«Bien. Tú puedes hacerlo. Sólo abre la puerta... O mejor toca... Sí, sí. Eso haré.»
El camino de vuelta a la aldea había sido algo ansioso, pues Hoshi ideaba una y otra vez un plan para su regreso y lo que tenía que decir, pero al golpear la puerta de su casa no tuvo ninguna respuesta.
Vacío sus pulmones, agotada por el simple hecho de pensar lo que tenía que hacer, pero luego se incorporó otra vez. Caminó hasta la casa de Hiyori y ahora sí que obtuvo respuesta.
-¡Hoshi, cariño! -Hiyori la envolvió en un abrazo-. ¡Qué alegría tenerte aquí! ¡Pasa, pasa!
Se hizo a un lado y Hoshi entró a la vivienda.
-Kotetsu ya está durmiendo y tu tío fue a entregar una espada hace unas horas. Ya debería haber vuelto, estaba ansioso por tu carta -tomó asiento en una mesa y Hoshi la siguió-. No esperaba tu visita, ¿cómo estás?, ¿cómo va todo?, ¿cuándo es la boda, eh?
Hiyori estaba de tan buen humor que a Hoshi sólo la hacía sentir cada vez peor por la noticia que debía darle. Sin poder evitarlo, la miró con una mezcla de preocupación y tristeza y Hiyori supo que algo andaba mal. Se puso de pie y caminó hasta Hoshi, que yacía inmóvil y temblando ligeramente.
Los ojos de Hiyori demostraron pánico y preocupación, pensando lo peor, y la abrazó, acariciando su cabeza. Hoshi, sin poder articular una palabra, se echó a llorar instantáneamente y se abrazó más a la adulta.
***
Hotaru llegó mucho más tarde, agitado por la corrida y aún enojado con Kamado por romper su espada y haberlo hecho esperar. Pasó a casa de Hiyori para preguntar si había llegado una carta y la mujer le indicó que la siguiera a la única habitación de la casa, donde Kotetsu dormía en su propio futón y Hoshi ocupaba el de Hiyori. Estaba plácidamente durmiendo, con sus pestañas y mejillas cubiertas de lágrimas secas.
Haganezuka no entendía cómo era posible que Hoshi estuviera ahí, pero su amiga le explicó que la joven había llegado con una cara de agotamiento y no le había dicho nada a ella, sólo se había largado a llorar y tuvo que calmarla hasta que el cansancio pudo con ella y se durmió.
Luego de unos minutos en que Hotaru miró con mucha preocupación a su sobrina, se levantó para ayudar a Hiyori a armar otro futón para ella. Antes de irse le dejó un beso en la frente a su sobrina y se marchó, pidiéndole a Hiyori que le avisara cuando estuviera despierta.
La pelinegra despertó con el amanecer. A su lado aún dormía Kotetsu, en su estómago estaba Neko y junto a él un futón ordenado. Frotó sus ojos y se levantó al baño para lavar su rostro, dándose cuenta de que aún vestía el kimono de Hiyori.
-Buenos días, pequeña -Hiyori apareció a su espalda y Hoshi se volteó al instante-. ¿Tienes hambre? Haré algo de comer.
Hoshi asintió con una pequeña sonrisa.
-Uhm... -miró su kimono-.
-No te preocupes, úsalo cuando quieras. Ya lo ajusté a tu medida.
«Hiyori puede ser tan amable...»
La siguió hasta la cocina, mientras intentaba sacarle temas de conversación. Hoshi sabía que sólo quería distraerla de lo que sea que hubiera pasado, pero ya no podía escapar de la realidad.
-Hiyori-san -la mujer se volteó hacia ella cuando escuchó su voz-. Yo... No me casaré aún.
Hiyori dejó la taza de té sobre la mesa donde cocinaba y se encaminó hasta sentarse junto a Hoshi en la mesa. Tomó su mano para demostrarle que la escuchaba si quería hablar, sólo si quería, pero Hoshi tenía que hacerlo y mientras más temprano, mejor.
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El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]
Fantasía───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── Entrenada por su padre desde pequeña, Hoshi Haganezuka es una hábil usuaria del aliento estelar, pero detuvo su entrenamiento a los doce años y entonces comenzó a trabajar en el hospital. Vive con su tío Hotaru, un hábil forjador d...