"Capítulo 72"

223 21 47
                                    

Dos semanas más tarde, no hubo más problemas o inconvenientes en la familia Jones Cooper. Mateo ya no sufría golpes o cualquier otro tipo de abuso en la escuela, pero Mía, por su parte, seguía viéndose con ese chico de ojos verdes sin que sus padres lo supieran.

Betty y Jughead seguían disfrutando de un matrimonio estable, con uno o más malos entendidos, pero nada que los afectara demasiado, aunque no por mucho.

<<<<<<<<<<<<<<<<••>>>>>>>>>>>>>>

Después de llevar a sus hijos a la escuela y a la secundaria, Betty y Jughead estaban en la ducha, juntos. La rubia estaba contra la pared mientras el pelinegro daba fuertes embestidas en su interior, haciéndola llegar al borde y enloqueciendo de placer con ella.

Ahora que sus hijos han crecido y pasaban casi todo el día en la escuela, la vida de ésta pareja de esposos consistía en tener sexo salvaje varías veces al día, salir juntos o simplemente dormir abrazados.

—Voy a llegar tarde— Dijo Betty mientras el agua caía por todo su cuerpo y recuperaba el aliento.

—Uno más— Pidió Jughead, empezando a besar su cuello.

Betty soltó un largo suspiro y se separó, mirándolo. —Enserio me tengo que ir. Además, ya lo hicimos como... tres veces hoy—

—Entonces me lo debes, preciosa— Exigió, dejando un pequeño beso sobre sus labios. —Ahora si. A bañarnos—

Terminaron de bañarse juntos, los dos, cuerpo con cuerpo, cubiertos de jabón mientras el agua los mojaba.

Después de salir de ahí, Jughead se colocaba los zapatos, sentado al borde de la cama, mientras Betty peinaba su ahora largo cabello rubio, dejándolo suelto. Tenía una falda azul oscuro ajustada a su cuerpo y una camisa blanca de mangas.

Jughead se le acercó por atrás, abrazándola y besando su mejilla. —Eres perfecta, Betts. Hueles tan bien...— Admitió.

Betty sonrió y se giró hasta quedar frente a él, besando sus labios con delicadeza y arreglándole la camisa. —También te ves bien. Te amo—

—Te amo preciosa— Respondió Jughead, abrazándola.

—Pero ya me tengo que ir— Dijo Betty, separándose.

—¿Vas a dejarme aquí solo?— Preguntó Jughead, mirándola.

—Ay Jug... me necesitan— Le recordó la rubia.

—Esta es la parte que no disfruto de que seas famosa— Admitió Jughead, dejando repetidos besos en su mejilla. —Cuídate, te amo—

—Te amo Juggie. Enserio ya tengo que salir. Prometo llegar antes de que sea la hora de ir por los niños— Aseguró Betty, tomando su bolso para salir de la habitación.

—Llámame o ponme un mensaje cuando llegues— Pidió Jughead, siguiéndola.

Él la siguió hasta la puerta principal, en donde se despidieron con otro tierno beso y entonces ella subió a su auto y se fue.

Él suspiró y regresó al interior de su ahora gran y solitaria casa. Le había tocado trabajar pegado a su computadora todo el día, los niños seguían en la escuela y su esposa había salido a una reunión importante.

La soledad lo consumía y solo le quedaba ver fotos de su esposa y sus hijos, cuando éstos estaban más pequeños.

Su matrimonio era un éxito porque había confianza, comunicación y sobre todo, mucho mucho amor. No solo de palabras. Siempre se lo demostraban.

Error Adolescente |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora