15. Enciende tu Corazón.

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-¡Tanjiro!

Hoshi extendió la mano hacia él y él hizo lo mismo. La chica tomó la suya y lo atrajo con fuerza hacia ella.

Llevó una de sus manos hacia la espalda de Tanjiro, envolviendo su brazo, y la mano que utilizó para acercarlo la movió hasta ponerla detrás de su cabeza. El chico, aunque no comprendió del todo la situación, se dejó llevar y ocupó su brazo libre para abrazarse a Hoshi con fuerza mientras se escondía en su cuello.

Con sus piernas, la pelinegra encerró las del chico a la altura de sus rodillas, pues el kimono no le permitía mucho más movimiento en esa posición. Lo apretó hacia ella con el fin de que no recibiera directamente la caída del inestable tren, ya que no sería muy agradable ni mucho menos favorable para su herida.

Al caer, fue la espalda de Hoshi la que recibió el impacto contra el suelo y entonces rodaron por una pequeña pendiente. Cuando se detuvieron, Hoshi, que se encontraba debajo de Tanjiro, soltó un quejido doloroso que alertó al pelirrojo.

-Hoshi...

Empezó a hablar y a abrir los ojos despacio, ya que estaba algo atontado por la caída. La chica abrió lentamente los ojos, aún con su respiración algo agitada y soltando pequeños quejidos por los golpes que recibió.

-¿Por qué lo hiciste? -Tanjiro la miraba con preocupación. Se había incorporado lo suficiente para poder mirarla a los ojos y notar ciertas manchas de tierra y golpes en su rostro-.

-Porque estabas muy lastimado -habló Hoshi con dificultad mientras empujaba con cuidado a Tanjiro hacia un lado-. Deberías recostarte.

Obedeció recostándose al lado de ella, quien empezaba a sentarse, pero apoyándose sólo con su mano derecha y fue cuando Tanjiro notó algo extraño.

-¿E-Estás bien?

Hoshi llevó su mano derecha hacia su hombro izquierdo e inhaló hondo antes de volver a poner su hombro en su lugar con un fuerte "¡crack!". Soltó el aire contenido y habló.

-Ahora sí -dijo mientras hacía unos pequeños movimientos rotatorios para verificar si su hombro había quedado bien posicionado-.

El chico la miraba con los ojos abiertos como platos y no pudo pronunciar ninguna palabra por la impresión.

Hoshi se giró hacia él y, sin pensarlo dos veces, abrió un par de botones del uniforme de Tanjiro, de la chaqueta negra y de la camisa de abajo, para poder inspeccionar su herida. Aunque la respiración de Hoshi se estaba normalizando, la del pelirrojo se había acelerado.

-Controla tu respiración -empezó a hablar con suavidad mientras extraía un rollo de vendaje para emergencias que llevaba en su Obi-. Recuerda que con ella puedes detener el sangrado -comenzó a envolver la cinta alrededor de la cintura de Tanjiro-.

Lo miró a los ojos y Tanjiro vio una enorme preocupación de su parte, cosa que le causó ternura y se notó en la sonrisa que le dio. Fue cuando Hoshi se sonrojó, cayendo en la cuenta de que estaba envolviendo el abdomen de Tanjiro. Para ocultar su rubor volvió la vista a lo que hacía.

-Hoshi...

-¿Sí?

-Gracias.

Ella lo miró con ternura y le regaló una pequeña sonrisa.

-De nada.

Volvió a su abdomen. Un cómodo y breve silencio apareció entre ellos.

-¿Hoshi?

-¿Mhm? -respondió sin mirarlo-.

-El conductor, ¿dónde está?

La chica giró su cabeza en varias direcciones, pero sin éxito.

El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora