"Capítulo 4"

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Ella asintió. —Vamos a casa—

Esa fue la señal que Jughead necesitó para empezar a conducir hacia la casa de su novia. En el camino iban intercambiando miradas que decían más que mil palabras.

Ya se conocían tanto que hasta las miradas decían mucho.

Finalmente Jughead llegó a casa de Betty mucho más rápido de lo que pensó. Bajó del auto, le abrió la puerta a Betty para que saliera y ambos entraron a la casa, tomados de la mano.

Jughead usualmente la sobreprotegía tanto que a veces era peor que Hall. Siempre se aseguraba de darle seguridad ante cualquier cosa y hacerla sentir amada.

Una vez que entraron a la casa, Betty cerró la puerta principal, fue a la sala de estar y se tiró al sofá, soltando un suspiro.

Jughead fue hacia ella, con una sonrisa, y se sentó a su lado. —¿Que tienes mi amor? Estamos en casa... como me pediste—

Ella lo miró mal. —No me dejaste tomar, Jug. Malo— Lo regañó. Jughead la consentía tanto que ya hasta la había acostumbrado a comportarse como niña a veces.

—No muñeca. Tu no puedes tomar mucho alcohol porque después te pones ebria y quieres quitarte la ropa frente a todo el mundo— Le recordó.

—Eso no es cierto— Negó Betty, con cara de indignada. —No me hables—

Jughead soltó una risa y posó una mano sobre la mejilla de su novia. —¿Acaso estamos discutiendo?—

—No— Negó la ojiverde, quitando la mano de Jughead de su mejilla. —Tu eres el que está discutiendo—

—Yo no. Tu si lo estás haciendo, nena— Sentenció el ojiazul.

—Te odio— Contestó Betty, mirándolo mal.

Jughead rió y besó la frente de la chica. —Y yo te amo más que a nada, nena—

—¿Crees que con tus palabritas y tus besitos me vas a convencer de perdonarte?— Preguntó la rubia, con una ceja alzada.

—¿Perdonarme que? Yo no hice nada mi amor. Ven aquí— Le pidió, abrazándola y llenándole la cara de besos.

—¡No!— Se negó, estallando de la risa. —¡Jughead, no!— Rió más fuerte.

Él paró de llenarla de besos y simplemente se detuvieron para mirarse a los ojos. Amaban quedarse en silencio y solo explorar la mirada del otro.

La atracción y la tensión entre los dos los hizo acercarse tanto que juntaron delicadamente sus labios, pero esa delicadeza se esfumó cuando empezaron a devorarse en ese beso.

Betty se sentó a horcajadas sobre él mientras aún lo besaba. Él colocó ambas manos sobre las caderas de la chica y las apretó, poniéndose duro contra sus piernas, sintiendo la necesidad de sentirla.

Jughead se separó del beso y la miró. —Espera... tus padres. ¿A que hora llegan?—

—Ellos salieron juntos a... no se. A alguna fiesta tal vez, pero no llegarán en un buen rato— Aseguró, acariciando la mejilla del chico mientras lo miraba con ese deseo en su mirada.

—¿Segura?— Le preguntó, mirándola de arriba a abajo, deseando tocarla.

—Muy segura— Aseguró, volviendo a besarlo.

Otra vez sus labios se juntaron y sus lenguas se encontraron, pero ese beso se estaba saliendo de control y ambos lo sabían, pero no había nada que desearan más que poder tocarse y disfrutarse.

Betty se detuvo para desabrochar el pantalón de su novio hasta dejar su miembro afuera, y él la ayudó a subirse el vestido y bajarse las bragas.

Ella empezó a saltar sobre el, haciendo que él la penetrara, y él apretaba las caderas de la chica, pegándola más a él mientras ésta saltaba y gemía al mismo ritmo que el.

Error Adolescente |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora