Error Adolescente |Bughead|

"Capítulo 39"

Betty y su bebé estuvieron bajo observación durante muchas horas. La bebé nació varias semanas antes del tiempo y Betty estaba débil después del parto, pero lo bueno es que Jughead y su familia estuvieron ahí todo el tiempo.

Luego pudieron regresar a casa, ahora con su pequeña en sus brazos. Su familia estuvo ahí, y sus amigos viajaron de regreso a Riverdale solo para conocer a la pequeña Mía.

—Oh Dios mío... es tan pequeña...— Admitió Verónica, admirando a la niña que estaba en brazos de Betty.

Betty estaba en la sala, con la bebé en sus brazos y rodeada de familia y amigos. Su novio, el padre de su hija, Alice, los Jones, Archie y Verónica, Cheryl y Toni, Kevin y Fangs, Reggie y Tabitha y Sweet pea.

No habían dejado de ser leales aunque hayan tomado caminos diferentes.

—Verónica... prométeme que cuando nos graduemos y estemos trabajando vamos a tener uno— Pidió Archie, mirando a la bebé de sus amigos y luego a su novia.

—¿Yo?— Preguntó Verónica. — No prometo nada— Negó.

—No se los recomiendo— Advirtió Betty, divertida.

—Al fin haces algo que quedó muy bien, Jughead— Admitió Sweet pea, mirando a la niña.

—Jughead parece una fotocopiadora. ¿Ya notaron el parecido que tiene la niña con el? Es increíble— Exclamó Fangs.

—Si, te aseguro que no voy a permitir que ningún niño baboso se le acerque a mi hermosa y perfecta ahijada— Aseguró Kevin, mirando a la bebé con una sonrisa.

—Creo que Jughead ya tiene ese trabajo— Supuso Cheryl, divertida, mirando a la bebé. —¿Quien es la princesa hermosa de su tía favorita?—

—Ella será mi bebé por siempre y claro que no permitiré que ningún hombre se le acerque— Sentenció Jughead. —Jamás—

—Así se habla hijo. Los únicos hombres que estarán en su vida somos nosotros y sus tíos. No más— Apoyó Fp a su hijo.

—Estos hombres...— Murmuró JB, rodando los ojos.

—Es tan hermosa... muchas felicidades. Por el trabajo no te preocupes Jughead. Tienes el tiempo que necesites para estar con tu bebé y ayudar a Betty— Aseguró Tabitha, sonriéndole.

—Gracias Tabitha— Le agradeció el chico mientras tomaba con cuidado la mano de su hija.

—Los apoyo en eso de evitar que se le acerquen chicos a la niña. Seré su guardaespaldas— Dijo Reggie y luego miró a Tabitha. —¿Y tu que dices, linda? ¿Estas soltera?—

Tabitha rodó los ojos. —Déjame en paz—

—No puedo creer que ustedes hayan venido hasta acá para conocer a Mía— Admitió Betty, mirando a sus amigos con una sonrisa.

—Estamos para ustedes siempre, Betty— Aseguró Sweet pea.

—Siempre que nos necesiten vamos a estar— Dijo Verónica, sonriéndoles.

Rieron, la pasaron bien y la joven pareja de padres primerizos no podían estar más agradecidos por los amigos que les tocó. Aún en la distancia estaban para ellos.

Pronto se tuvieron que ir, pareja por pareja hasta que Betty y Jughead se quedaron solos en su nido de amor y el fruto de ese amor, su pequeña hija.

La que se quedó por un rato más fue Alice. Ella no se había ido aún porque entendía que Betty no sabía nada sobre bebés y mucho menos Jughead. La necesitaban.

Sobre todo cuando la bebé empezó a llorar. Betty estaba en su habitación, sentada al borde de la cama con la pequeña en sus brazos. Lloraba desconsoladamente y ella no sabía que hacer.