Redención (EN PAUSA)

ESPECIAL (CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO)

Esperé por ella fuera de la habitación a que estuviera en condiciones de bajar. Luego, nos reunimos en la sala, donde mis padres, ya estaban esperando. Fue raro no ver al abuelo entre ellos. Al llegar, noté las miradas curiosas que dirigieron hacia Azazel, quien nos acompañaba. A pesar de las miradas inquisitivas, no sentí ninguna hostilidad por parte de ellos, supongo que estaban enterados también.

A medida que avanzaba la conversación, pude notar cómo mis padres comenzaron a relajarse y aceptar la presencia de Azazel. Aunque había cierta reserva, percibí que estaban dispuestos comprender su conexión con Noa.

Mi madre mencionó brevemente que Azazel había regresado debido a circunstancias inesperadas en su vida y que Noa le brindaba su apoyo y amistad. Esto pareció aliviar cualquier tensión y mis padres mostraron una actitud más abierta hacia él.

Durante toda la reunión, pude ver cómo Noa y Azazel interactuaban con naturalidad, compartiendo risas y mostrando su cercanía. Era evidente que su conexión era especial y eso parecía transmitirse a mis padres. Era Bael el único que se mostraba sumido en pensamientos y distraído cada vez que los miraba.

[...]

La noche cayó sobre la mansión, y mientras me preparaba para escaparme con mi diosa, noté algo extraño. Las esposas de mi abuelo que siempre están con él, siguiéndolo a donde quiera que va, esta vez estaban en la casa y de mi abuelo no ha habido rastro alguno.

Mis planes de una escapada nocturna con Vala se vieron interrumpidos cuando la llegada inesperada de Iria alteró el ambiente. Ella, normalmente reservada y en silencio, irrumpió en la mansión con una energía hostil y descontrolada. Todos se dieron cuenta de su presencia, pues su olor era inconfundible, por eso salieron a enfrentarla.

Mientras la tensión llenaba el aire, Noa fue la única que pudo percibir los hilos negros que se conectaban a ella, controlando su cuerpo y su mente. Ella me explicó lo que veía y, aunque yo no podía ver esos hilos de los que hablaba, me preocupé profundamente al darme cuenta de que algo no estaba bien con ella.

Todos en la mansión se pusieron en alerta, sintiéndose amenazados por la presencia de ella y su daga afilada. Noa, con su capacidad de ver más allá de lo visible, nos advirtió a todos sobre esos hilos que la controlaban, sobre una supuesta entidad que manipulaba sus acciones.

Aunque no podía verlos con mis propios ojos, confié en la percepción de ella. Sabía que ella tenía habilidades únicas y que podía ver cosas que el resto de nosotros no podía. Me preocupaba por Iria, por el hecho de que algo oscuro la estuviera controlando y utilizándola como marioneta.

En medio de la tensión y la incertidumbre, nos reunimos para enfrentar esa amenaza inesperada. Pero en mi mente, seguía preguntándome quién estaba detrás de todo esto, quién tenía el poder de controlar a Iria de esa manera, siendo ella tan fuerte.

Mientras todos discutían sobre cómo lidiar con la situación, mi preocupación se centró en encontrar una manera de liberar a Iria de esta influencia oscura. Sabía que no podíamos dejarla así, y estaba decidido a descubrir la verdad detrás de este enigmático control que la tenía en sus garras.

Mientras el caos se desataba a nuestro alrededor, Noa y Bael parecían estar en completa sincronización. Su conexión era palpable, como si pudieran comunicarse sin palabras. Era evidente que estaban decididos a detener a Iria y protegerla de cualquier daño mayor.

Desesperado por evitar que le hicieran daño a Iria, intenté acercarme, pero Bael usó su poder demoníaco para erigir una barrera invisible que nos mantenía a todos alejados. Una sensación de impotencia se apoderó de mí mientras veía cómo mis intentos por intervenir eran frustrados.