Y Jughead sospechaba que ella estaba en trabajo de parto, aunque aún faltaran varias semanas.
—Jug...— Murmuró Betty mientras se agarraba el vientre, empezando a sollozar del dolor.
Jughead la rodeó con sus brazos. —Vamos al auto nena. Ven, tenemos que llegar al hospital—
Betty asintió, pero bajar esas escaleras del apartamento era todo un reto para ella, y también para Jughead porque estaba extremadamente nervioso y preocupado.
Llegaron al auto y él la ayudó a entrar. Cuando él también entró y encendió el auto, Betty apretaba las manos con tanta fuerza que se iba a clavar las uñas en las palmas de las manos y Jughead la detuvo.
—No hagas eso amor. Te estás lastimando. ¿Acaso ya tienes contracciones?— Le preguntó, preocupado, tomando su mano con fuerza.
—No lo se— Respondió, cerrando los ojos con fuerza.
Jughead tomó aire. —¿Sientes que la bebé ya va a... nacer?—
—Si— Le contestó mientras lloraba por el dolor.
Jughead suspiró y encendió el auto. —Por Dios... aún no tienes nueve meses de embarazo Betty. Esto no debería estar pasando—
Él empezó a conducir mientras la rubia iba retorciéndose por el dolor y él iba con el corazón en la mano. Que la bebé quiera nacer antes de tiempo no era bueno.
Llegaron al hospital y Jughead hizo un escándalo para que ingresaran a su novia de inmediato y eso hicieron.
La tenían en una habitación, en observación para evaluar cuál sería la mejor decisión en el momento. Poco después llegó Alice, muy preocupada, después de recibir un mensaje de Jughead.
Alice estaba ahí, sentada al borde de la camilla en la que estaba sufriendo su hija. Ella estaba tratando de tranquilizarla.
—No pasa nada cariño. Vas a estar bien. Trata de respirar mi amor— La tranquilizó Alice, acariciando el cabello de su hija mientras ésta no dejaba de llorar del dolor.
Jughead estaba al lado de las dos, pero su pecho dolía al verla sufrir tanto. No le gustaba verla llorar, y mucho menos llorar por estar sufriendo. Eso era una completa tortura para el.
Él salió de la habitación y fue hacia la doctora. —Necesito que me diga qué sucede. Se supone que mi novia iba a tener a nuestra bebé cuando se cumplieran los nueve meses de embarazo y veo que está sufriendo. ¿Que pasa?— Preguntó, desesperado.
La doctora tomó aire, mirándolo. —Señor Jones... se que esto no debería estar pasando, pero Elizabeth no estaba preparada para tener un bebé. Es muy joven todavía y parece que tendrá que dar a luz ahora—
—Pero... ¿Ella va a estar bien?— Preguntó el ojiazul, preocupado.
Justo cuando la doctora iba a responder, Alice salió de la habitación, con los ojos cristalizados.
—Doctora, hace años que pase por lo mismo que esta pasando mi hija y no creo que sea normal que esté sufriendo así— Se quejó Alice.
—En este momento voy a evaluarla para ver cuál será la mejor decisión— Contestó la doctora. —Tendrán que esperar aquí— Dijo y entró a la habitación en la que está Betty.
Alice tomó aire y se sentó en los asientos en la sala de espera y en ese momento llegaron los Jones, preocupados.
—Llegamos en cuanto supimos. ¿Como esta?— Preguntó Fp.
—Pero Jug... ¿La bebé no iba a nacer el mes que viene?— Preguntó JB, extrañada.
Jughead suspiró y los miró. —Es que no lo entiendo. Estábamos en casa y de repente... no se. Esto no está bien. Esto no debería estar pasando—
En eso la doctora salió y los miró. —Vamos a trasladarla a la sala de parto. Si no tiene al bebé ahora, los dos podrían morir. Pero solo el padre del bebé la puede acompañar—
—Vamos Jug— Le dijo Fp, mirándolo.
—Nosotros esperaremos a Mía aquí. Todo saldrá bien. Tranquilo— Lo animó JB.
—Y cuida muy bien de mi niña, por favor— Le pidió Alice.
Jughead asintió. —Está bien. Nos vemos en un rato— Se despidió y se fue con la doctora.
Alice y los Jones estaban con el corazón en la mano, deseando que todo saliera bien.
Mientras tanto, Jughead se puso lo que debía ponerse para poder entrar a la sala de parto y cuando entró junto a la doctora, se quebró.
Betty estaba apretando las sábanas de la camilla gracias al dolor que estaba sintiendo. El sudor bajaba como gotas grandes de agua por su frente y las lágrimas también.
Él se acercó y tomó su mano, apretando levemente. —Respira mi amor. Lo estás haciendo muy bien y vas a poder— La animó.
—Elizabeth, escúchame linda— Le pidió la doctora, acercándose. —Debes tener a tu bebé hoy para que todo salga bien. Vas a hacer lo que yo te diga y te aseguro que todo va a estar bien. Todo estará bien. ¿De acuerdo?—
Betty asintió y Jughead se mantenía a su lado, dándole todo el apoyo. Él también estaba muy asustado.
Los dos estaban muy asustados. Su bebé estaba por nacer antes de tiempo y jamás habían experimentado algo así. Estaban por tener a un pequeño ser humano que cuidar y mantener con vida y temían que las cosas no salieran bien.
—Eso es linda. Lo haces muy bien. Sigue así— La animó la doctora.
Betty daba todos sus esfuerzos para dar a luz a su bebé, pero sentía que se estaba quedando sin fuerzas.
—¡No puedo!— Exclamó Betty, soltando un quejido.
—No mi vida, tu si puedes amor. Vamos— La animó Jughead, apretando con cuidado su mano y besándola.
—¡Dios! ¡Te odio Jughead! ¡¿Por que me hiciste esto?!— Gritó Betty.
Jughead soltó un suspiro. —Vamos amor, tú puedes. Vamos—
—No te rindas Elizabeth. Sigue, falta poco— Aseguró la doctora.
Betty soltó un último grito y con ese último esfuerzo dio a luz a la niña, que empezó a llorar justo al momento de nacer.
En ese momento Jughead la miró. Vio a ese diminuto ser humano y su corazón latió con fuerza.
Vio cuando aquella enfermera tomó a esa pequeña niña de piel rosa y escaso cabello negro como el de el, justo como el de el.
En ese momento sintió algo que no era capaz de comprender.
—Muchas felicidades. Acaban de tener a una hermosa niña— Avisó la enfermera, con la bebé en sus brazos, llorando.
—¿Oíste eso amor?— Le preguntó Jughead a Betty, emocionado, pero ella estaba inconsciente. —¿Betty?—
Momento agridulce 😬 ¿Será este el inicio de una vida y el final de otra?Samy ❤️
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Error Adolescente |Bughead|
Fiksi PenggemarDos chicos que están a nada de graduarse de la secundaria e iniciar sus vidas, pero cometen un error que puede comprometer su futuro y tal vez sus vidas para siempre