Error Adolescente |Bughead|

"Capítulo 58"

Se cumplieron dos meses desde que Betty y Jughead se enteraron de que serían padres por segunda vez, aunque no estén juntos.

Jughead se mantuvo aún más pendiente de Betty y de su hija, aunque lo del segundo bebé ya era demasiado abrumador para Betty aun.

Todos ya lo sabían. Se alegraron cuando la pareja dio la noticia, pero la que aún no sabía nada era Mía, la futura hermana mayor que aún no asimilaba la separación de sus padres y que parecía que nunca lo iba a asimilar.

Lo que la pequeña Mía no sabía es que sus padres seguían locos él uno por el otro, aunque el orgullo los separara.

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Betty estaba en casa, en compañía de su madre, su hija y su exnovio. Jughead estaba por llevarse a la niña, como siempre hacía últimamente.

—¿Ya te despediste de mamá y de tu abuela mi amor?— Le preguntó Jughead a su hija mientras le sostenía la mochila.

Mía negó y corrió hacia Alice, abrazándola. —Te amo abuela—

—Yo más, mi vida— Contestó Alice, besando la cabeza de su nieta.

Mía sonrió y luego fue hacia su madre, abrazándola con algo de dificultad por la panza de unos cinco meses de embarazo aproximadamente.

—Te amo mami— Le dijo la niña a su madre, separándose del abrazo y mirándola. —¿Ya me vas a decir qué tienes en la panza? Esta grande—

—Es una sorpresa mi niña. Ahora ve con papi, te está esperando— Dijo Betty, mirando a su hija con una sonrisa.

—Está bien, ya vámonos papito— Le pidió Mía a su padre, acercándose a él y tomando su mano.

—Vámonos princesa— Le dijo Jughead a su hija y miró a su ex suegra y a su exnovia. —Adiós Alice. Hasta pronto Betty— Se despidió.

—Adiós Jughead— Se despidió Alice, sonriéndole.

—Adiós—Se despidió también Betty, sonriéndoles y mandándole un beso a su pequeña.

Mía sonrió y le devolvió el beso a su madre, pero Jughead la miraba de una manera diferente, para luego salir de la casa con la niña.

Betty se había quedado con esa mirada grabada en su mente. Una mirada que decía más que mil palabras, una mirada que la hacía querer suspirar.

—Linda, ¿Todo en orden?— Le preguntó Alice, colocando un cabello de su hija detrás de su oreja.

Betty la miró y asintió, con una falsa sonrisa. —Estoy bien. ¿Quieres sentarte? Es temprano y Jughead acaba de llevarse a mi niña— Se quejó, sentándose sobre uno de los sofás de la sala.

—Ay hija... Jughead es un hombre muy considerado. Ahora que estas embarazada de nuevo, el no quiere que te estreses con nada. Mi nieta es muy traviesa y él trata de cuidarla el mayor tiempo posible para que descanses. En realidad no entiendo por qué tú y él están separados— Opinó Alice, sentándose frente a su hija.

—En realidad yo tampoco entiendo por qué seguimos separados, mamá— Confesó Betty, bajando la mirada mientras se acariciaba el vientre.

Alice asintió, haciendo un silencio, mirando a su hija. —Pensé que no querías volver a quedar embarazada, y mucho menos del hombre del que te separaste. Pero me gusta la idea de que el padre de mi segundo nieto o nieta sea Jughead. Así se que tendrá un buen padre—

Betty sonrió, mirando a su madre. —Jughead es el mejor— Aseguró.

El hecho de que Jughead no estuviera con ella era como una estaca en el corazón que no la dejaba ser feliz, además de no saber qué sentir hacia el hijo que esperaba ahora.