Trampa Maldita (Suga - BTS)

11

Por primera vez en la vida me coloqué un bañador, me sentía llena de inseguridad, pero aún así decidí perder el miedo y salir a la piscina junto a Suga, quién me estaba esperando en la sala con su pantalón playero.
-Ya estoy lista. - dije tímida.
-¡_____, que bien te ves! - dijo lleno de asombro.
-No me digas eso, me siento avergonzada.
-Está bien, no lo vuelvo a decir, pero es la verdad.

Juntos llegamos a la piscina, la cual estaba justo detrás de la casa, era grande y estaba completamente expuesta al sol.
No podía esperar y me lance al agua, sabía nadar porque en la escuela nos daban clases de natación, así que podía disfrutar del lugar sin problemas.
-¿Vienes? - me di cuenta que Suga no había entrado a la piscina, se quedó parado en la orilla viéndome nadar.
-Tengo frío.
-¿Cómo qué frío? Ven, tú fuiste el de la idea. - lo mojé desde adentro.
-Eso te va a costar muy caro. - por fin se lanzó al agua.
-No pagaré nada, no te debo. - sonreí mientras lo veía nadar hacia mi lado.
-Claro que sí. - se acercó y sin decirme nada me atrapó entre sus brazos - ¡Eres hermosa! - dijo muy serio mientras me miraba a los ojos.
-¡Gracias! - dije nerviosa - ¿Podrías bajarme?
-Lo siento. - nuevamente volví al agua.
-¿Hacemos una competencia?
-Sí.

No sabía qué era lo que estaba viviendo con Suga, su cercanía y sus cumplidos me hacían sentir extraña, no es que fuera malo, pero si de seguro era prohibido.
Sus manos en todo momento se posaban sobre mí mientras jugaba con él en la piscina, incluso me levanto en su espalda para luego lanzarme al agua, momento que fue muy cercano, ya que mi cuerpo estaba totalmente sobre el suyo.
Cuando llegó el momento de salir de la piscina, mi toalla se quedó en la habitación, Suga de inmediato me pasó la suya y luego me abrazó para calentarme.
-Eres muy pequeña. - dijo mientras mi cabeza estaba recostada en su pecho.
-Espero crecer un poco más luego. - reí.
-Espero que no, así me pareces muy tierna. - ahí nuevamente estaba diciéndome cosas bonitas.
-Oye... - me alejé de su pecho - ¿Por qué me dices cosas bonitas?
-A las chicas hermosas se les dices cosas bonitas todo el tiempo. - con Mirna no era así.
-Espero que Mirna no se vaya a enojar si te escucha hablar así de bonito.
-No te preocupes, no se va a molestar. - volvió a abrazarme - Vamos a comer.

Comí junto a Suga y luego me fui a cambiar a mi habitación, justo cuando salía nuevamente con mi ropa limpia, Mirna y yo nos encontramos en el pasillo.
-¿Qué tal tu día? - le pregunte esto solo porque estaba tratando de llevarme bien con ella.
-Bien. - cuando dijo esto miró mi cuello con detenimiento - ¿Quién te dio esto?
-El señor Min.
-¿Cómo es posible que a ti te de esto? No lo puedo creer. - Mirna tomó mi cadena y tiró de ella con fuerza causando una herida en mi cuello.
-¡Ay! - grite de dolor.
-¿Qué sucede? - Suga salió de la habitación - Mirna, ¿Qué pasó ahora?
-Esto es culpa de tu padre. - lanzó la cadena al suelo partida a la mitad y luego se encerró.
-Te dije que era mejor ocultarla. Mira, ya la rompió.
-La podemos arreglar. - tomó la cadena y luego revisó mi herida, la cual por suerte no era grave, solo dejaría una marca por unos días nada más.
-Tu padre debería darle a Mirna su lugar, es tu esposa.
-Mejor dejamos las cosas así, mi padre es un ser muy rencoroso, no la va a pasar por más que yo se lo pida. Ahora vamos, hay que llevar la cadena a joyería.

Suga

Esperaba a _____ en mi auto cuando llegó a mi mente su sonrisa, era una chica hermosa y con un carácter fuerte. La admiraba muchísimo, a pesar de saber la verdad seguía siendo amable y cariñosa como al principio.
No sé porqué pero ______ me agradaba mucho, incluso disfrutaba de su compañía, la cual quería tener todo el tiempo.
-¿Qué está pasando conmigo? - me hice esta pregunta, no estaba siendo cariñoso con Mirna, pero sí lo era con _____, incluso pasaba más tiempo con ella.
-¿Nos vamos? - ______ entro al auto - ¿Estás bien?
-Sí, estoy bien. - encendí el auto y lo puse en marcha.
-Te ves sonrojado, ¿Qué te sucede?
-Puede ser el sol que tomamos en la piscina.
-Oh. - se quedó callada.
-_____, quiero llevar a Mirna a cenar hoy, puedo comprar algo en un restaurante de comida rápida para ti, ¿No te molesta?
-Está bien. - sonrió - Quiero comer comida coreana hoy.
-Te complacerte en todo lo que pidas.
-¿De verdad? - asentí - También quiero un pastel pequeño y helado de chocolate.
-¿Algo más?
-Mmm, fresas para después de cenar.
-Lo que pidas es una orden, princesa.

La joyería quedaba cerca a nuestra casa, de inmediato dejamos la cadena arreglando, luego fuimos a un restaurante saliendo de nuestra cuadra, la comida de ese lugar era muy buena, para _____ sería lo mejor.
Ya teniendo la comida en mi poder, me bajé en un supermercado por un momento, compré las fresas, helado y pastel. Justo cuando voy a pagar esas cosas, me encontré con un lindo ramo de rosas rojas, el cual me encantó muchísimo.
-Se lo llevaré a ______. - las tomé y fui a pagarlas con lo demás.

En el auto, le pase las bolsas a _____ y me quedé con el ramo de rosas en las manos, ella me miró confusa y me preguntó si era para Mirna.
-No, no es para ella.
-¿Pues son para tu madre?
-No, son para ti. - le pase las flores con mucho cuidado.
-¡Gracias! - estaba encantada con las flores - Nunca me habían regalado flores.
-Me alegra ser el primero. - tome su mano y la acaricié.
-¡Gracias!

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