Dolce!

47

—no puedes ir al baile con Johnny—sollozó el alfa de cabellos anaranjados mientras se acurrucaba a su lado. 

Felix estaba por dormir un rato e hizo una mueca—¿qué?

Johnny estaba en su propia cama todavía leyendo también, Hyunjin se acomodó más a su lado—que no puedes ir al baile con Johnny—susurró bajito, temeroso de que el otro alfa oyera. 

Pero el alfa de cabellos castaños oscuros solo sonreía divertido por la segura pelea que comenzaría en segundos.

—¿por qué no podría ir al baile con Johnny? ¿Por qué lo dices tú?—Felix le miró con el ceño fruncido. 

Hyunjin se separó apenas un poco—no en ese sentido, pero Johnny me hace sentir inseguro—dijo avergonzado

—¿y ese es un problema mío? te recuerdo que tú fuiste el que invitó a cierto omega al baile.—enfatizó Felix con enojo—no me invitaste a mi, invitaste a otro omega. 

El alfa de cabellos anaranjados apretó sus labios con fuerza y suspiró—¡pero! ¡no es justo que vayas con Johnny! ¡no quiero!—chilló como un niño haciendo una rabieta. 

En menos de un segundo Felix lo tiró de la cama y ambos chicos empezaron a pelear—¡tienes que estar bromeando! ¡maldito descarado! ¡ni siquiera intentes actuar de manera posesiva conmigo!

—¡no es posesividad!—sollozó Hyunjin de rodillas en el piso con los brazos apoyados en la cama—¡no quiero que bailes con Johnny! ¡Johnny...—el alfa dijo el nombre del chico y luego miró hacia donde estaba, Johnny seguía leyendo sin prestarles atención—¡Johnny se va a burlar de mi!

—lo tienes bien merecido, tú te burlaste de mi—el pequeño alfita volvió a acostarse y le dio la espalda. 

Hyunjin hizo un pucherito y miró con resignación a Johnny que seguía leyendo—Johnny... 

—¿qué?—el alfa sonrió burlón. 

Y Hyunjin sollozó—¡Johnny! ¡no vayas con Felix!

—oh, que malo eres Hyunjin —rio el alfa—¿quieres que tu compañero aparezca sin cita al baile? eso es muy cruel. 

—¡no! ¡Johnny no!—chilló aterrado cuando Felix volvió a incorporarse y le miró con el ceño fruncido. 

—¿preferirías que vaya solo como un fracasado?—el rubiecito preguntó totalmente sorprendido. 

Johnny sonrió de lado y murmuró—es lo que está dando a entender. 

—¡no! ¡Johnny no dije eso!—gritó Hyunjin totalmente derrotado—¡nunca diría algo así! yo... dios mío ¿por qué me torturan?—susurró dejándose caer de nuevo al piso—me quedaré aquí como un trapo sucio, no hablaré más. 

—genial, porque con tanto grito es imposible leer.—Johnny continuó leyendo. 

Felix suspiró—si, no se puede dormir así—el alfita se acurrucó entre las mantas. 

Y Hyunjin se quedó tirado en el piso mirando el techo hasta que el guardia golpeó la puerta y abrió—¿Hyunjin por qué siempre tienes que estar gritando? vuelve a tu dormitorio. —el hombre dijo antes de volver a cerrar la puerta. 

El alfa de cabellos anaranjados se levantó de mala gana y miró al alfita que estaba de espaldas—Felix —susurró antes de irse.

—¿qué?—el pequeño alfita se dio la vuelta y le miró. 

—te quiero—susurró con las mejillas ruborizadas

Las mejillas del rubiecito se tiñeron de rosa y murmuró torpemente—yo ta-también.—Felix volvió a cubrirse con las mantas.