Redención (EN PAUSA)

ESPECIAL (CAPÍTULO CINCUENTA)

En un instante, la tranquilidad de la biblioteca se vio eclipsada por la violencia de la magia negra. Selene no dudó en lanzar su ataque sin previo aviso. Un torbellino oscuro surgió de sus manos extendidas y se lanzó hacia mí con ferocidad desmedida.

Rápidamente, desplegué mis propios poderes de bruja para protegerme. Utilicé mi energía mágica para crear un escudo protector a mi alrededor, que brilló con intensidad ante el embate del torbellino oscuro. La magia chocó contra mi escudo, provocando chispas y estallidos de energía en el aire.

No estaba dispuesta a dejarme vencer tan fácilmente. Mis habilidades de bruja despertaron en pleno, y mis manos comenzaron a brillar con una luz dorada y cálida. El aire a mi alrededor se cargó de energía, y sentí cómo la magia fluía a través de mí, fortaleciéndome y dándome el poder necesario para enfrentar a Selene.

Mis ojos se clavaron en los suyos, llenos de determinación. No iba a permitir que ella se saliera con la suya. Con un movimiento rápido de mis manos, lancé un rayo de energía dorada hacia ella. El rayo serpentó en el aire, zigzagueando con velocidad y precisión.

Selene intentó esquivarlo, pero mi magia era implacable. El rayo dorado la alcanzó de lleno, envolviéndola en un resplandor celestial. Gritó de dolor mientras la energía mágica la consumía, debilitando su poder oscuro.

Sin embargo, Selene no se rindió. Recuperándose rápidamente, invocó una oscuridad más densa y profunda. Sombras sombrías se materializaron a su alrededor, danzando y retorciéndose con malicia. Sabía que tenía que estar alerta, que su próximo ataque sería aún más peligroso.

Extendí mis manos hacia el frente y canalicé mi magia hacia ellas. Una esfera luminosa se formó en mis palmas, irradiando una luz intensa y purificadora. La lanzé con fuerza hacia las sombras que rodeaban a Selene, y en un instante, la luz se extendió, dispersando la oscuridad y disipando su influencia.

Selene parecía desconcertada, pero no se rendiría tan fácilmente. Utilizó su magia para conjurar cuchillas afiladas de energía oscura, que se arremolinaron a su alrededor antes de lanzarse en mi dirección. Me moví con agilidad, esquivando hábilmente los ataques, pero sabía que no podía permitir que continuara.

Reuní toda mi energía y concentración, invocando una fuerza arrolladora. Mis manos se elevaron hacia el cielo, y un vórtice de energía mágica se formó a mi alrededor. La energía giraba y se intensificaba, creando un remolino de poder incontenible.

Con un movimiento rápido de mis manos, lancé la energía acumulada hacia Selene. El vórtice arremetió contra ella con una fuerza descomunal. La energía mágica la envolvió por completo, creando una explosión de luz y poder. Selene fue lanzada hacia atrás, chocando contra una estantería llena de libros antiguos que se derrumbaron a su alrededor.

Mientras ella luchaba por ponerse de pie, no perdí ni un segundo. Aprovechando su momento de debilidad, me acerqué a ella con determinación. Mi mirada se encontró con la suya, y en ese instante pude ver la furia y el odio reflejados en sus ojos.

—No subestimes el poder de una verdadera bruja —dije con voz firme, dejando que mi energía mágica fluyera a través de mí.

Mis manos comenzaron a emitir destellos dorados, mientras un hechizo ancestral se formaba en mis labios. Recité las palabras con convicción, invocando un conjuro de atadura que haría que Selene perdiera temporalmente el control sobre su magia negra.

Los hilos oscuros que antes manipulaban al títere en sus manos ahora se retorcían y debilitaban, perdiendo su fuerza poco a poco. Selene luchaba contra la magia que la restringía, pero sus esfuerzos eran en vano.

—¿Dónde está tu poder ahora? —le pregunté con una sonrisa desafiante en mis labios.

A medida que la magia negra perdía su influencia sobre ella, Selene comenzó a desvanecerse en un humo oscuro. Sus ojos se llenaron de rabia impotente mientras su forma se disipaba lentamente.