UN MALENTENDIDO, UNA REPUTACIÓN QUE MANTENER Y UN TRATO QUE ACEPTAR.
Candace siempre lo ha tenido todo, hasta que un día decide cambiar su estudiada rutina y toda su vida se ve envuelta en un sinfín de cambios. Encuentra a su novio en la cama con ot...
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Felipe
25 de Noviembre.
Llevo días dándole vueltas.
Sé que no es una cita de verdad, sino más bien una de las normas que tenemos que seguir si queremos que todo esto salga bien, pero por algún motivo, siento que quiero que valga la pena, que ambos estemos a gusto, y que toda esta farsa sirva para acercarnos, como amigos, por supuesto.
El Domingo estuve toda la tarde buscando en Google. "Una buena primera cita" "¿Dónde llevar a una chica que lo tiene todo?" "Sitios de moda que no me dejen en bancarrota" Pero nada, ningún resultado me inspiró de ninguna manera. Ya han pasado tres días desde entonces y sigo sin ninguna buena idea.
Hoy es de los pocos días que tengo libres en la semana. Entre el hospital y la cafetería apenas tengo tiempo para mí, y mucho menos para fingir salir con Candace, por lo que, no me queda otra que pensar algo rápido e ir en su busca.
Llamo al timbre y espero una respuesta. Tras largos minutos vuelvo a intentarlo de nuevo. Nada. Lo intento una vez más, si no está, la llamo. Justo cuando voy a volver a probar, escucho unos pasos en el interior, pero tras esperar, estos se detienen.
—Volcán, sé que estás ahí.
Nada. Completo silencio. Me hace dudar si lo he imaginado, pero no, escucho su respiración pegada a la puerta.
—No pienso irme de aquí. Abre.
Me acerco y pulso el timbre de nuevo. No se espera el sonido estridente que emite, por lo que da un pequeño grito que la pone en evidencia.
—Te he oído.
—¿Qué quieres? —pregunta desde el interior.
—Entrar.
—Ahora no puedo.
—¿Estás desnuda? —sonrío como un imbécil.
—No.
—Una pena.
Escucho cómo resopla y hasta siento como pone los ojos en blanco.
—Podías haber avisado.
—¿Escondes a tu amante?
—No, zoquete.
No puedo ocultar una risita que hace que vuelva a resoplar mucho más tiempo.
—Candace, ¿se puede saber porque no me abres?
—Porque ahora no puedo.
—Si alguien te tiene secuestrada di la palabra clave.
