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Era parte del plan de Suga y su esposa, aunque realmente me sentía dolida, pensaba que ellos me iban a querer y a cuidar con amor, pero no, solo estaba con ellos por dinero.

Luego de esa conversación, Suga se fue a la cocina para acomodar algunas cosas que había traído del mercado, sin pensarlo lo seguí con la libreta que tenía en la mano y le pregunté si era cantante o algo parecido cuando más joven.
-Quería cantar, pero Mirna odiaba mi estilo rapero y pues tuve que dejarlo, ya que la amaba.
-Quizás hubieras sido muy famoso.
-Quizás, pero no me arrepiento, soy rico de todos modos. - sonrió.
-Oye, ¿Solo has tenido una novia en tu vida?
-Sí. - volteó a verme - ¿Has tenido novio?
-No, y ahora que veo que impiden las cosas prefiero no tener uno.
-Vamos _____, eres joven para pensar de esa manera. Además, yo quise dejarlo, de lo contrario, Mirna tendría que haberme aceptado de esa manera.
-O dejarte. - me miró serio - No me mires así, es la verdad.
-Mejor cállate.
-Está bien. - sonreí y me senté en el comedor - ¿Me llevas por helado mañana luego que vayamos a mi nueva escuela?
-Eres una niña grande, ve tú sola.
-No conozco nada aquí, es más, no conozco a todo Seúl. Nunca salí del orfanato a pasear o ha comer algo, solo íbamos a la escuela y alguien nos llevaba y nos buscaba.
-Se me olvidó esa. - suspiró - Mira, vas a tener que aprender a conocer todo por ti misma, yo tengo que ir a Seúl a diario a trabajar y no puedo encargarme de ti mientras estemos aquí y yo tenga que ir a trabajar a Seúl.
-¿Ves cómo ya vas cambiando conmigo?
-Ya basta, niña. - se acercó - Aún te sigo cuidando, no digas tonterías. - me regaño.
-Como digas, Yoon Gi. - me levanté de la silla y me fui a la habitación.

Esa noche no pude dormir, desde que salí del orfanato había dormido bien, pero esa noche me sentía muy mal, al punto que lloré hasta que mi cuerpo no pudo más.
Al amanecer, sentí a Suga caminar por todo el departamento, rápidamente me bajé de la cama y salí a ver qué estaba haciendo.
-¿Qué haces?
-Me preparo para irme al trabajo.
-¿No íbamos a ir a mi nueva escuela?
-No, tengo una mejor idea para ti.
-¿Cuál?
-Te vas a quedar en la misma escuela, pero antes tengo que hablar con tu directora, cuando eso suceda tú vas a regresar a la escuela y también a la casa. Por ahora vas a quedarte aquí sin abrirle a nadie hasta que yo llegue.
-Está bien.
-Una cosa más, me vas a dar tu teléfono.
-¿Qué va a pasar si tengo una emergencia?
-No va a pasar nada, aquí estás segura. - tomó mi teléfono - Nos vemos en la noche.
-Bien, ¡Buenos días!
-¡Adiós! - salió de la casa.

Me pase el día entero leyendo las letras de Suga, también comiendo y viendo televisión hasta quedarme dormida.
Cuando desperté, ya era de noche, de inmediato corrí a la habitación para ver la hora, eran las ocho de la noche y no había preparado la cena y mucho menos me había duchado.
-Voy a ducharme primero. - me duché y salí caminando lentamente hacia la habitación, en ese momento la puerta del departamento se abrió, por lo corrí a la habitación y me encerré para no ser vista por Yoon Gi.
-______, ¿Qué haces? - tocó la puerta.
-Ya voy, acabo de salir de la ducha.
-Date prisa y sal. 
-Sí. - me vestí, cepille mi cabello y luego salí de la habitación.
-¿Qué hiciste en todo el día? - ahí estaba tirado en el sofá.
-Nada, ¿Fuiste a la escuela?
-No tuve tiempo.
-¿Mirna no pudo ir por ti?
-No hablé con ella. - se levantó del sofá.
-Oye, no quiero estar aquí encerrada, ¿lo entiendes? Un día sola aquí es horrible, no aguantaré pasar otro igual.
-______, te vas a quedar aquí y punto.
-¿Me tienes secuestrada?
-No digas eso. - se acercó y cubrió mi boca con su mano derecha - No estás secuestrada, es solo que quiero que estés bien, nada más.
-Eres extraño. - me alejé - No quisiera ser Mirna, debes ser igual con ella.
-No soy extraño, solo hay cosas que tú no debes saber, eres una desconocida. - me dio la espalda.
-Me hieres tanto. - me senté cerca de la ventana.
-Lo lamento.
-Quiero irme al orfanato. - lo miré - Allí estaba bien.
-Aquí también estás bien.
-No lo estoy. - me acerque - ¿Sabes cómo me siento ahora que sé para qué me quieren? Siento que soy una rata de laboratorio en espera del próximo experimento. - comencé a llorar.
-No llores. - secó mis lágrimas con sus dedos - Yo te adopte con ese pensamiento, pero tú me estás haciendo cambiar de opinión. - lo mire, ya que su mano levantó mi cabeza - Te estoy queriendo.
-¿Cómo? - sequé mis lágrimas nuevamente - ¿Cómo puedes quererme? No era ese tu plan.
-No sé, pero siento ganas de cuidarte, de protegerte y estar contigo todo el día.
-¿De verdad? - sonreí.
-Sí, te quiero mucho. - se acercó para abrazarme, poco a poco dejó sus manos caer sobre mi espalda hasta que nuestros cuerpos quedaron totalmente cerca por ese cálido abrazo.
-Suga, confío en ti, no me defraudes.
-Claro que no.

...

Trampa Maldita (Suga - BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora