"Capítulo 87"

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En el mensaje...

Desconocido
No te cansas de arruinar mi vida
Vas a pagar lo que hiciste maldito
Ya verás

Después de leer ese mensaje, Jughead dejó el celular a un lado, molesto. Sabía quien lo había enviado.

—¿Estas bien, Juggie?— Le preguntó Betty, preocupada. —Viste tu celular y te pusiste raro. ¿Pasa algo malo?—

Jughead suspiró y tomó las manos de Betty, besándolas. —Son mensajes de... del trabajo. Son personas que aún no entienden que todo lo que quiero es estar con mi familia y que el trabajo va después— Mintió, volviendo a besar su vientre.

Betty sonrió. —Te amo—

—También te amo— Le respondió, rodeándola con su brazo y pegándola a él. —Oye... ¿Que te parece si te quedas aquí y yo voy y recojo a los niños?—

Betty lo miró, con una ceja alzada. —¿Que? ¿Por qué?—

—No lo se. Esa cita con tu doctora tardó mucho y debes estar cansada. Además, la doctora dijo que es importante que descanses. ¿No?— Le preguntó, pero las razones por las que no quería que ella lo acompañara eran otras.

—No me va a pasar nada con el simple hecho de ir contigo a buscar a los niños. ¿Sabes que? Yo voy a conducir— Se ofreció la ojiverde.

—Oh no no no— Negó Jughead, soltando un suspiro. —¿Sabes qué? Esta bien, pero no quiero que seas tú quien conduzca—

—¿Por que?— Preguntó Betty, ofendida. —¿Que te pasa? Que exagerado—

—Ya, no quiero discutir contigo— Negó Jughead, poniéndose de pie y tendiéndole a Betty la mano. —Vámonos—

Betty rodó los ojos y tomó la mano de Jughead para que éste la ayudara a ponerse de pie, y juntos salieron de la casa y entraron al auto para ir a recoger a sus hijos.

Primero buscando al menor, y luego dirigiéndose a la secundaria a buscar a la mayor. Los niños estaban ansiosos por saber el género de su nuevo hermanito, o hermanita.

—Hola mamá y papá. ¿Que tal? ¿Como les fue?—Preguntó Mía, entrando al auto, muy sonriente.

—No me quieren decir— Se quejó Mateo, cruzando los brazos.

Jughead miró a su hija por el espejo retrovisor y alzó una ceja. —Primero hablemos de ti. ¿Por qué tan sonriente, hija?—

Mía sonrió y bajó la mirada, y Betty miró a su hija con una ceja alzada.

—Chiquita... ¿Qué o quien te causa esa sonrisa?—Preguntó Betty, pícara.

—¿Hablaste con David hija?— Le preguntó Jughead, empezando a conducir a casa.

—Uhh... ¿Quien es David?— Preguntó Mateo, mirando a su hermana. —¿Es tu novio?—

—Ay ya basta— Exigió Mía, sonrojada. —¿Acaso no estábamos hablando del bebé?—

—Mateo, tu hermana es pequeña para tener novio. A David se lo apruebo como su amigo y nada mas— Aclaró Jughead, estacionando el auto frente a la casa.

Error Adolescente |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora