Los alfas nunca entenderían lo que podría llegar a significar para un omega poder representar al instituto a nivel nacional en una asignación tan exigente y estratégica como lo eran las matemáticas.
Se jactaban de tener grandes cerebros y una inteligencia por encima de la de los omegas, sin embargo, para Doyoung no eran más que un montón de salvajes excéntricos deseosos de atención y adulación, por eso nunca, jamás se casaría con alfa, preferiría mil veces quedarse soltero a tener que vivir bajo la sombra de una criatura egoísta y posesiva, que escogía una pareja para mostrarla al igual que un trofeo de fútbol.
—y para terminar con las noticias del primer día—Johnny dijo, el alfa a quien Doyoung más odiaba—como delegado de la clase y presidente del consejo estudiantil, agradezco en nombre de nuestra clase y de la escuela a Kim Dongyoung por dedicar sus vacaciones al torneo de matemáticas—rio de lado, mirándolo como si fuera un ridículo, nerd e incomprendido Omega—una ronda de aplausos—ordenó.
Los aplausos se oyeron y Doyoung apretó sus dientes con furia, él nunca podría saber lo que significaba ¿Por qué enojarse con él? Solo era un idiota.
Las vacaciones de verano habían terminado y seguramente la mayoría de sus compañeros estuvo pasando sus días libres en playas paradisíacas, jugueteando con personas de sus edades, bebiendo y posiblemente hasta follando. Doyoung no sabía nada de ese tipo de vida, desde pequeño se había dedicado a ganar torneos y competencias de asignaturas, planeaba entrar a la universidad más prestigiosa del país y convertirse en el primer Omega capaz de ser doctor general, dominaría todas las ramas de la medicina que implicaban ser un doctor general y dejaría morir a John el día que llegue a su guardia.
—está todo planeado—dijo en voz alta mientras recogía sus cuadernos.
Sooyoung lo miró con una mueca—a veces me das miedo, Doyoung.
—¿Todavía no te expulsan? Este internado da mucha oportunidades o tal vez solo significa que eres una maldita alfa privilegiada—el omega se fue primero y su compañera de banco negó con la cabeza.
—suerte que éste es nuestro último año, no lo aguantaría uno más.
Doyoung salió primero del salón, no le interesaba hablar con sus compañeros, el primer día de clases no tenía nada de importante o interesante, lo que era de verdadero valor era el poco tiempo que tenía para escoger el mejor lado de la habitación que le tocaría compartir. Todos los años los roommates cambiaban y si tenía suerte podía ser emparejado con alguien de su misma especie, sin embargo, la mayoría de las veces los omegas debían compartir habitación con alfas porque eran mucho más, la cifra estaba desequilibrada, de cada treinta alfas con suerte había un Omega.
Por ejemplo, él era el único omega en su clase.
Miró el número en la llave que le entregaron en la entrada y luego vio el número 117 en la puerta abierta del cuarto que le tocó.
—no puede ser—dijo sin disimulo cuando vio a Hyunjin sentado sobre el escritorio, el alfa era un año menor que él y era el adolescente más popular del internado.
—hi, Doyoung!—le saludó con una sonrisa pícara—me tomé el atrevimiento de escoger el lado de la habitación con más enchufes y tienes suerte, te quedó el lado de la ventana—el alfa colocó sus dedos en v, fingiendo ser adorable.
Y Doyoung suspiró—bendita suerte, ya he oído que eres un bastardo como compañero, solo te diré que si prendes tu maldita música luego de las diez de la noche, tiraré todos tus instrumentos por la jodida ventana ¿Entendido?
Sus miradas se encontraron y Hyunjin sonrió de lado—no quieres meterte conmigo, créeme.
—tu no quieres meterte conmigo—Doyoung empujó su maleta hasta el costado de la cama, tirándola al piso para abrirla y sacar de allí una pistola eléctrica.
—¡Jodido cristo! ¡Estás tan loco como me dijeron!—gritó el alfa, empezando a reír.
—¡Y puedo enloquecer tanto como yo quiera! ¡Mi padre es el primer ministro!—se respaldo Doyoung, demostrando que no pertenecía a una familia ordinaria.
