Redención (EN PAUSA)

Confrontación

—No quieras seguir defendiendo a tu hijo, Khali. Conoces perfectamente que él no era un santo. Bájalo de ese pedestal. ¿A cuántas mujeres del pueblo no le hizo lo mismo? A muchas. Es el culpable de que muchas niñas desaparecieran. Sabes bien que siempre se aprovechó de sus poderes para que todas se rindieran a él. Tarde o temprano alguien debía ponerlo en su lugar. Después de todo, ese desgraciado abusó de ella también, por lo que solo recibió lo que se merecía. ¿Qué hubieras hecho tú en su lugar? 

—Mi tío tiene razón—Ansel apareció detrás de nosotros, y se detuvo al lado de Louis—. ¿Qué hubieras hecho tú en su lugar, madre? Es ridículo, hasta repulsivo que defiendas a ese violador. Por otra parte, te corrijo, lo que hice no tuvo nada que ver con ella. Todo lo que quería era borrar del mapa la mansión, los recuerdos, todo lo que de una manera u otra, me conecte con el pasado. Si te lastimé fue porque quisiste intervenir. Pero he descubierto que el único que debe desaparecer del mapa soy yo y eso es precisamente lo que haré. 

—¿Qué estás diciendo?

—Una vez me permitiste estar con Jana, siempre y cuando nadie supiera que estábamos involucrados como pareja. Entonces, ¿qué te cuesta aceptar la relación entre ellos? 

—¡No es lo mismo! ¡Ella es una bruja! 

—Entiendo tu odio hacia cada uno de ellos, pero lamentablemente ella no tiene la culpa de lo que le pasó a papá. Supéralo. 

La Sra. Khali tensó la mandíbula. 

—No entiendo cómo puedes defenderla. Usó sus encantos en mis dos hijos y ahora en mi hermano. Es una cualquiera. 

—Te equivocas. Ella jamás estuvo interesada en mi hermano, fue él quien la obligó usando sus poderes para hacerla caer. Tú bien sabes que los humanos tienen una mente muy fácil de manipular. Con respecto a mí, fui yo quien la usó— me miró de reojo y volvió a mirarla—. Veía a Jana en ella, por eso quería a toda costa mantenerla conmigo. El caso es que ella está enamorada verdaderamente de mi tío. Considero injusto que intentes interponerte en su relación, cuando en una ocasión aceptaste la mía. 

Que lo mencione hace que esa herida que creí que había sanado, vuelva a abrirse y arda. No sé por qué me hace sentir muy incómoda esta situación y todo lo que dijo. 

—Jana… — musitó mi padre. 

Mi padre no dejaba de mirarme con cierta curiosidad, y a la misma vez, preocupación. Algo le estaba preocupando, aunque no sé con exactitud qué era. Ni siquiera sé por qué menciona a esa mujer.

—Ansel tiene razón, señora— aparté a Vala para irme al lado de Louis—. Hasta hace poco fue que descubrí esto de mí, era algo que desconocía y todavía ahora me cuesta entender y hasta creer. Pero su hijo no se equivoca en todo lo que dijo. Yo no he querido jugar con ninguno de ellos, tampoco quería causar problemas en su familia, muchos menos arrebatarle la vida a su hijo, pero él fue quien se lo buscó y no le diré que me arrepiento, porque le estaría mintiendo. Dejando eso a un lado, se lo digo y se lo recalco; amo a Louis y así deba ir por encima suyo o de quién sea, estoy dispuesta a llevarme a quien sea por delante, con tal de estar con él.