Redención (EN PAUSA)

Honestidad

—A ti todo lo que te importa es que te ayude a elevar tu ego. ¿Eso es todo lo que quieres que te responda? Bien. La verdad es que, no he pensado ni en ese momento ni en ti durante todos estos meses. Desde que decidí que no eras merecedor de mis sentimientos, he podido ser libre y conocer lo que es la verdadera felicidad. Tal vez esto que me dices ahora, me hubiera hecho caer en tus garras de nuevo en aquel entonces, pero para ser honesta, lo que realmente busco, no lo tienes tú. 

Era la primera vez que lo veía con una expresión tan profunda y evidente, de que mis palabras le habían herido, aunque en realidad, esa no era mi intención. 

—Me hiciste una pregunta, a la cual responderé con sinceridad, algo que esperé de ti hace un tiempo. Estoy enamorada de Louis. Aunque todavía no somos nada más que amigos, él es el hombre con el que quiero estar. Lo que siento por él, jamás lo había sentido por nadie. Tú estuviste enamorado de ella, debes saber que el amor es un sentimiento muy bonito. Tú tuviste la oportunidad de disfrutarlo durante el tiempo que duró, no seas tan egoísta y permíteme hacer lo mismo— me sinceré. 

—Estás confundida— negó con la cabeza. 

—No. Estuve confundida cuando creí que todo lo que merecía era que me trataran mal, me humillaran y me hicieran sentir como poca cosa. Si hay algo de lo que estoy segura más que nada, es de mis sentimientos hacia Louis. 

—Lo dices para desquitarte de mí, lo sé. 

—No. Te lo digo con toda seguridad y sin que me quede nada por dentro. 

Sentí que me quité un gran peso de encima al serle sincera, porque sí, lo estaba siendo, a pesar de que no se merecía siquiera que lo fuera. Ahora teniéndolo frente a frente, puedo darme cuenta de muchas cosas, y es que lo que haya sentido por él, si es que algo, no se puede comparar jamás y nunca al sentimiento que despierta en mí el simple hecho de pensar en Louis. Lo que pasó entre Ansel y yo, fue algo que no debió pasar, pero que por más que quiera, no puedo cambiar. 

—Tú… —lo pensó mucho para terminar lo que estaba tratando de decir—. Tú me gustas mucho. ¿No te das cuenta? 

Honestamente, no esperaba oír algo así de su parte conociendo lo orgulloso que es. 

—Esas palabras me hubiera gustado oírlas antes, no solo oírlas, sino que lo hubieras demostrado, así fuera un poquito, pero lamentablemente no puedo responder a ellas. Ojalá encuentres a alguien que pueda corresponder tus sentimientos, porque ese alguien no podré ser yo. Y procura no cometer el mismo error que cometiste conmigo. 

—Estoy dejando a un lado mi orgullo, ¿y eso es todo lo que tienes que decirme? — bajó la cabeza, apretando el bolsillo de su pantalón.

—¿Y qué esperas? ¿Que te mienta para hacerte feliz? ¿Te das cuenta, Ansel? Cada cosa que haces es esperando algo a cambio. Esa es la gran diferencia entre tú y Louis. Estoy siendo sincera contigo, lo menos que puedo recibir a cambio de tu parte, es entendimiento y que respetes mi decisión. 

Rechinó los dientes. 

—Entendido. Si eso es lo que dices que te hace feliz, adelante. Ve por ello. Que les vaya bien— salió de la habitación, sin mirar atrás. 

Hice lo correcto, ¿no? Le dije lo que siento, aunque no haya sido precisamente lo que él esperaba escuchar.