Dolce!

7

La alarma de Johnny sonó y Felix se revolcó en su propia cama, sin demasiadas ganas de levantarse, pero en cuanto vio al alfa levantarse sin ningún titubeo, simplemente apagando el reloj y estirándose, automáticamente Felix se levantó, haciendo reír a su roommate porque tenía todo el cabello desordenado. 

—¿te gusta llevar el cabello largo?—Johnny le preguntó, quitándose la camiseta delante suyo, Felix se ruborizó corriendo la mirada. 

—creo que me hace ver un poco más varonil ¿no crees que acentúa mis rasgos?—Felix se llevó el dedo índice y pulgar por debajo de la barbilla, mirándolo y Johnny sonrió. 

—supongo, personalmente creo que tienes una buena apariencia—el alfa se fue hacia el baño y Felix lamió sus labios, empezando a cambiarse. 

No era del tipo de persona que se enamoraba fácilmente, tampoco sentía interés por otros de manera rápida, pero no pudo evitar pensar que en otras condiciones, tal vez Johnny habría hecho acelerar su corazón. 

—¿no estás saliendo con nadie?—se animó a preguntarle mientras intentaba anudar la corbata del uniforme, observando como el alfa lo hacía. 

Johnny negó con la cabeza, terminando con la corbata—no soy un tipo de relaciones, menos serias—el alfa tomó el pote de gel y se colocó un poco en las manos para luego deslizarlas en su cabello corto y rubio.

Felix rio ante el último comentario, preguntando con un claro tono travieso—¿eras un chico bueno al que le rompieron el corazón y se volvió un bad boy? 

Ambos rieron, Johnny mirándolo con cariño—no, soy un bad boy que espera que un chico bueno le rompa el corazón. 

La risa chillona de Felix llenó la habitación, haciendo que Johnny comience bien su día. 

—no te creo, pero—el pequeño alfa tomo sus cuadernos y salió corriendo detrás del alfa mayor antes de que cerrara la puerta—¿por qué no estás interesado en el compromiso? ¿puedo saber?

Seguramente ante los ojos de los demás se veían un poco graciosos, Johnny era más alto y tenía una musculatura más grande que él, pero ambos llevaban el cabello rubio, así que parecían hermanos. 

Johnny encogió los hombros, restándole importancia—simplemente me parece un desgaste emocional, estar pendiente de otra persona, tener que darle tu tiempo a otra persona, siento que no se equilibra con el futuro que quiero, yo—el alfa abrió las puertas del ascensor, debido a que estaban en el último piso el ascensor nunca estaba lleno, así que ambos entraron sin ningún problema—yo quiero ser famoso—Johnny le sonrió de lado—no quiero estar enredado en una relación adolescente, todo el mundo puede tener eso, yo quiero algo más. 

Felix sonrió como un niño pequeño que acaba de escuchar un gran secreto, emocionado jugó con sus dedos—seguro serás muy famoso. 

Las puertas se abrieron en un piso cerca del lobby, Johnny y Felix miraron con curiosidad a los estudiantes que entraban, el pequeño frunció el ceño cuando reconoció rápidamente unos cabellos rojizos, el alfa alto estaba cabizbaja sollozando mientras que el omega a su lado miraba su celular, ninguno de los dos les prestó atención hasta que las puertas se cerraron. 

—no tenías que pegarme—sollozó el alfa, como de costumbre tenía todo su uniforme mal acomodado, él era un desastre, pero por lo guapo que es nunca nadie notaba lo zaparrastroso que era.

—te lo dije, si no te levantas a la segunda alarma, te golpeo, mañana levántate. 

—buen día, Hyunjin —Johnny dijo, sorprendiendo al alfa que se dio la vuelta completamente asustado, el chico le miró y Felix iba a saludarlo, pero Hyunjin intentó huir, apretando todos los botones del ascensor.