"Capítulo 7"

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Ella hizo un silencio, mirándolo. —Es que... no me baja desde hace como tres meses— Confesó, asustada.

Jughead la miró con los ojos abiertos como platos y el miedo hasta hizo que sus pupilas se dilataran.

—Pero... es normal. ¿No?— Preguntó Jughead, deseando con todo su ser que ella diga que si.

Ella suspiró, mirándolo con miedo. —No... normalmente me baja a final de mes... pero hace casi tres meses que no... nada— Negó, empezando a temblar.

—Amor— Le habló, abrazándola. —Tranquila— Hizo un silencio. —¿Que es lo que tenías exactamente? ¿Náuseas? ¿Vomitos? ¿Te sientes mareada o algo así?—

Betty asintió, con las lágrimas llenando sus ojos verdes esmeraldas. —Jug...

—Amor... ¿Por qué lloras bebé?— Le preguntó, abrazándola más fuerte. —Pero... has estado tomándote las pastillas... ¿Verdad?— Preguntó.

Ella se separó del abrazo y asintió, limpiándose las lágrimas. —Sabes que eso no se me olvida—

—Si... pero... ¿Tres meses que no te baja?— Se preguntó Jughead en voz baja, tratando de pensar. —La noche de la fiesta en la que terminamos en tu casa y tuvimos... ya sabes. Te tomaste la pastilla después de eso. ¿Verdad?— Le preguntó, mirándola fijamente.

—Claro— Aseguró.

—Y te la tomaste justo como lo dice la indicación, a los tres días, ¿Verdad?— Preguntó Jughead.

Betty casi se puso pálida en ese momento cuando recordó lo que hizo en realidad. —Yo... yo me la tomé a los cuatro días— Confesó, asustada.

—¿A los cuatro...?— Preguntó Jughead, pasándose ambas manos sobre la cara para volver a mirarla. —¿A los cuatro días Betty? Es al tercer día después de tener sexo— La regañó.

—Pero un día más o un día menos no importa... ¿O si?— Le preguntó Betty a su novio, con miedo.

—Claro que importa bebé. Si no te la tomas como te lo dice la indicación entonces puedes quedar...— Dejó de hablar y soltó un suspiro. Tenía miedo hasta de pronunciar esa palabra.

Ella lo miró con un terror intenso en sus ojos y lo abrazó, empezando a llorar. —¿Acaso estas diciendo que yo estoy...?—

—No mi vida— Negó, abrazándola y besando su mejilla. —Seguro estas enferma por otra cosa. No llores linda—

—Chicos...— Les habló Alice, abriendo la puerta de la habitación con dos cuadernos en mano y preocupándose al ver a su hija llorar. —¿Que pasó? ¿Betty se siente mal otra vez?—

Betty se separó del abrazo y miró a su madre con una sonrisa fingida. —Solo estoy tan feliz... estoy feliz de tenerlo a él—

Jughead miró a Alice y asintió. —Es cierto... ella llora de tanta felicidad—

Alice los miró, extrañada, pero luego sonrió y dejó los cuadernos sobre la mesita de noche de la habitación. —Estos son los cuadernos que dejaste en la sala Jughead. En un rato subiré para traerles algo de comer. Por favor... logra que Betty coma algo— Suplicó, saliendo de la habitación.

Una vez que Alice se fue, Betty y Jughead se miraron, pretendiendo continuar con ese tema tan delicado.

—¿Que vamos a hacer?— Le preguntó Betty a su novio, aterrada. —¿Y si lo estoy?—

—No amor. Yo estoy seguro de que no— Aseguró, besando su frente y volviendo a abrazarla. —Mira... si sigues con malestares mañana... voy a comprarte una prueba de embarazo y te la vas a hacer, pero que nadie sepa esto. Estoy seguro de que saldrá negativa, ¿Si?—

Error Adolescente |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora