Dos chicos que están a nada de graduarse de la secundaria e iniciar sus vidas, pero cometen un error que puede comprometer su futuro y tal vez sus vidas para siempre
—¿Oíste eso amor?— Le preguntó Jughead a Betty, emocionado, pero ella estaba inconsciente. —¿Betty?—
Betty estaba inconsciente. Se había quedado así, pálida y empapada de sudor. Parecía que todo ese esfuerzo por traer a la bebé al mundo había sido demasiado.
Las enfermedades y las doctoras se movilizaron desde que notaron lo que estaba pasando con Betty, empezando a tomarle el pulso y la respiración.
—Revisen a la bebé y llévenla al área de maternidad— Ordenó la doctora mientras revisaba a la rubia. —Señor Jones, debe salir—
Jughead no escuchó esa orden. Estaba en shock, viendo a su novia totalmente inconsciente. También estaba el hecho de que su bebé había nacido y eran tantas cosas que no sabía cómo procesarlas.
—Señor Jones— Lo llamó otra vez la doctora. —Debe salir ahora— Exigió mientras le ponía una cánula de oxígeno a Betty.
—Pero... quiero estar con mi novia. ¿Y donde está mi bebé?—Preguntó. Estaba tan nervioso que las manos le temblaban y las lágrimas empezaban a bajar por sus mejillas.
—Su novia tuvo un parto prematuro y parece que su presión está muy baja. Salga de aquí, por favor— Le pidió un enfermero, empezando a sacarlo a la fuerza.
Y sacaron a Jughead de aquella habitación. El golpeó la puerta de esa habitación y se arrodilló al piso, llorando silenciosamente.
No sabía nada de la bebé y su novia podría estar en peligro de morir. Las cosas iban de mal en peor.
—Jughead— Lo llamó Alice, acercándose a él y preocupándose al ver como estaba. —¿Que pasó?—
—Jug... ¿Por qué estás así? ¿Que ocurre?— Le preguntó Fp, acercándose con JB.
—¿Pasó algo con Betty y con mi sobrina?— Preguntó JB, con los ojos cristalizados.
Jughead los miró y se puso de pie, con las mejillas empapadas de lágrimas. —Se llevaron a la bebé y Betty... Betty... no lo se. De repente perdió la consciencia y me sacaron de la habitación—
Fp lo abrazó y Alice y JB se abrazaron, todos muy preocupados por lo que podría pasar con Betty y con la bebé, pero por ahora solo les quedaba esperar.
Una espera que parecía no terminar. Los minutos se convirtieron en horas y nadie salía a dar noticias.
Pero entonces pasó algo que alivió un poco la angustia que estaban sintiendo. Dos enfermeras se acercaron a ellos con una de esas cunas de hospital, y en ella estaba la bebé, que aún lloraba un poco.
Jughead la vio y otra vez su corazón se aceleró un poco. Sabía que esa era su bebé. Aunque la vio por apenas unos pocos minutos, conocía a su hija.
—¿Señor Jones?— Preguntó una de las enfermeras, deteniéndose con la cuna frente a Jughead.
Jughead asintió. —Soy yo— Miró a la niña. —¿Esa es mi hija?—
—Por supuesto. La llevaremos a la habitación a la que trasladaron a la madre. Ella ya está bien— Aseguró la enfermera con una sonrisa.
Esa fue la mejor noticia de todo el día. Alice, Fp, JB y Jughead pudieron respirar tranquilos.
—Es hermosa— Aseguró Fp, acercándose a mirar a la niña.
—Por Dios... mi nieta— Dijo Alice, mirando a la bebé con una sonrisa.
—Es tan pequeña...— Murmuró JB, mirando a la bebé con una sonrisa.
—¿Podemos ver a mi hija?— Preguntó Alice, mirando a la enfermera.
—En un momento la doctora avisara, pero ella ya está bien— Aseguró la enfermera y miró a Jughead. —¿Qué dices papá? ¿Quieres cargar a tu hija mientras tanto?—
Jughead miró a la bebé y los nervios se apoderaron de él. —Yo... si quiero pero... no se como y no la quiero lastimar—
—Yo te enseño. Toma a tu hija— Sugirió Alice, acercándose al ojiazul.
La enfermera tomó a la bebé en sus brazos y ésta se la entregó a Jughead. Él tomó a esa niña como si fuera lo más delicado del mundo y su corazón golpeaba con fuerza su pecho.
No sabía qué era, pero lo que estaba sintiendo por su bebé estaba siendo muy fuerte.
—Mira... coloca su cabecita ahí y hazlo de esta manera— Lo instruyó Alice. —Eso es. Lo estás haciendo muy bien—
—Eres un buen papá, hermanito— Lo animó JB.
—Así se hace hijo— Lo felicitó Fp, limpiándose algunas lágrimas que quiso ocultar.
Jughead la tenía en sus brazos y vio su tierna y pequeña carita. Vio sus ojitos abrirse y cuando vio que esos ojos fueron heredados de los suyos, sonrió.
—Hola— Saludó la doctora, acercándose a ellos. —Elizabeth está bien. Su presión arterial bajó mucho, pero está estable. Pueden pasar a verla—
Todos sintieron un gran alivio al saber que Betty y su bebé estaban bien y se apresuraron a ir a verla.
Jughead iba con la bebé en sus brazos y sentía un alivio tan grande que era inexplicable.
Llegaron a la habitación en la que se encontraba Betty y ella estaba sobre esa camilla, débil, pálida y con pocas fuerzas, apenas consciente.
—Hola amor— Murmuró Jughead, siendo el primero en acercarse a ella con la bebé en sus brazos, sentándose al borde de la cama. —Hay alguien que quiere verte—
Betty lo miró y sonrió, y esa sonrisa cambió por una expresión de asombro y también miedo al ver a la bebé. —No puede ser... ¿Es nuestra niña?— Preguntó.
—Es nuestra pequeña Mía Jones Cooper amor—Aseguró Jughead, con una enorme sonrisa.
Betty sonrió, mirando a su hija. —Es tan hermosa...
Alice, JB y Fp solo observaban a Betty y a Jughead admirar a su pequeña hija en silencio.
Betty admiraba a su pequeña hija. La hija que tuvo con el amor de su vida. Y aunque sufrió de principio a fin con todo el proceso del embarazo, ahora se sentía tan plena y afortunada que no lamentaba nada.
Y Jughead, por su parte, también sufrió y la vio sufrir a ella. Se vieron forzados a tomar la vida adulta cuando no estaban listos y ahora tendrán que cuidar de su bebé.
Dos chicos sin experiencia con una gran responsabilidad, la responsabilidad más grande.
Un nuevo reto había surgido para ellos y apenas era el principio.
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A ver como se las arreglan dos chicos tan jóvenes con una bebé 😬
Pero al final todos estamos enamorados de Mía Jones Cooper ❤️
Ah... y por si no lo sabían... estoy de vacaciones en mi casita 🎉
