Redención (EN PAUSA)

ESPECIAL (CAPÍTULO ONCE)

—Lárgate de aquí.

—Lo siento, pero no, la verdad es que me apetece quedarme un rato. Dejamos algo pendiente, ¿lo has olvidado? Tuve que irme sin despedirme y lamento eso, pero ahora no habrán interrupciones.

—Estás tentando a la muerte.

—Me gusta el peligro.

—¿Qué es lo que quieres?

—A ti.

—No soy un maldito juguete de tu posesión.

—No, no eres un juguete, pero sí eres una mujer muy atractiva e interesante. Además de lo exquisita que sabes.

—¿Qué hay de las sirvientas de tu clase? ¿Ninguna está interesada en proveerte lo que necesitas?

—¿Qué sirvientas? No sé de qué hablas.

—Oh, ¿tus padres no te han asignado ni una? Ya entiendo. Supongo que piensan que estás demasiado joven para tener contacto con el sexo opuesto, por eso estás siendo tan atrevido. Tus hormonas están revueltas. Tienes muchas mujeres para escoger, así que a mí déjame en paz.

—Tienes razón. ¿Tanto se nota que no he tenido ningún contacto con el sexo opuesto? —salió de la oscuridad, permaneciendo en su forma, aunque sin revelar su apariencia real—. Pero… tú no te quedas atrás, Iria—descansó su rodilla en el borde de la cama, ladeando la cabeza.

¿Cómo sabe mi nombre? En ningún momento se lo dije. ¿Dónde o de quién lo escuchó?

—Esa cabecita ha pecado mucho. Ha sido difícil para ti, ¿cierto? Estar rodeada de tantos hombres y que tu mente te traicione con pensamientos pecaminosos, más no poder ponerlos en práctica. Tal y como los que tuviste cuando estuvimos a solas— sus dos manos se apoyaron en la cama por ambos extremos de mi cuerpo y vibró por la frialdad que emanaba del suyo—. Dices odiar a los de mi clase, pero los dos sabemos que si no nos hubieran interrumpido, ya te habrías entregado a mí. Sé lo que dirás en tu defensa, que fui yo quien te controló y quién sabe qué cosas más, tal vez en el intento de seguirte mintiendo a ti misma, pero la realidad es que, los ojos no mienten. Los ojos son el espejo del alma y tú tienes una muy intrigante. Quizá por eso me atraes; me gusta la maldad que hay reflejada en tus ojos y la guarida donde escondes tus más oscuros y perversos deseos, los mismos que has reprimido por esa basura de gente a la que sirves.

—No sabes lo que dices.

—Está bien, supongo que no me queda de otra que refrescarte la memoria.

Mis manos se movieron en contra de mi propia voluntad, levantando la batola hasta mi ombligo y mostrando lo que tanto había querido ocultar.

—Muéstrame qué hacen estas manos cada noche.

Fue humillante y sumamente vergonzoso encontrarme en esta situación.

Posee muchos poderes. ¿De quién y de dónde los sacó? Es la primera vez que conozco a alguien que posee más de dos. ¿Será porque es un híbrido?

—Eres idéntico a tu padre. Tal malvado, oportunista,  egoísta y repulsivo. Disfrutan de destruir vidas, de manipular a todos a su alrededor con el fin de controlarlos y estos hagan su voluntad. No pienso permitir que la historia de tu papá se repita conmigo. Tú eres un ser inmortal, en cambio yo, solo tengo una vida y no pienso sacrificarla por alguien como tú.

—¿Qué historia? ¿De qué estás hablando?

—¿Te estás burlando de mí? Es tu padre, deberías saberlo.

—Pues no sé de qué demonios hablas. 

—De su primera víctima; Jana. Tu padre acabó con ella. Hizo que traicionara el juramento, que fallara a sus principios y a los nuestros. Después de que la engañó, él mismo la condenó sin dudar.

—¿Dónde he oído ese nombre antes? —murmuró para sí mismo, pero alcancé a oírlo.

¿Acaso no estaba mintiendo y realmente no lo sabe? De igual manera, eso no cambia ni quita el hecho de que él tiene el mismo pasatiempo que su padre.

—Supongo que nuestra diversión culmina aquí— se levantó, caminando hacia la ventana.

—¿Le llamas a esto diversión? — me levanté, bajándome rápidamente la batola—. Maldito cínico. No vuelvas a aparecer por aquí.

—Bien—su sombra se desvaneció en el aire, como un suspiro que se pierde en la brisa nocturna.

Él ha desaparecido, pero su esencia sigue flotando en el aire, dejando una sensación extraña de vacío en mi corazón. Ahora que se ha ido, espero que todo pronto vuelva a la normalidad y este sentimiento desaparezca junto con él.