Error Adolescente |Bughead|

"Capítulo 32"

Las semanas seguían pasando y la situación estaba igual... o quizá peor.

Jughead nunca estaba, y cuando estaba prefería estudiar y luego se quedaba dormido. Ya no le prestaba atención a su novia o a su bebé y a Betty ya no le agradaba esa situación.

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Se estaba haciendo tarde y Jughead no llegaba. Eso ya no era raro en él últimamente. Se estaba dejando consumir por el trabajo.

Ella también, aunque no lo admitiera. Aún a esa hora, estaba pegada a la computadora, redactando.

Estaba tan estresada que perdía la noción del tiempo y del espacio y la falta de descanso le provocó unas enormes ojeras.

Prácticamente era esclava de esa computadora.

—Buenas Noches— Saludó Jughead, entrando a la casa mientras se pasaba una mano sobre la cara, cansado.

—Buenas noches— Contestó Betty apenas audible, pegada a su computadora.

Jughead se tiró sobre el sofá y la vio sentada frente a la mesa, solo con la luz de la computadora alumbrando el rostro de su novia.

—¿Que rayos haces, Betty?— Le preguntó Jughead, mirándola.

—Tarea— Contestó, bostezando. Estaba extremadamente cansada.

—No— Negó Jughead, poniéndose de pie. —No me salgas con que estas haciendo tarea. Van a ser las doce de la media noche y sueles quedarte frente a esa maldita computadora hasta las tres y luego despertar a las siete o a las ocho para las clases virtuales. Eso no está bien—

Betty se puso de pie y lo miró con seriedad. —¿Que te pasa? ¿Podrías dejarme en paz?—

—No te voy a dejar en paz, Betty. ¿Quieres que yo deje que te sigas desvelando? ¡Estas en un punto muy importante del embarazo Betty!— Le recordó.

—¡Ya lo se!— Respondió la rubia, mirándolo fijamente y con algo de ira. —¿Por que vienes a estas horas a reclamarme cuando nunca estas?—Preguntó, con los ojos cristalizados.

Jughead suspiró y le dio la espalda. —No quiero ni puedo discutir contigo—

—Claro— Contestó Betty, soltando una risa irónica. —Dices que no quieres discutir cuando sabes que te estoy ganando—

—¿Ganando?— Preguntó Jughead, girándose a mirarla, serio. —Tu sabes perfectamente que desvelarte te va a hacer daño estés o no estes embarazada. Además, si yo fuera tu, aprovecharía para descansar porque después vendrá una bebé que no nos dejará dormir en varias semanas. Me mato trabajando para que a ti y a nuestra bebé no les falte nada, Betty—

—Lo se y te felicito por eso— Contestó Betty, acercándose a él y acariciando su mejilla. —Solo... no se qué me está pasando—

Jughead le sonrió. —Hormonas—

Betty le golpeó el hombro y se sentó lentamente sobre el sofá, agarrándose el vientre con una sonrisa. —Mi bebé... se está moviendo mucho—

—¿De verdad?— Preguntó el chico, sentándose a su lado y poniendo una mano sobre el vientre de su novia. Se asombró al sentir lo que parecían patadas de parte de la pequeña dentro del vientre. —Oh por Dios... lo está haciendo. Esta... pateándome o algo así— Sonrió.

Betty sonrió y cuando escuchó una notificación llegar a su computadora, se acordó del trabajo que dejó a medias y se puso de pie rápidamente, corriendo hacia la computadora.