Los ojitos finos de Hyunjin se alargaron aún más, deseoso de jugar este juego—¡Pues adivina quién puede enloquecer también! ¡Mi padre es el dueño de Hwang corporaciones!
La puerta se abrió, sorprendiendo a ambos, el encargado de los dormitorios los miró con una expresión sería, sosteniendo un bate de plástico—¿Ocurre algo?—preguntó.
Doyoung tragó saliva y negó con la cabeza, Hyunjin lo imitó, animándose a responder por los dos—no ocurre nada, Doyoung y yo estamos presentándonos.
—no olviden tomar los supresores—dijo, pasando su vista desde el alfa hasta el Omega—si alguno se descontrola lo golpeare hasta separarlos ¿Entendido?
—sí—respondieron al unísono.
El internado Nsok además de ser reconocido como uno de los institutos más calificados del país, también era conocido por su estricta y agresiva manera de disciplinar a los alfas, betas y omegas para que no perdieran el control de sus salvajes instintos.
Y ningún estudiante quería ser golpeado, mojado ni mucho menos encerrado por no poder controlar sus instintos.
Éste era el único motivo por el cual los omegas y los alfas aprendían a convivir en una misma habitación todos los días a todas horas todo el año.
—demonios, el maldito viejo de Geum siempre da un jodido miedo—murmuró Hyunjin, bajándose del escritorio—jodida mierda, por qué tuvo que ser asignado a nuestra ala, viejo enfermo.
Doyoung tragó saliva y asintió a las maldiciones del alfa, no podía negarle la razón, el viejo Geum le causaba repulsión.
Mientras Hyunjin jugueteaba con su bajo, aún con todo su lado del cuarto vacío y con sus maletas a un costado, Doyoung ya se encontraba acomodando sus libros en el estante y hasta colocando sus decoraciones de cerámica.
Los dos volvieron a asustarse cuando la puerta fue tocada y luego abierta—¿Hyunjin estás acá?—preguntó una reconocida voz.
Doyoung fingió no oírlo y tampoco se dió la vuelta cuando Johnny entró a la habitación.
—¿Ya te acomodaste?—el alfa le preguntó al alfa más pequeño.
—no aún no, no tengo ganas—Hyunjin empezó a abrir sus maletas y Johnny lo ayudó, ellos hablaron estupideces mientras guardaban las cosas y Doyoung tragó pesado.
Hyunjin estaba en la banda de Johnny, si el alfa pequeño era el más popular del internado, entonces Johnny era la estrella, no le bastaba con ser el delegado de la clase y el presidente del consejo estudiantil, sino que también tenía una banda de pop rock en la cuál era líder.
Johnny era la personificación del sueño adolescente, el alfa más alto del instinto, cabello rubio y corto, sonrisa encantadora y casi pintada en su rostro en todo momento, y sobre todo, tenía algo que pocos alfas conservaban en la actualidad y eso era que incluso entre los alfas él era un dominante.
—Doyoung ya que vas a estar compartiendo habitación con mi hermano pequeño ¿Te puedo pedir un favor?—Johnny le habló y Doyoung se dió la vuelta con el ceño fruncido.
—¿Ya vas a empezar a pedirme favores? No soy una niñera.
El alfa sonrió divertido—no intentes seducirlo, eso podría poner tristes a nuestros fanáticos.
Ambos alfas empezaron a reír, burlándose de él y Doyoung le tiró con la almohada—¡Cómo si fuera a mirar a un niñato como él!
Hyunjin se ofendió rápidamente, diciendo—cómo si yo fuera a mirar a un omega tan feo y gruñón como tú.
Doyoung agarró sus auriculares y los miró, se los puso y les mostró la pantalla mientras subía el volumen de la música al cien.
Odiaba a los alfas y sobre todo a esos dos.
Como dice el dicho, Dios los crea y ellos se juntan.
Malditos.
Nota: Sisi tengo un montón de fics sin terminar y queeeeeeeeeeeee
En el próximo cap aparece Félix uwu
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Dolce!
FanfictionEl internado Nsok está equiparado para contener a seiscientos alumnos, ya sean omegas o alfas, idealizado para formar a los hijos de grandes influyentes, Nsok busca sobresaltar en todas las categorías juveniles, sin embargo, los estudiantes no son r...