17. Casa Takahashi.

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No era la primera vez que se topaba con una gran ciudad, pero no dejaba de ser tan sorprendente.

Grandes edificios imponentes y ruido por doquier inundaban a ciudad y apenas eran las 9 am. Miró el papel que llevaba en sus manos con la dirección y comenzó su recorrido.

Preguntó a varias personas y pudo dar por fin con la enorme mansión pasado el mediodía. Estaba cansada, recorrió prácticamente toda la ciudad, pero no lo demostraría.

Se acercó a la enorme puerta y tocó suavemente, pero la puerta era tan gruesa que de seguro no se habría escuchado al otro lado.

Volvió a tocar con más fuerza y al rato apareció una alta mujer en la puerta con un semblante de pocos amigos.

-¿Qué se te ofrece?

-Uhm, me llamo Hoshi Haganezuka y me dieron esta dirección -le tendió el papel-. Me dijeron que debía hablar con una señora de apellido Takahashi.

-Oh, ya veo. Tú eres una de las candidatas -la mujer cambió su semblante a uno más accesible-.

«¿Candidata?»

-Uhm, supongo que sí.

La mujer asintió y se hizo a un lado.

-Adelante.

-Gracias.

Hoshi atravesó la puerta y se encontró con un enorme jardín lleno de césped, arbustos con formas, caminos de piedra y un riachuelo pasando debajo de un pequeño puente.

-Los señores Takahashi están de viaje con su hijo. Llegarán mañana temprano si no sale como esperan.

-¿A qué se refiere?

-Debiste haber llegado anteayer en la mañana, pero como no apareciste a la hora, tomaron un viaje a otra ciudad para buscarle una prometida al joven Yumiko.

-Oh, ya veo...

«Entonces, ¿puede que no me case?»

-¿Por qué no llegaste ayer?

La mujer se dio media vuelta antes de entrar a la casa y Hoshi casi choca con ella.

-El tren tuvo un accidente. Se volcó y a los pasajeros nos enviaron a un hospital. Apenas me dieron el alta vine tan pronto como pude.

Hoshi ya había planeado qué decirles en caso de que le preguntaran.

-Oh, es una lástima. Pero, ¿te lesionaste o algo parecido?

En ese momento Hoshi se dio cuenta de que la mujer tenía muy, muy poco tacto.

-Un par de golpes, pero estoy bien -dijo ella con una sonrisa gentil-.

La mujer hizo un gesto como de querer sonreír de lado, pero con algo de confusión en su semblante.

-Ven -se dio media vuelta y continuó su caminata-.

Abrió la puerta y dejó a Hoshi pasar primero. Sus ojos se entornaron ante una sala más ostentosa que el jardín con objetos que aparentaban ser muy costosos.

-Naoko, Oishi -llamó con voz no muy alta-.

Dos mujeres algo regordetas y de piel clara, una de cabello negro y otra de cabello castaño claro, aparecieron del lado izquierdo y antes de que saludaran, la mujer les habló.

-Lleven a la chica y revísenla.

-Lo haremos enseguida -dijeron al unísono y se acercaron a Hoshi, quien les hizo una reverencia de saludo-.

El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora