Dos chicos que están a nada de graduarse de la secundaria e iniciar sus vidas, pero cometen un error que puede comprometer su futuro y tal vez sus vidas para siempre
Jughead miró a sus hijos por el espejo retrovisor, especialmente a su hija. —Tu y yo tendremos una conversación seria, Mía— Aseguró.
Mía suspiró y volvió a mirar a su hermano. —¿Quien te golpeó, mocoso? Habla— Exigió.
—¿Quien golpeó a mi bebé?— Preguntó Betty, enojada, mirando a su pequeño hijo. —¿Quien te hizo eso mi amor?—
—Hablemos en casa— Exigió Jughead, empezando a conducir.
El ambiente nunca había estado tan tenso. Jughead estaba muy enojado, Betty también, Mía también estaba enojada y el pequeño Mateo también lo estaba aunque no lo expresara.
Una familia que no solía tener discusiones de ésta magnitud, la estaba teniendo en este momento.
Jughead condujo hasta la casa. Todos bajaron del auto, entraron a la casa y se reunieron en la sala, aún con esa tensión en el ambiente.
Jughead suspiró, poniéndose de pie y dando vueltas de un lado a otro en la sala de estar. —No se por donde empezar. Mateo, ¿Que te pasó en la cara? Es evidente que te golpearon—
El niño no se atrevía a responder. Tenía el ojo izquierdo morado e hinchado, y le dolía bastante.
—Bebé, estas conmigo, con papá y con tu hermana. Somos tu familia. No tengas pena de decirnos qué te pasó— Le pidió Betty a su hijo, mirándolo.
—Vamos enano— Lo animó Mía.
El pequeño suspiró, bajando la mirada. —Es que... hay dos niños de mi escuela que creen que soy gay porque siempre estoy andando con Annie y con Sofia— Confesó, un poco avergonzado.
—¿Que se creen? Eso no tiene nada de malo. Anthony es hombre y anda conmigo y con Lexy—Opinó Mía.
—Ay bebé... pero no hay ningún problema si lo fueras— Aseguró Betty y miró a su esposo. ¿Verdad Juggie?—
—¿Te gustan los chicos?— Le preguntó Jughead a su hijo, mirándolo.
—No. Les juro que me gustan las niñas, de verdad— Aseguró el menor.
—Entonces mañana iré a la escuela y hablaremos con la directora. ¿Son más grandes que tú?— Le preguntó Jughead al niño.
—Van en octavo grado— Respondió el niño.
—Eso es un abuso. Malditos mocosos— Se quejó Mía.
—Mañana hablaremos con la directora mi amor. Tranquilo— Le habló Betty a su hijo, abrazándolo y besando su cabeza.
—Y ahora tu, Mía— Dijo Jughead, mirando seriamente a su hija mayor. —¿Qué fue lo primero que te advertí? Ya hasta se me escapó lo que te iba a decir—
—Mejor así. ¿Por qué no puedo hablar con los chicos de la secundaria?— Preguntó Mía.
—Es que no es eso hija. Te dije que te alejaras de los chicos. El único chico con el que puedes hablar es con Anthony. Él es de confianza, pero los otros no. Solo te estoy cuidando— Dijo Jughead.
—¡¿Cuidándome de que?!— Preguntó Mía en voz alta, poniéndose de pie, ya cansada. —¡Solo nos estábamos conociendo!—
—¡Soy tu padre y no vas a alzarme la voz así!— Exigió Jughead.
—¡Ya cálmense!— Exigió Betty, poniéndose de pie. —¡Dejen de gritar!— Tomó aire y se calmó. —Jug... estoy del lado de mi hija, de nuestra hija. Ella no estaba haciendo nada malo—
—Gracias mamá— Agradeció Mía, sonriéndole a su madre.
—No puedes estar del lado de nuestra hija. Es una niña— Opinó Jughead. —Yo se que es lo mejor para ella—
—Ya no discutan— Pidió Mateo en voz baja, mirando a sus padres y hermana. —Nunca discutimos y mira, ahora si—
—Oh chiquito... voy a buscar algo para ese ojito tuyo mi amor— Dijo Betty, dirigiéndose a las escaleras y dándoles una última mirada a su esposo e hija. —Ustedes dos, arreglen las cosas por favor—
Mía suspiró y miró a su padre. —Papá, está bien. De ahora en adelante te voy a obedecer, pero ya no quiero más discusiones—
Jughead miró a su hija con una ceja alzada. —¿Que razones tengo para creerte?—
—Papá, de verdad. Ya no voy a juntarme con los chicos de la secundaria. Tienes razón—
Jughead suspiró y fue hacia su hija, abrazándola y besando su cabeza. —Me alivia mucho eso, hija. Sabes que lo único que hago es protegerte—
—Lo se papá. Y agradezco eso, enserio— Aseguró Mía, separándose del abrazo y sonriéndole.
—Eso quería ver— Habló Betty mientras bajaba las escaleras con un pequeño botiquín de primeros auxilios.
Después de estas incómodas conversaciones, cenaron juntos y todo volvió a ser normal, al menos por ahora.
Más tarde, Betty y Jughead yacían en su habitación, ya listos para dormir después de un día intenso y agotador.
—Odio que se aprovechen de mi bebé. Dios... es solo un niño— Se quejó Betty, acostándose en la cama al lado de Jughead.
—Tendré que enseñarle a pelear— Admitió Jughead, rodeando a Betty con su brazo y besando su frente, pegándola a él.
—Jug... ¿Qué fue eso?— Le preguntó la rubia a su esposo, mirándolo.
—¿A qué te refieres mi amor?— Le preguntó, mirando el techo.
—Te alteraste demasiado cuando nuestra hija simplemente estaba hablando con un chico. No está mal que conozca a más muchachos— Opinó Betty.
—Betty... ¿Viste como ese muchacho la estaba mirando? Obviamente quiere acostarse con ella—Dijo el ojiazul.
—¡Jughead!— Lo regañó Betty, mirándolo mal. —¿Qué cosas estás diciendo? Solo estaban hablando—
—Pero vi como ese muchacho la miraba. Betts, yo sé de esto— Aseguró Jughead, mirándola. —Solo quiero cuidarla y no quiero que cometa un error—
—¿Pero cual error?— Preguntó Betty. —Juggie... si tienes miedo de que nuestra hija también...
—¿Sabes qué quiero?— Preguntó Jughead, girándose en la cama hasta hacer que Betty quede debajo de él. —Estar en el Five Seasons hoy, me hizo recordar aquella noche increíble que tuvimos después de la boda. ¿Recuerdas?—
Betty sonrió, mordiéndose el labio. —¿Como lo voy a olvidar? Te amo Jug. No quiero que volvamos a discutir igual que hoy—
—Y eso no va a pasar, amor— Aseguró el pelinegro, empezando a besar su cuello.
—Juggie...— Jadeó ella, aferrándose a la espalda desnuda del ojiazul. —Ya hicimos el amor al menos tres veces hoy—
—Sabes que no me canso de hacerte el amor, Betts— Confesó, bajando sus manos a los botones de la pijama de su esposa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
😌 Bughead está muy hot en esta vuelta 😈
No saben todo el drama que viene 👀
Y si mañana me desaparezco, no se preocupen. Tengo clases virtuales 🥲🥲