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Todo se quedó en silencio cuando le prometí a Suga que lo iba a hacer sufrir. A él yo le demostré que no tenía un mal corazón, me dejé utilizar en todos los sentidos por él y nunca le reclamé o le pedí nada, pero ahora que mi hijo y yo lo necesitábamos, nos dio la espalda y nos mostró lo terrible que podía ser sin saber que tan terrible era yo. 

Me quedé en casa el resto del día, Suga estaba ahí también, pero no se acercó a nada, ni siquiera para avisarme que la cena estaba lista. A la hora de dormir fue Mirna quien entró a mi habitación, trajo con ella algunas cosas de uso íntimo, ropa de maternidad y una bolsa con una marca de teléfono conocida. 
-Te traje estas cosas ahora que estamos fuera de peligro. 
-¡Gracias! - dije sin levantarme de la cama. 
-_____, debes ir a ver un médico, ¿Te parece si vamos a ver el mismo que me atiende a mí? 
-No es necesario, hoy por fin pude ir a uno. 
-¿Y qué te dijo? - se sentó en mi cama. 
-Bueno, me dieron vitaminas, me envió a hacer pruebas de rigor y me mostró a mi bebé. - le pasé la foto de la ecografía. 
-______, este bebé está muy grande para tener dos meses. Y es... es un niño. 
-Así es, tengo cuatro meses y no dos como creía, y sí, es un niño.  
-¿Cómo es qué tienes cuatro meses? - Mirna estaba tensa - El bebé no es de Yoon Jae, ¿De quién es? 
-El bebé es de... - Suga entró a mi cuarto como una bala.
-Mirna, deja a ______ en paz, no importa de quién sea el niño, lo podemos cuidar todos juntos junto a nuestro pequeño. - ahora quería engañar a Mirna con palabras bonitas, pero a mí no me iba a tomar del pelo. 
-Suga, ¿No te da gusto tener a dos niños en la casa? Con muy poco tiempo de nacidos, eso será una ternura. 
-Sí, debe ser muy lindo. - trago hondo. 

Al siguiente día, Mirna me dejó en la escuela, ahora que los dos autos se podían utilizar ella podía llevarme y buscarme cada día. Tan pronto vi que el auto de Mirna giró en la esquina, corrí como pude hacia la parada de autobuses, allí tomé el que me llevaría hasta mi trabajo, al cual llegaría tarde por culpa de Mirna. 
-¡Buenos días! - entré corriendo al bar.
-Oye niña, hablemos. - el jefe no estaba de humor ese día.
-¿Qué sucede?
-No puedo tenerte trabajando ni un solo día más aquí.
-¿Por qué no? Yo hago bien mi trabajo.
-Estás embarazada y es contraproducente tenerte aquí. Todos estos hombres buscan mujeres con buen cuerpo y que no lleven a otro vida dentro de ellas. Estás en riesgo de muchas cosas y el bebé también, no quiero ser parte de lo que te pueda pasar a ti o al bebé. - en ese momento colocó un sobre blanco sobre la mesa, el cual tenía mi pago de esa semana - Aún no terminas la semana, pero aquí está tu pago.
-¡Gracias! - guardé el sobre y me levanté de la silla.
-______. - justo cuando estaba por salir, Jimin llegaba como de costumbre.
-¡Hola!
-¿A dónde vas? Tu turno acaba de comenzar.
-Me despidieron. - no dije nada más y salí del bar.
-Espera. - Jimin me alcanzó - ¿Qué vas a hacer ahora?
-No lo sé. - me recosté de una pared - Tengo que irme de la casa en dónde estoy cuánto antes y necesito el trabajo para pagar algún lugar.
-Deja que te ayude. - me miró con los ojos brillantes - Puedo conseguir un apartamento para ti y el bebé, también puedo pagarte por el servicio que me brindes de forma privada, así estarás cómoda.
-Estaré bien, no te preocupes.
-Oye, ten mi tarjeta, llámame si me necesitas.
-Está bien. - guarde la tarjeta en la mochila.

Conocía bien la zona en la que estaba el orfanato, cada día que pasaba en el autobús podía ver varios lugares para rentar, los cuales por la zona eran muy baratos.
Tomé un taxi y me dirigí a esa zona de la ciudad, allí cuando llegué, caminé unos pocos minutos hasta llegar a un edificio de tres pisos con 6 pequeños apartamentos.
-¡Buenos días! - grite a ver si alguien salía.
-¡Hola! - una mujer salió de uno de los apartamentos.
-Estoy en busca de un lugar para rentar.
-¿Eres menor de edad?
-Sí, tengo 17 años, pero tengo trabajo.
-Hay un lugar en el segundo piso, es solo una habitación con su propio baño, los servicios están incluidos en el pago, como eres menor de edad puedo aceptarte, pero debes firmar un contrato que me excluya de cualquier situación que pase contigo.
-Lo haré.

Me fui a casa, me di una ducha, comí algo y luego me encerré en mi habitación para comenzar a empacar mis cosas.
En medio de la tarde, Mirna y Suga llegaron, así que escondí todo y salí de mi habitación disimuladamente sin saber lo que me esperaba.
-¿Qué diablos estás haciendo? - un golpe en el rostro por parte de Suga - ¿Cómo es posible que lleves un mes sin ir a la escuela? ¿En dónde te estuviste metiendo?
-Más vale que tengas una buena contestación. - amenazó Mirna.
-Estaba trabajando para poder sostener a mi hijo. - dije entre lágrimas - Ustedes me negaron los servicios médicos por falta de dinero y me juzgaron, por esa razón decidí luchar por mí misma.
-Oye, solo estábamos mal económicamente, no era para tanto. - Mirna se quiso hacer la graciosa.
-Para ti no lo era, fuiste a cada cita tranquilamente, sin embargo yo no, pero gracias a Dios no hizo falta que me ayudaran.
-¿En qué estabas trabajando? - Suga volvió a acercarse peligrosamente.
-No te importa, solo sé que estoy bien y lo estaré mientras tenga vida.

...

Trampa Maldita (Suga - BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora