Fields Of Gold (4)

700: Encontrar una mina

Con la habilidad especial de Zhu Junyang, naturalmente podía decir que había algo que molestaba a su segundo hermano durante todo este tiempo, lo que provocaba la ruptura entre ellos. En el pasado, no deseaba investigar más. Quizás ahora tenían la oportunidad de reparar estos malentendidos.

Zhu Junxi le dio unas palmaditas en el hombro y sonrió: "Después de llegar al ejército, me he encontrado con más personas de todos los ámbitos de la vida y mi visión del mundo se ha ampliado gradualmente. A partir de eso, me he vuelto más comprensivo. Ahora, tú tienes tu propia carrera y familia y yo tengo mi propia dirección en la que trabajar duro. Si todavía actúo como un niño, luchando por el favoritismo y el amor de nuestros padres, ¿no sería una tontería?

"Segundo hermano, como padres, es difícil no dedicar más tiempo y atención al niño más débil y problemático. En realidad, siempre te he envidiado a ti y al Hermano Mayor. Si pudiera elegir, preferiría ser como todos los demás niños y tener una infancia feliz y sin preocupaciones. Sería capaz de actuar malcriado y obstinado frente a nuestros padres". Zhu Junyang miró a la joven que sonreía tan brillantemente como las flores a su alrededor. Sus ojos se suavizaron considerablemente. Gracias a los cielos por permitirle encontrar la única esperanza que tenía en esta vida.

Zhu Junxi también miró en la misma dirección que su hermano menor y vio a dos jóvenes que se reían a carcajadas. Sus labios se curvaron en una sonrisa cuando dijo: "¡Vamos! Sé dónde les gusta esconderse a los cerdos salvajes. Tus habilidades con el tiro con arco son buenas, así que traigamos de vuelta a un jabalí. ¿No dijo la cuñada más joven que sabe cómo hacer carne con hilo dental y carne seca, ah? Sin carne, ¿cómo puede hacerla?

"¡Ustedes dos saben cómo ordenar a la gente! Mi esposa y yo acabamos de llegar aquí y nos obligan a cazar jabalíes y hacer cecina". Aunque las quejas salieron de su boca, Zhu Junyang no dejó de caminar hacia adelante. Los dos hermanos se adentraron más en la jungla.

En la oscuridad moteada del bosque, se podía escuchar el sonido de la risa de Zhu Junxi, "¿Qué pasa? ¿Te sientes mal por tu esposa? No te preocupes, no permitiremos que tu esposa haga nada. La General Mu tiene varias mujeres soldados bajo su mando que son más que capaces. Tu esposa solo necesita aletear sus labios y se hará".

Cuando Han Xiaomu terminó de comer media caja de hilo de carne y devoró los pocos albaricoques secos que le quedaban a Xiaocao, los dos hermanos regresaron con un gran cerdo salvaje que pesaba entre trescientos y cuatrocientos catties. Para el almuerzo, la carne del cerdo salvaje se había dividido. La mitad se había destinado a agregar un plato para los soldados de alto rango y los ayudantes personales de Zhu Junxi. El resto se había destinado a la conservación. Una porción grande se usaría para hacer cecina, mientras que una porción más pequeña se convertiría en hilo de carne.

A la mañana siguiente, Xiaocao cumplió su promesa y usó algunas herramientas e ingredientes simples para hacer pan de carne y pasteles de carne. El suroeste era cálido y húmedo, lo que dificultaba conservar los alimentos por mucho tiempo. Han Xiaomu terminó de devorar estas nuevas golosinas en el lapso de dos comidas. Incluso le rogó a Xiaocao descaradamente, pidiéndole el método para crear estos panes y pasteles. Estaba planeando que una de sus mujeres soldado que era buena cocinando aprendiera estas recetas. En cuanto a ella, era alguien que incluso necesitaba moldes para hacer galletas que se vieran aceptables, así que sabía que no estaba a la altura de esto.

Zhu Junyang y su esposa descansaron en el campamento del ejército durante dos días antes de partir hacia la frontera con Myanmar. Allí, el gerente de Wisdom Jade Pavilion, Zhang, había llegado a un acuerdo con uno de los príncipes allí y pudo comprar una mina de jadeíta. La jadeíta extraída de ese lugar era bastante buena. Sin embargo, la mina era más pequeña y se había utilizado anteriormente antes de que Wisdom Jade Pavilion la comprara. Así, la provisión de jadeíta que salía de allí poco a poco no fue suficiente para cubrir las necesidades del taller en la capital.