El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]

57. Control.

Despertó como si hubiera dormido una siesta, pero lo extraño era que estaba de pie. Miró a su alrededor y no vio nada, todo estaba negro debajo, a su lado y sobre ella. Aunque aún así era capaz de percibirse como si estuviera bajo el sol de mediodía. Era como si brillase en esa oscuridad infinita.

Miró sus manos y estas estaban limpias, sin ningún rasguño. Eso la extrañó de sobremanera, pues vestía su uniforme y haori completamente limpios e intactos, pero su cabeza poco a poco comenzó a construir sus últimos recuerdos. La fortaleza, la segunda luna superior, el amanecer y...

«Muzan».

-¿Me llamaste?

Una voz resonó a su alrededor como un eco. Hoshi miró desesperadamente a sus alrededores, buscando el origen de esa voz, pero la verdad era que resonaba en todas partes, mas no vio nada más que la oscuridad. Llevó la mano a su cinturón para sacar su katana, pero no estaba ahí.

-Aunque la tuvieras, dudo que te sea útil aquí.

‐¿Qué es este lugar? -preguntó con enfado, dejando de mirar rápidamente hacia los lados para simplemente mover su cabeza mientras oía la voz de Muzan-.

-Tú dímelo. Lo único que hice fue revivirte y henos aquí.

-¿Qué? -preguntó con confusión-.

-Tu corazón y pulmones habían dejado de funcionar, igual que la mayoría de tus órganos, pero aún te quedaban algunas células vivas. Me aferré a ellas y aquí estamos.

Hoshi no lo comprendió, sólo frunció el ceño y meneaba la cabeza mientras pensaba.

«¿Acaso estuve muerta?, y si me revivió, ¿por qué estamos aquí?, ¿por qué con él, precisamente?».

Volvió a echar un vistazo hacia abajo, mirando su cuerpo, sus manos. Las giró frente a ella para ver el dorso, sus dedos, sus palmas, analizando todo con calma mientras pensaba.

-Es mi cabeza.

-Bingo.

-¿Pero por qué estás aquí?, ¿qué fue lo que hiciste?

-¿No oíste? Me aferré a ti -rió-. Y más vale que nos acostumbremos al otro, después de todo estaremos juntos toda una eternidad.

Hizo otro gesto de extrañeza, por enésima vez en los últimos momentos, intentando encontrarle sentido a sus palabras. Jadeó y entornó sus ojos, transformando su expresión a una de pánico cuando una posibilidad cruzó sus pensamientos.

-No...

-Sí.

-No...

-Sí.

-No, no, ¡NO! -sacudió su cabeza, llevando sus manos a su cabello-.

-Aunque intentes negarlo, es la realida...

-¡¿CÓMO SALGO DE AQUÍ?! -quitó las manos de su cabeza y empezó a mirar desesperadamente a su alrededor mientras caminaba, pero pareciera que no se movía ni un poco-.¡QUIERO VER!, ¡¡QUIERO VOLVER!!