19. Planes.

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"¡LO LOGRÉ FAMILIA! ¡La familia Takahashi me aceptó como la prometida de Yumiko! Es un joven muy diferente a cualquiera que haya conocido, pero aún así nos hemos llevado bien.

La señora Takahashi ya está haciendo los preparativos y estoy ansiosa por darles más detalles, como la fecha, aunque se avecina pronto..."

Algo interrumpió su redacción en aquella silenciosa noche, la segunda que llevaba desde que Yumiko y ella se comprometieron definitivamente

Unos pasos en el pasillo se escuchaban cada vez con mayor claridad y Hoshi no dudó en abrir la puerta en el momento exacto en que esos pasos se detuvieron en su puerta.

-¿Naoko? ¿Oishi? ¿Qué hacen aquí?

-Necesitamos hablar con usted, señorita -dijo Naoko en un susurro-.

Hoshi las miró muy confundidas pero percibió mucha preocupación en ellas, así que se hizo a un lado y las dejó ingresar en la habitación.

-¿Qué sucede? -preguntó cuando cerró la puerta a sus espaldas-.

Se miraron nerviosas entre ellas y luego Oishi empezó a hablar.

-Señorita Hoshi, usted ha sido muy amable con nosotras y realmente desearíamos que fuera usted quien se casara con el joven Takahashi y fuera nuestra jefa algún día, pero...

-No creemos que este sea su lugar -terminó Naoko-.

-¿A qué se refiere? -preguntó con curiosidad la joven, no sabiendo exactamente a cuál, de todas las cosas que ella ya había pensado, se refería-.

Volvieron a mirarse entre ellas y luego Naoko se acercó a ella.

-Venga conmigo.

No muy convencida, Hoshi las siguió a ambas hasta afuera de la habitación. Recorrieron unos minutos por los largos pasillos de la enorme casa hasta llegar a una puerta por cuyas rendijas se escapaba la luz del interior del cuarto y risas algo escandalosas.

-¿Aún no se acuestan?

-No, le dije a Yumiko que intentara verla pronto para confirmar la boda.

Se escuchaban las voces de Nozomi y Mieko en el interior y Hoshi no dudó en apoyar su oído en la puerta para oír mejor.

-¿Entonces no has organizado nada? -preguntó la otra hermana-.

-¡No, claro que no! No es la primera vez que Yumiko dice que se casará y podría arrepentirse otra vez cuando vea a su prometida.

-¿Entonces le mentiste a la chica?

-Claro que sí. Es una niña, después de todo. ¡Cree que su familia y amigos podrán asistir!

Estallaron en risas.

-Aún así me parece buena chica. Tiene una buena figura, pero sus marcas son horrorosas.

Volvió a decir Mieko con un tono como si estuviera presenciando a alguien vomitar. Las otras dos mujeres se echaron a reír a carcajadas.

-¡Es verdad! ¿Qué clase de entrenamiento te deja en ese estado, eh?

Mieko rió.

-¡Parece un kimono barato con muchos parches!

-Seguro que fue una esclava y le dio vergüenza decírnoslo.

-¡Ni Dios lo quiera! ¡No quiero ensuciar el linaje!

-Mieko, ¿cómo harás cuando vaya a las piscinas o a las playas?

-Tendrá prohibido bañarse, por su puesto. Nadie, ni el peor pecador, tendrá la desgracia de verla en bañador.

Siguieron riendo a carcajadas. Desde cualquier perspectiva se evidenciaba que estaban muy ebrias.

El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora