba a tomarlo para ver la hora cuando escuché pasos venir hacia mí, miré y era Suga, venía sin camisa y todo despeinado.
-¿Qué haces despierta? - se acercó al refrigerador.
-No puedo dormir. - dirigí la mirada al vaso, me sentía incómoda.
-¿Desde cuándo estás aquí?
-Tres a cuatro minutos.
-Oh... - se puso rojo, sabía que lo había escuchado casi todo.
-Me voy a dormir, ¡descansa! - me levanté de la silla y con el vaso me fui a mi habitación.

Desayunando en la mañana, Suga fue por su teléfono a su habitación, Mirna en ese momento en el que nos quedamos solas, tomó mi mano con fuerza y comenzó a amenazarme.
-Me dijo mi esposo que nos escuchaste anoche cuando estábamos en nuestra intimidad. Déjame decirte una cosa, no salgas de tu habitación luego de la hora de dormir o te juro que te vas a ir de aquí de inmediato.
-Entiendo. - alejé mi mano de ella, la estaba lastimando.
-¿Qué pasa? - Suga vio todo - ¿Por qué la estabas lastimando?
-Ella fue mal educada conmigo. - Mirna se hizo la víctima.
-¿Qué le dijiste? - ahora Suga estaba siendo rudo conmigo.
-Nada. - me defendí.
-No mientas. - Mirna por primera vez me ponía una mano encima - ¿Estás diciendo que soy una mentirosa?
-Mirna, ya es suficiente. - Suga la apartó de mí - Vamos a qué te relajes.

Me encerré en mi habitación muy molesta, esa gente me había adoptado por dinero y ahora que lo habían logrado me estaban mostrando su verdadera cara. Aunque no me lo habían dicho, sabía que pronto me iban a echar a la calle, así que decidí irme antes de que lo hicieran, no iba a aguantar sus golpes hasta que a ellos les diera la gana de dejarme ir.
Tome las cosas que había traído del orfanato y en silencio comencé a caminar hacia la sala, lugar en el que Suga y yo nos volvimos a encontrar.
-¿A dónde vas? - se sorprendió al verme.
-Me voy al orfanato. - comencé a llorar por el enojo que llevaba dentro.
-¿Te vas por un golpe?
-Es un golpe que me dieron injustamente, no hice nada para molestarla. - me acerque a la puerta - Ya van a tener su dinero, ya me puedo ir, no tengo que quedarme y seguir aguantando sus golpes.
-No te adoptamos por dinero, ¡entiende!
-Claro que sí lo hicieron por dinero, pero vas a ver qué tan pronto salga de esta casa, tu padre lo va a saber todo gracias a tu esposa que no sabe controlar su boca ni sus impulsos. - abrí la puerta, Suga rápidamente se acercó a esta y de un golpe la volvió a cerrar.
-______, quédate, yo mismo te voy a demostrar que te quiero como padre y que si te abrí las puertas de mi hogar fue para darte lo que mereces.
-Eso te va a costar, porque yo sé tu secreto, tramposo.

...