37. Estrellas y Amor.

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-¡DÉJENME IR!

Llevaban varios minutos refugiados en el interior, pero apenas ingresaron y le informaron a Haganezuka que Hoshi se estaba enfrentando a un demonio, este dejó a medias su trabajo de forjar espadas por primera vez en su vida, para salir detrás de ella.

-¡HOSHI DIJO QUE NOS QUEDEMOS AQUÍ! -exclamó Kanamori-.

-¡CONFIEMOS EN ELLA, HOTARU! -le gritó Hiyori-.

-¡ES MUY BUENA CON LA KATANA!, ¡ELLA ESTARÁ BIEN! -gritó Kotetsu-.

Kozo, Hiyori y Kotetsu estaban sujetándolo para que no saliera, puesto que, aunque eran adultos, Hoshi era la más hábil y debían confiar en ella; pero Hotaru ya estaba enfermo de nervios. Su entrenamiento había sido muy bueno, por lo que ganó mucha fuerza, así que no aguantó más y ocupó todas sus fuerzas para deshacerse de los tres para finalmente caminar hacia la puerta, aunque se detuvo a medio camino cuando algo ingresó al taller.

-Vaya, qué lugar tan peculiar -dijo el demonio, mirando a su alrededor, hasta toparse con Hotaru justo frente a él-. Oh, no te vi. Eres un herrero, ¿verdad?

-¿Dónde está Hoshi? -preguntó Hotaru apretando la mandíbula de enojo y preocupación-.

-¿Te refieres a la muchacha? Está afuera -señaló con un pulgar detrás de sí-. Será parte de mi siguiente obra de arte.

-¿Arte?

El demonio asintió.

-Permíteme presentarme, mi nombre es Gyokko...

No quiso continuar, puesto que Hotaru lo había rodeado rápidamente para salir por la puerta en busca de su sobrina, pero al demonio eso lo enfadó. Invocó una vasija en una de sus manos y de ella salió un corte que llegó hasta Hotaru, derribándolo y haciéndolo chocar contra la pared.

-¡HOTARU!

-¡HOTARU-SAN!

Exclamaron los adultos y el niño, haciendo que el demonio se dirigieron hacia ellos. Los señaló con un dedo y siguió hablando.

-Ustedes son los de hace un rato, ¿verdad?

Con un poco de dificultad, Hotaru se puso de pie, dejando ver sus ropas con sangre debido a los diversos cortes.

-¡Hazte a un lado!

El demonio rió ante esa actitud del forjador.

-No estás en posición de ordenarme algo, tonto.

Haganezuka intentó correr otra vez, pero fue derribado nuevamente y ahora su máscara se rompió.

-¿Por qué tanto empeño en salir por la chica?, ¿Por qué no te preocupas por ti, eh? ¡Son tus últimos momentos de vida!

-¡Aunque lo fueran, quiero pasarlos con mi sobrina! -gritó con enojo-.

Gyokko ladeó la cabeza, extrañado.

-Pero si ella no es tu sobrina. No tiene tu sangre -miró a los otros tres-. Tampoco comparte sangre con ustedes.

Eso hizo que la sangre de Hotaru hirviera. El demonio se llevó una mano a la barbilla y empezó a pensar.

-A decir verdad, su sangre era extraña, diferente. Por eso la tengo prisionera, la llevaré con mi señor para que pueda revisarla.

Sonrió con malicia y la sangre de todos se heló al saber que con "mi señor" se refería a Muzan Kibutsuji.

De un momento a otro, la puerta se derribó, revelando a dos chicas con katanas, listas para combatir.

-¡¡HOSHI, MITSURI-SAN!! -gritaron Kotetsu, Hiyori y Kanamori con entusiasmo-.

El Sol Es Una Estrella [KNY x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora