Candace
20 de Diciembre.
El móvil me vibra en las manos y sonrío al comprobar la foto que me envía Felipe donde aparece junto a Garfield con sus caras pegadas una junto a la otra mientras la pequeña bola de pelo le intenta chupar la nariz.
—¿Y esa sonrisa? —mueve las cejas de arriba abajo.
—Es Garfield —giro la pantalla para enseñarle la foto— Era tan pequeño que podía cogerlo con una mano, y mira ahora... Creo que lo está sobrealimentando. ¿No crees?
—Muy mono el gato —sonríe con malicia— Pero esa sonrisa es por el otro gatito que sale en la foto.
—Olivia, solo hay un gato en la imagen.
—Sabes a quién me refiero, no te hagas la tonta —pasa la lengua por el bigote de chocolate que le ha salido tras beber de la taza humeante— Tu no novio cada vez está más bueno.
—¡Olivia! —me quejo abriendo los ojos como platos.
—Lo he dicho bajo, nadie nos ha escuchado —mira a su alrededor para comprobarlo.
—No me refiero a eso... —bajo el tono— Si no a que hace menos de una semana era tu médico.
—Ya pensaba lo mismo entonces —se encoge de hombros— A veces me hacía la enferma cuando sabía que estaba de guardia en mi planta para que viniese a mi habitación —sonríe orgullosa por su hazaña mientras alzo una ceja por enterarme ahora de este detalle tan interesante— No me mires así, está muy bueno, y casi todos eran viejos o estaban calvos. Que no tengo nada en contra de ellos, si tenemos la misma cantidad de pelo.
—Olivia por dios...
—¿Qué? Es la verdad. Que ahora tenga pelo no quiere decir que...
—...No digo eso —la interrumpo— Si no a lo de hablar de Felipe como si no estuviera delante.
—¿Pero lo vuestro no es falso? —dice con una sonrisa burlona que me saca de quicio.
—Lo es —digo con resignación.
—Entonces, ¿qué más te da que te recuerde lo tremendamente bueno que está? —intenta picarme, lo sé, y lo va a conseguir, eso también lo sé— Tengo ojos en la cara, y ahora que ya no es mi médico soy libre para tirarle la caña. No te creas que no he imaginado veces como me empotraría contra...
—¡Para! —le fulmino con la mirada y la garganta seca— No tiene gracia.
—Ya veo que no se puede hablar de tu no novio —le da otro sorbo a la bebida caliente.
—Deja de llamarlo no novio.
—¿Prefieres novio a secas? —curva una ceja.
—Sí. No. Yo qué sé... —resoplo— Cualquier cosa menos eso.
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Amor con fecha límite #1
RomanceUN MALENTENDIDO, UNA REPUTACIÓN QUE MANTENER Y UN TRATO QUE ACEPTAR. Candace siempre lo ha tenido todo, hasta que un día decide cambiar su estudiada rutina y toda su vida se ve envuelta en un sinfín de cambios. Encuentra a su novio en la cama con ot...