35. NO ACABO DE DECIR ESO...

1.3K 76 7
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Felipe

Era sencillo. Salía de trabajar, me subía a la moto y volvía directo a casa para dormir y descansar tranquilamente. Fue sencillo hasta que la vi apoyada en la Suzuki y olvidé lo terriblemente cansado que estaba.

—Te llevo a la facultad.

—No hace falta, pediré un taxi.

Candace se quita mi sudadera y se coloca su abrigo de nuevo. Con los tacones en sus pies su altura vuelve a estar casi a la par que la mía y nuestras caras quedan a la misma altura.

—Tardas menos si te llevo yo.

—Deberías descansar —me mira y observo como la pequeña arruga de su frente comienza a pronunciarse.

—Si prefieres ir sola puedes decírmelo —respondo apresuradamente— Dijimos que nada de planes fuera de los estrictamente necesarios para cumplir las normas, puedo entender que no quieras pas...

—...me encantaría —me interrumpe— Pero llevas horas despierto.

—Solo es media hora. No me cuesta nada.

—De acuerdo —sonríe con sinceridad.

—Mañana tengo otra guardia. Espérame y te acompaño de nuevo —digo sin pensar.

Candace asiente con la cabeza y entrelaza sus dedos con los míos. Salimos juntos de The Moment's y compruebo que el cielo comienza a despejarse. Por suerte no va a llegar hecha una sopa y yo voy a poder pasar unos minutos más con ella.

No acabo de decir eso...

—Mierda, me he dejado el casco dentro. Ahora vuelvo.

Acelero el paso hasta el interior de la cafetería. No sé en qué estaba pensando. Bueno, en realidad sí que lo sé, porque llevo dos días sin poder dejar de pensar en la pelirroja que me está complicando cada segundo de mi existencia.

—Me he dejado el casco —explico cuando paso hacia la cocina.

Escucho como mi compañero me sigue por la espalda y le miro con el ceño fruncido.

—Joder con la pelirroja —se toca la nuca— No sabía que era una guarrilla.

—¡¿Qué acabas de decir?! —me acerco a grandes zancadas hasta él con una rabia que me consume.

—Bueno... —da dos pasos para atrás— Os lo ibais a montar en la...

—Más te vale no terminar la frase —le amenazo apretando los puños con rabia.

—Colega, que es algo bueno... —sonríe de lado— ¿Quién no quiere una novia que está buena y encima es una...

—Estás hablando de mi novia, pedazo de imbécil —digo con rabia.

Amor con fecha límite #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora