Circunstancias

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—Lamento tanto el comportamiento de mi sobrino.

—No quiero hablar de él. Aquí no pasó nada. Estaba ansiosa de que llegaras, no quiero que lo que resta de noche se arruine por ese idiota.

Por fortuna, los dos pudimos disfrutar de nuestra compañía y plática sin amargarnos por la visita de ese ser insoportable. En serio que cada día me decepciona más su actitud.

Ya habiéndome preparado para ir a la cama, decidí primero pasar por su cuarto. Es la primera vez que veo su habitación por dentro. Él estaba vestido más cómodo, con un pantalón de dormir a la altura de la rodilla y una camiseta de cuello negra.

—¿No puedes dormir?

—No. ¿Estás muy cansado? Imagino que ya ibas a dormir.

—¿Cansado? ¿Dormir? —sonrió—. ¿Qué se siente estar cansado o dormir?

—¿Qué se siente? ¿Acaso no duermes? ¿Y qué haces durante la noche?

—Esperar que pasen las horas para volver a verte.

—¿Qué? — mis mejillas ardieron—. Yo pensé que ustedes dormían. Por lo visto, aún me faltan muchas cosas por saber de ti.

—Tendremos toda una vida por delante para conocernos profundamente.

Profundamente, ¿eh?

—¿Podrías leerme?

—¿Prefieres que sea aquí o en tu cuarto?

—Donde más cómodo se te haga.

Señaló la cama antes de salir de la habitación en busca de un libro. Su aroma está impregnado en cada rincón de esta habitación, sobre todo en las sábanas.

Casi me sorprende oliendo su sábana y automáticamente le di la espalda. No sé por qué hice eso. Qué vergonzoso hubiera sido si me hubiese visto.

Se sentó con la espalda descansando en el respaldo de la cama con el libro abierto y le presté toda mi atención. Nunca me había fijado tan detalladamente en sus manos, pero estas están bien formadas, son grandes, poseen dedos largos y uñas bien cuidadas. Su voz es tan relajante y la pasión con la que lee, hace que desee con todas mis fuerzas seguirlo escuchando y contemplando. No me canso de esto.

—Pensé que ibas a tratar de dormir mientras leía.

—No tengo sueño. Oye, hay algo que quisiera preguntarte. Me habías dicho que ustedes los vampiros tienen prohibido involucrarse sentimental o íntimamente con los humanos. Entonces, ¿qué pasaría si formalizamos en algún momento lo nuestro?

—He tratado lo más que puedo de no pensar en ello. Me abruma el hecho de saber que esto puede provocar muchas circunstancias desagradables para ti. Ahora bien, si las cosas se salen de nuestras manos, seguimos teniendo la opción de irnos a la ciudad y hacer nuestra vida allá. Ya lo había pensado, es solo que, necesito pensar bien en las manos de quién dejaré el instituto. No puedo abandonar a mis estudiantes, así como así.

—Entonces sí has pensado en un “nosotros” y en un “futuro”... — sonreí.

—Tú estás en todo momento en mi mente, que eso no te quepa la menor duda—cerró el libro, dejándolo sobre la mesa de noche.

Todo lo que dice me ruboriza con facilidad.

—A mí me ocurre lo mismo—murmuré.

Cerré los ojos, pensando en cómo formular mi siguiente pregunta, pero no encontraba la manera. ¿Cómo saber cuándo es el momento oportuno y la forma adecuada? Él me lo dijo claramente, se supone que me sienta en la libertad de hacerlo, ¿no? Quizás a él también le cuesta pedirlo y esté esperando a que sea yo quien se ofrezca.

—Louis…

—¿Sí?

—¿Tienes hambre?

Se quedó pensativo por varios segundos que parecieron eternos.

—Estoy bien.

—Eso no responde mi pregunta.

—Es muy tarde, linda. Deberías buscar la manera de descansar.

¿Así que está evadiendo darme una respuesta? ¿Por qué?

—Dijiste que sería la única desde ahora— no puedo explicarme a mí misma qué me sucedió, pero ya cuando caí en cuenta, había subido sobre él, sentándome en su regazo cara a cara y con mis manos en sus hombros—. No tiene que darte pena pedírmelo.

Su mirada hacía más que evidente que la situación lo tenía sorprendido, pero no más que a mí por lo que había sentido debajo de mí. No sabía cuán vergonzoso podía llegar a ser estando cara a cara a él en estas circunstancias.

—¿Y quién dijo que se trata de pena?

—¿Entonces?

—Es temor a perder el control y termine haciéndote mía en su lugar.

Redención (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora