El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]

36. Vasijas.

-¡AYUDAAA!

La despertó de su trance el grito de una voz que reconocería en cualquier lugar.

-Kotetsu.

Comenzó a correr con la mayor rapidez posible en dirección a los gritos del menor. Una vez llegó ahí, se encontró con Kotetsu que estaba siendo perseguido por una figura que parecía ser un enorme y monstruoso pez koi.

Aquella criatura estuvo a punto de alcanzar a Kotetsu, pero Hoshi interfirió por el costado, tomando al menor en brazos y brincando justo antes de que fueran capturados.

Cayeron al suelo juntos, en el momento exacto en el que esa criatura era cortada por una katana que pertenecía a un pilar. Él siguió cortando a la criatura con su katana hasta que finalmente pudo desintegrarse, revelando así que no era un demonio, sino una invocación y su punto débil era esa vasija.

«Fue creado con una técnica de sangre demoníaca...»

Pensaron Hoshi y Muichirou Tokitou, pilar de la niebla.

-Vayan a refugiarse -sentenció Muichirou-. La aldea está siendo atacada.

-S-Sí, gracias -asintió la chica y miró a Kotetsu-. Vámonos a casa...

-¿No irás a pelear?

Pareciera como si el susto de Kotetsu se hubiera esfumado al pensar en la idea de por fin ver a Hoshi en combate contra un demonio.

-¿Pelear? -preguntó extrañado el pilar, volteándose hacia ambos que se ponían de pie-. No llevas uniforme, vayan a refugiarse.

Hoshi abrió la boca para responder, pero Kotetsu se le adelantó.

-Hoshi puede combatir igual o mejor que cualquier cazador, aunque se haya retirado -dijo Kotetsu como si no hubiera estado llorando hace apenas unos segundos-.

-¿Por qué te retiraste siendo tan joven? -preguntó sin mucho interés el pilar mientras ladeaba la cabeza, aunque pensando en la rapidez con la que actuó para salvar al niño que no conocía-.

-Uhm, e-es complicado -dijo mientras se rascaba la nuca-, pero aún conservo mi katana. Dejaré a Kotetsu en casa y veré si todo está bien, entonces vendré a ayudarlos -dijo con determinación en su voz, aunque algo tímida, ya que nunca había tenido una conversación tan larga con ese pilar-.

-Pero, ¿por qué? Si ese no es tu deber -dijo Tokitou alzando una ceja-.

Hoshi sonrió de lado bajo su máscara y lo miró con comprensión.

-Si puedo ayudarlos, no dudaré en hacerlo. La empatía da buenos resultados, ¿tú también lo crees? Por eso eres cazador, ¿no?

Muichiro no terminó de procesar la amabilidad de la chica y le recordó a la de ese niño pelirrojo en la residencia de cazadores, que lo llevaría con Kanamori para que forjara su katana y que de no ser por el demonio que irrumpió en la residencia, lo habrían concretado.

«Esta chica y Tanjiro son igual de amables. Me pregunto si sus ojos serán iguales a los de Tanjiro, si también me recordarán a los de alguien más...»

Se escuchó un grito lejano y los tres voltearon en su dirección.

-Haz lo que tengas que hacer mientras no estorbes. No puedo perder más tiempo.

-S-Sí... -asintió la chica, pero el pilar no esperó a que terminara, ya que apenas dejó de hablar, empuñó su espada y desapareció-.

-Ven.

Se hincó en sus rodillas, descendiendo un poco, para que Kotetsu subiera a su espalda.

-¿Estás segura? -preguntó algo dudoso el menor, recordando que Hoshi no tenía demasiada fuerza-.