6. Primera y Segunda Misión.

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El sol ya iluminaba la habitación completa. Miró a su lado y en el futón no había nadie durmiendo, supuso que ya se había levantado.

Frotó sus ojos con sus puños y se vistió para salir de la habitación. Para variar, no había nadie en la sala, así que supuso que estarían en casa de Hiyori.

Efectivamente, Hotaru, Kozo, Hiyori y Kotetsu estaban sentándose a desayunar.

-¡Buenos días! -gritó Kotetsu-.

-¡Buenos días a todos!

La noche anterior toda su familia la estaba esperando en su casa, pero Hoshi estaba tan agotada que sólo comió un poco, tomó un baño y se durmió. Está de más decir que su tío, después de abrazarla, la reprochó por la tardanza. Sin embargo, Hiyori le bajó los humos.

Se sentó a desayunar mientras relataba cómo fue para ella sobrevivir a la prueba y les contó, de manera muy superficial, que conoció a alguien muy agradable.

-¿Kamado? -Hoshi asintió-. Creo que me encomendaron forjar su espada.

-¿D-De verdad? -preguntó emocionada-.

-Ajá -dio un último sorbido al té-. Y creo que ya debo irme a terminar la tuya. Gracias Hiyori.

-No es nada.

-Yo también debo irme a trabajar, adiós -Kozo se retiró detrás de Hotaru, quedando sólo los tres y Neko-.

Siguieron conversando un poco más hasta que escucharon golpear la puerta. Hoshi se levantó y fue a abrirla.

-¡HOSHI!

Eran Kyojuro, Mitsuri e Iguro.

Se lanzaron a abrazarla y cayeron todos al piso riendo. Se pusieron de pie mientras Kotetsu y Hiyori llegaban a saludarlos.

Venían a ver a la chica y preguntar cómo le había ido con la prueba, pero primero le pidieron ver su uniforme. Ella salió a su casa, se vistió y fue con ellos otra vez para mostrárselos.

Estaba compuesto de pantalones hakama y una chaqueta cerrada, tal como ella quería. También se colocó las calcetas amarillas que Obanai le regaló. Eran bastante largas, pero ató el pantalón por debajo de las rodillas, se puso sus sandalias y salió de vuelta a casa de Hiyori.

-¡KYAAA! ¡TE VES HERMOSA! -Gritó Mitsuri-.

Todos halagaron su nuevo aspecto. Hiyori se retiró y volvió con unos ohagi para las visitas mientras Hoshi se preparaba para contar su historia otra vez, pero un estruendoso ruido la detuvo.

-¡¿HAY ALGUIEN EN CASA?! -Era la voz de Tengen-.

Todos se aproximaron a la entrada y lo vieron en la puerta con una caja en manos y acompañado de sus tres esposas.

-¡Hoshi! -dijeron las tres mujeres y se acercaron a abrazarla mientras Tengen saludaba al resto-.

-¡Qué bueno que estás bien! -comentó Hinatsuru-.

-¡Sabía que lo harías! -dijo Makio-.

-¡WAAAAA VOLVISTEE! ¡QUÉ BUENOO! -sollozaba Suma-.

-¡Muchas gracias! -decía Hoshi feliz mientras se separaba del abrazo-.

-¡Es bueno verte, Hoshi! -habló Tengen cuando terminó de saludar a los otros y se acercó para darle un abrazo a la ojiazul también-. ¡Tu uniforme te queda de maravilla!

-¡Gracias! -miró a los cuatro-, ¿a qué se debe la visita?

-¡Pues veníamos a verte! -exclamó Makio-.

El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora