"Capítulo 83"

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Al día siguiente, Betty y Jughead ya habían llevado a sus hijos a la escuela y estaban solos, en casa.

Jughead estaba agachado frente a ella, besando su vientre todavía plano y ella reía.

—Qué exagerado eres. No se ve, es muy pequeño—Le recordó, divertida.

—Eso no me interesa— Respondió Jughead, dejando otro beso en el vientre de la rubia y poniéndose de pie para entonces besar sus labios. —Pero apuesto lo que quieras a que será niño—

—No puedes saberlo— Negó Betty, besándolo.

Él le correspondió y se separó, mirándola. —Lo que no sé es cuándo o cómo lo concebimos. Las últimas semanas teníamos sexo hasta... cuatro veces al día—

—Cállate— Le exigió ella, divertida. —Hay que decirle a los niños—

Jughead bajó la mirada. —Creo que... debes saber que... no. Olvídalo—

—No. ¿Que me ibas a decir?— Le preguntó, curiosa.

—Más tarde lo sabrás— Aseguró el, sonriéndole. —No puedo estar cerca de ti sin perder el control—

—Lo se, pero ahora tengo una videoconferencia —Avisó.

—Y yo me dormí súper tarde escribiendo una maldita reseña. Pero... tengo que salir a resolver algo importante— Avisó el ojiazul.

Betty lo miró, con una ceja alzada. —¿Qué diablos tienes planeado hacer?— Preguntó.

—Tengo que... salir a juntarme con alguien— Mintió.

—¿Con quien?— Preguntó Betty, no muy confiada.

—Un viejo amigo amor. Te amo, adiós— Se despidió, dejando un beso rápido en su mejilla para salir rápidamente de la casa.

Betty lo vio salir de la casa, extrañada. Sabía que Jughead planeaba hacer algo atrevido. Lo conocía demasiado bien.

Jughead salió de la casa y se fue caminando hacia Riverdale High. Él tenía algo planeado, porque su sangre aún ardía con lo que su hija le dijo.

Llegó a Riverdale High, pero fue lo más precavido posible y no se dejó ver por ningún estudiante.

Iba detrás de David. Él había investigado quien era la noche anterior después de hacer su reseña. Lo vio con sus amigos frente a la secundaria y esperaba el mejor momento para acercarse a él.

Vio que David se alejó de sus amigos y se quedó solo, en un rincón no muy cerca de Riverdale High, y se acercó a él por detrás.

Se acercó hasta que lo alcanzó y le cubrió la boca para que no pidiera ayuda. Quizá lo que estaba haciendo estaba mal, pero eso no le importó ni un poco.

Llevó a David a un callejón, sin destaparle la boca, y lo miró. —Shhh... no voy a hacerte daño mocoso. Solo quiero que me respondas algunas preguntas, pero colabora y no grites, cobarde—

David asintió, asustado, y Jughead le destapó la boca lentamente. —¿Quien es usted?— Preguntó el chico, con la voz nerviosa.

—Soy el padre de Mía. ¿Te suena? Es la niña con la que querías tener sexo hace unas semanas— Le recordó, enojado.

—Oiga... yo no la lastimé, de verdad. No tuve nada con ella esa noche— Negó, aterrado.

—Claro que si. Lo sé todo, mocoso. Y más vale que no hallas llegado a hacerle nada porque te juro que te iba a matar— Amenazó el ojiazul. —No quiero que vuelvas a meterte con mi niña o estarás en problemas. ¿Tu eres el hijo de Donna?— Preguntó.

—No, ella es mi tutora legal. Ella se casó con mi padre cuando yo tenía cinco años, pero mi padre se volvió drogadicto y el estado la nombró como mi tutora— Contó David. —Nunca quise lastimar a Mía. Es mi amiga y es buena chica, pero... mi tutora me quiso obligar a... a embarazarla—

—¿Que?— Preguntó Jughead, atónito y ofendido. —¿Donna te quiso obligar a dejar a mi hija embarazada? ¿Ella está enferma o mal de la cabeza? ¡Mía es una niña!—

—Lo se, ella me amenazó con regresarme con mi padre. Mi padre es un alcohólico, drogadicto y... y él me golpea. Le mentí y le dije que sí me acosté con ella, pero fue mentira. Yo lo iba a hacer, pero no quería hacerlo, lo juro. Mía... Mía es muy pequeña para eso y no estaba lista. Incluso dejé de hablarle para protegerla de Donna. Le juro que no le hice nada a su hija— Aseguró, aterrado.

Jughead miró al chico. Él no mentía ni parecía un mal chico. Solo era un títere más para Donna.

—Escucha, muchacho. De verdad agradezco que respetaras y cuidaras a mi hija. Pero... Donna esta loca y no es apta para ser tu tutora—Aconsejó.

—Lo se, por eso me mudaré con mis abuelos. Lo haré esta noche sin que ella se de cuenta— Avisó el chico.

Jughead suspiró, mirándolo. —Mi hija te gusta... ¿Verdad?—

—No señor— Negó, nervioso.

—Por favor... yo viví todo eso. Tú le gustas a mi hija. ¿Ella te gusta a ti?— Insistió el ojiazul.

David bajó la mirada. —Tal vez un poco... Pero no se enoje—

—No me enojo, pero igual no quiero que te le acerques mucho y que no se te pase la mano con ella. Y hablando enserio... escapa de Donna. Si quiso obligarte a acostarte con mi hija... podría obligarte a hacer muchas otras cosas terribles. Ten cuidado, eres un buen muchacho— Admitió, poniendo una mano sobre el hombro del adolescente.

—Gracias, señor Jones— Agradeció David. —Eso haré—

—Muy bien. Ahora fuera de mi vista— Exigió Jughead.

David asintió y se fue de regreso a Riverdale High, y el receso estaba por terminar.

Jughead fue compasivo con el chico. Supo que no era un mal muchacho y que su problema era con Donna.

Por eso, esperó a que el recreo terminara y se infiltró en la secundaria, con intenciones de encontrarse con Donna.

Los pasillos estaban vacíos y todos estaban ocupados cuando él entró, y para su suerte vio la figura de Donna en medio de los pasillos.

—Donna— La llamó, acercándose.

Donna se giró a mirarlo y sonrió con esa maldad en su mirada. —Jughead... ¿A qué debo este honor? ¿Vienes a investigar sobre tu hija?—

—Sabes muy bien lo que hiciste, bruja— La acusó.

Donna sonrió presumiblemente. —No me digas. ¿Mi muchacho cumplió con lo suyo?—









 ¿Mi muchacho cumplió con lo suyo?—

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Esto se va a prender 🔥 😬




Samy ❤️

Error Adolescente |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora