24. Dos Superiores Seis.

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-¿Por qué el conejito de la colina tiene las orejas tan largas? Porque su madre...

Nezuko le dio cabezazo a su nariz, provocando que comenzara a sangrar. Le siguió otro, pero Hoshi alcanzó a bajar la cabeza y sólo golpeó su frente.

Alzó su mano para atacarla y, aunque pudo haber tenido el tiempo para reaccionar de no ser porque los golpes a su cabeza la dejaron un poco aturdida, sabía que no podía detener esa mano y a la vez mantener su espada en su boca.

«No soy tan fuerte...».

Se lamentó, mirando con pánico lo que esa mano con garras podría hacerle, pero no la soltaría por nada del mundo.

-Comió hojas largas...

Una voz resonó y una mano ajena apareció justo para sostener la mano de Nezuko en el aire y comenzar a bajarla. Hoshi giró su cabeza y se encontró con el rostro de Tanjiro, a la vez que sentía cómo su cuerpo la envolvía por la espalda.

-Cuando era un bebé.

-Por eso él -ahora era un dueto y Tanjiro le devolvió la mirada a la ojiazul- tiene las orejas largas.

-¿Por qué el conejito de la colina tiene los ojos rojos? Porque su madre comió frutos rojos cuando era bebé. Por eso él tiene los ojos rojos...

Al terminar juntos ese verso, Nezuko ya estaba inmóvil. Tanjiro sostenía ambas manos de su hermana y Hoshi sujetaba su espada contra su boca, pero ya sin mucha fuerza. De un momento a otro, Nezuko comenzó a temblar y poco a poco a llorar escandalosamente.

Los dos chicos quedadon pasmados y relajaron sus músculos. Se acomodaron mejor y se pusieron a ambos lados de Nezuko, en caso de que algo más llegase a pasar pero, en lugar de eso, ella comenzó a hacerse más pequeña mientras su llanto se hacía cada vez menos audible.

Se meció un poco, presagiando su caída, pero Hoshi actuó rápido y la atrajo hacia ella, recostándola en su regazo para que finalmente se durmiera.

Ambos jóvenes soltaron un jadeo de cansancio, pero sonrieron aliviados.

-Volviste -susurró Tanjiro-.

-Tarde o temprano tenía que devolverme por aquí, ¿no? -habló Hoshi de la misma manera que el pelirrojo, hasta que se enfocó en su estado y cambió su tono a uno más preocupado-. Tanjiro, t-tu hombro, tus manos...

-Oh -el chico miró su hombro-. Estaré bien, utilizaré la respiración para cerrar mis heridas.

-Bien -asintió-.

Entonces Tanjiro se percató de su atuendo. Llevaba los mismos pantalones hakama negros y su yukata blanca, pero...

-¿Dónde está tu haori? -preguntó preocupado, sabiendo lo importante que era ese objeto para ella-.

Hoshi miró hacia atrás, donde su tío aún yacía inconsciente.

-Fue derribado por un ataque. Quise venir a ayudar, pero lo cubrí con mi haori por si despierta, para que sepa que volveré con él.

-Ya veo...

-¿Dónde está la caja de Nezuko?

-Oh -se sobresaltó-. A unas calles -se inclinó y estiró sus brazos para tomar a su hermana-. Yo la llevaré.

-Bien -los dos se pusieron de pie-. Iré con Tengen-san. Es extraño que aún no haya venido...

En ese momento del techo de la casa salieron dos objetos hacia el cielo, girando sobre ellos mismos.

-¿Hoces? -susurró Hoshi-.

-Están volviendo a la casa...

-Voy a ver.

El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora