Betty y Jughead iban saliendo de una reunión en la que participaron en el Five Seasons, el lugar al que fueron a pasar su noche de bodas cuando se casaron.
—Por fin. Pensé que esa reunión nunca terminaría— Dijo Betty, entrando al auto y soltando un suspiro. —Estos malditos tacones me están matando—
—La verdad no se como aguantas tener eso puesto el día entero— Admitió Jughead, entrando también al auto, al asiento del conductor. —¿Como crees que la estén pasando los niños? ¿Qué hay de nuestra hija?—
—Ella está bien, Jughead. Relájate— Lo tranquilizó, escapándosele una sonrisa de la nada.
Jughead la miró, alzando una ceja. —¿En que estás pensando?—
—Este fue el hotel en el que pasamos nuestra primera noche de casados— Recordó, con una sonrisa.
Jughead sonrió, mirándola. —¿Como olvidar eso, mi amor? Casarme contigo fue el día más feliz de mi vida— Aseguró, acercándose y besando con delicadeza sus labios. —¿Que hora es?—
Betty miró su reloj y luego a su esposo nuevamente. —Falta media hora para ir por los muchachos—
Jughead sonrió con malicia y se acercó a su oído. —En esa media hora puedo hacerte muchas cosas, Betts—
Betty lo miró y se mordió el labio. —¿Que cosas, Juggie?—
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En su primer día, Mía dejó impresionados a sus profesores por ser una chica muy inteligente y aplicada. La pasó bien con sus amigos y sus nuevos compañeros fueron muy amables.
Pero el día ya había terminado. Mía salió de su salón de clases para encontrarse con sus mejores amigos.
—Esa sonrisa dice mucho— Admitió Anthony, divertido. —Creo que no es necesario preguntar si te fue bien—
—La secundaria es increíble. No se por que mi papá se pone tan intenso. Mi mamá tenía razón—Aseguró Mía, contenta.
—¿Qué es lo que te decía el tío Jug?— Preguntó Alexandra.
—Que la secundaria era un asco o algo así, pero ya no importa. Voy a llevar este libro a mi casillero y los alcanzo en un momento— Avisó, empezando a caminar por los pasillos.
—De acuerdo. Vamos Anthony— Pidió Alexandra, tomando al chico morocho de la mano.
Mía fue a su casillero, lo abrió y dejó su libro ahí. Le había ido muy bien y estaba orgullosa de sí misma.
Pero ese pelinegro atractivo que vio en el pasillo no salía de su cabeza.
Cuando cerró su casillero, iba a salir cuando chocó con alguien por accidente. —Oh... lo siento tanto... es mi primer día y yo...— Dejó de hablar en cuanto vio quien era.
Era ese chico otra vez, el que la dejó como hipnotizada a lo primero. La miró con una sonrisa, fijamente, y sus ojos verdes penetraron su alma. Esos mechones de cabello negro y abundantes que adornaban su perfecto rostro y sonrisa la dejaron sin habla.
—No pasa nada, pequeña— Negó el chico con su voz masculina y gruesa. —Soy David, David Stevens. ¿Y tu?—
Mía tomó aire, nerviosa. —Soy... soy Mía, Mía Jones Cooper. Gusto mucho... digo... mucho gusto, adiós— Se despidió y se fue, maldiciéndose por dentro. —Que tonto...— Murmuró.
—Espera— La detuvo el muchacho, bloqueando su camino. —Si te vas, déjame acompañarte afuera—
—¿De verdad?— Preguntó la pelinegra, mirándolo.
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Error Adolescente |Bughead|
FanfictionDos chicos que están a nada de graduarse de la secundaria e iniciar sus vidas, pero cometen un error que puede comprometer su futuro y tal vez sus vidas para siempre