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Min _____

Era miércoles por la tarde, la madre de Taehyung cerró temprano el negocio y todos nos fuimos a casa.
Llegando a mi apartamento, recibí una llamada de Jimin, me dijo que iría al negocio para llevarme el repaso para el próximo exámen, de inmediato le dije que estaba en casa y que podía pasar si deseaba.
Jimin llegó a mi casa media hora más tarde, estaba vestido cómodamente y tenía el cabello rebelde.
-Te ves muy bien hoy. - admití mientras lo dejaba pasar a mi casa.
-Tú también estás muy guapa. - sonrió - ¿Tienes frío? - lo decía por mi pijama.
-Sí, acabo de tomar una ducha y siento que me estoy helando.
-¿Quieres que te caliente? - se acercó coqueto como siempre.
-No. - me alejé - ¿Y el repaso?
-Aquí está. Por favor, no lo lleves a la universidad, nadie más lo tiene.
-¿Estás haciendo trampa?
-Quiero que ganes la empresa de tu abuelo, así que te ayudaré mucho para que lo logres.
-¡Gracias! - coloqué el repaso a un lado del sofá.
-Tengo que irme, te veré en la noche, ¿Te parece si cenamos luego de clases?
-Me parece bien, nos vemos más tarde.

Jimin salió de mi apartamento y un segundo después entró Taehyung.
-¿Y tú qué haces por aquí?
-Tengo mucho coraje dentro de mí. - se sentó en el sofá.
-¿Qué pasa?
-Estoy a punto de reprobar una clase por una tarea que la profesora perdió.
-¿Qué? Tienes que hacer algo.
-Ya dejé mi queja, pero sabes que a los alumnos no nos creen.
-Calma, quizás aparezca más tarde. - acaricié su rostro molesto - Ven acércate, te daré un masaje amigo mío.

Taehyung se sentó cómodamente en el sofá mientras yo estaba detrás de este acariciando sus hombros. Taehyung miró hacia arriba mientras yo lo veía a los ojos, este tomó mis manos y las jaló hacia abajo causando que bajará todo mi cuerpo hasta él.
-¿Qué quieres hacer? - pregunté asustada.
-¿Te puedo besar?
-Taehyung, no hagamos esto. - me alejé, pero él se levantó y llegó hasta mí, sus manos tomaron mi cintura y me acercaron a él, este en ese momento tan cercano aprovecho y me besó de lengua - Tae, ¿Qué estás haciendo? - quise alejarme, pero me acorraló aún más.
-No te resistas, déjate llevar.

Desperté por el sonido del timbre, de inmediato me senté en la cama y miré mi celular, eran las diez de la noche, había perdido una noche de clases en la universidad y Jimin ya estaba ahí.
-Taehyung, despierta. - Taehyung aún estaba dormido en mi cama, se quedó ahí luego de habernos acostado esa tarde.
-¿Qué hora es?
-Son las diez de la noche, vístete y ve a casa. - Taehyung se levantó apurado y luego se fue a la sala, por mí parte me coloqué solo una bata y salí tras él para ver si ya estaba listo.
-Te llamaré más tarde, ¿De acuerdo? - beso mi mejilla y luego salió de mi apartamento dejando a Jimin pasar cuando salió.
-¿Qué? Ese chico aún estaba aquí. - Jimin me miró asombrado.
-Sí, y hubiera dormido aquí toda la noche si no llegas a venir.
-¿Te acostaste con él?
-Sí. - dije arrepentida.
-¿Se protegieron? Son muy jóvenes, viéndolo a él debe tener al menos 20 años.
-Sí, yo tengo un anticonceptivo que me pusieron en el centro.
-Vaya, no lo puedo creer. - Jimin fingió una sonrisa - Bueno, me voy a casa, solo pase a ver si estabas bien.
-¿Te vas tan pronto? Podemos comer algo aquí o pedir una pizza.
-Tranquila, no tengo hambre. - Jimin se dio media vuelta y salió de mi casa.
-De seguro se sintió mal. - me llené de culpa al verlo irse de esa manera.

Luego de una ducha mire mi teléfono, por horas estuvo tirado en la sala y no sabía que había pasado en ese tiempo.
-Suga, abuelo y Jimin. - tenía llamadas de ellos sin contestar - Llamaré a Suga. - abuelo debía estar dormido y Jimin ya había venido.
-¡Hola! - Suga contestó de inmediato.
-Te estoy devolviendo la llamada, ¿Está todo bien?
-Estoy bien, te llamé para agradecerte por ir a la empresa hoy.
-No tienes que agradecer, lo hago con mucho gusto.
-_____, ¿Podemos vernos esta noche?
-Es tarde.
-Solo será un rato, me siento solo aquí en la casa de mi padre.
-Está bien, ven a mi casa. - colgué la llamada.

Esperé por una hora a Suga, quién llegó a mi casa en pijama y todo despeinado, a este le ofrecí algo para tomar y luego me senté con él en el balcón.
-¿Quieres contarme algo?
-Quiero hablar de lo que me tiene dolido.
-Sí eso te va a hacer discutir conmigo, por favor no hablemos de eso.
-Creo que eres la indicada para que hable de este tema. Fuiste tú quién me llevo a sentir este dolor.
-Bueno, habla entonces.
-¿Por qué me hiciste daño?
-Lo hice para que te dieras cuenta en lo que te habías convertido. Cuando lo tenías todo, te olvidaste de mí, me trataste mal e incluso negaste a mi hijo. Me llene de molestia cuando vi a lo que tuve que recurrir para cuidar de él, para tener una cita adecuada, por esa razón decidí enseñarte a qué también tu hijo era importante.
-Lo lamento, estaba cegado, Mirna esperaba un bebé, la empresa de ambos había caído y solo tenía la empresa de mi padre, la cual necesitaba mucha atención para que no cayera también.
-Entiendo eso, pero yo era aparte, solo tenía que darme una mano y ser más amable.
-Yo estaba enamorado de ti, en ese momento quise matar ese sentimiento y concentrarme más en Mirna, creo que fue por eso que me viste tan alejado de ti.
-¿Qué pasó contigo cuando ya no estaba a tu lado?
-El día que te dejamos en el centro, Mirna me llevó los papeles del divorcio a la casa, no los firme y le rogué que se quedará conmigo, a lo que ella se negó todo el tiempo. Semanas más tarde, mi padre me obligó a devolverle la empresa, fue ahí cuando me quedé sin un peso, ya que el dinero que tenía era de la empresa.
Pero la peor parte fue cuando vendí la casa y el auto, todo es dinero lo gasté en alcohol y mujeres, las cuales no me llevaba a la cama ni un solo minuto. De ahí lo que vino fue la tragedia, la muerte de mi hijo en el parto. Ese día que supe que mi bebé estaba muerto, me fui del hospital y no vi a Mirna hasta el día del divorcio.
¿Sabes? La dejé sola luego del parto porque ella ya no quería saber de mí, su refugio fue su familia yo no hacía falta ahí.
-¿Qué esperas ahora de la vida?
-Que me pueda perdonar a mí mismo para luego poder pedir disculpas a quienes le hice daño.
-Me parece bien.
-¿Cómo es que no me odias? Te hice daño.
-No lo sé. - suspiré - Nunca he sido persona de guardar rencor, aunque a Soo Hwan le tengo mucho enojo por las cosas que hace ahora en mi contra.
-No hables de ella, por favor.
-¿Cómo pudiste acostarte con ella?
-No lo sé, pero olvídalo ya. - Suga se tenso un poco.
-Está bien.
-______, yo quiero que sepas que estoy lidiando con mi enojo para no odiarte nunca más.
-Me alegra mucho que no me quieras odiar. - sonreí - ¿Hacemos las pases realmente?
-Sí, ¿amigos?
-Amigos.

...

Trampa Maldita (Suga - BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora