Dolce!

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Debido a las inyecciones Felix estaba quedándose dormido, el rubiecito se apoyó contra el hombro de Johnny y cerró los ojitos, tenía frío y la noche se le había hecho demasiado larga, así que después de que Taeyong se unió a ellos y tanto él como Doyoung no parecieron tener intenciones de terminar la noche pronto, el alfa decidió pedirle a Hyunjin que se lleve a Felix por hoy. 

El chico de cabellos anaranjados se ruborizó y le miró sorprendido—¿está bien que lo lleve? está dormido ¿qué tal si se enfada?

—no se despertara debido a la medicina, pero puedo confiar en ti ¿cierto? ya sabes que no puedo llevarlo a casa por mi madre—Johnny respondió, tomando en brazos al rubiecito—ve a buscar un taxi, lo llevaré hasta allí. 

Hyunjin asintió y salió casi corriendo, poniéndose en el abrigo en el camino, mientras que Johnny solo miró a la parejita y murmuró "me quedaré en el auto, avísame cuando estés listo para irte". 

Johnny caminó con Felix en brazos y se preguntó si las inyecciones le harían bien, si acaso él y Jiyeon habrían hablado de algún tratamiento para que aparentar ser un alfa dejara de ser tan agotador físicamente. Por el frío de la noche y de la nieve alrededor, Felix se acurrucó más contra él, quejándose y Johnny permaneció allí mirando los copos blancos empezar a cubrirlos de a poco.

Luego de unos minutos Hyunjin apareció con un taxi y una sonrisa tímida, Johnny le devolvió la sonrisa y le ayudó a sentar al pequeño alfita en la parte trasera del vehículo—tal vez duerma hasta mañana, avísame si ocurre algo, iré tan rápido como pueda. 

—¡está bien! ¡lo cuidaré muy bien!—dijo, claramente comprometido. 

Johnny le sonrió divertido, Hyunjin era tan transparente con sus sentimientos, sin embargo, se preguntó cómo tomaría que Felix no es un alfa. 

Les vio ir y en vez de regresar al bar, Johnny se fue al auto, encendió la calefacción y buscó su libreta, decidió componer un poco, inspirado quizás por la atracción pura e inocente que veía de Felix hacia Hyunjin, descubrió rápidamente que podía escribirle muchas letras a Felix debido a que su presencia le causaba inspiración, pero le causó desolación saber que aunque le viera como a una musa, nunca podría experimentar sentimientos románticos por él o por alguien en particular. 

Se preguntó cómo es que para alguien como Doyoung resultó tan fácil enamorarse de Taeyong, cuando parecía entre ambos el más rehúso al amor. 

Al final solo era un omega más. 

Johnny se bajó del auto y fue a buscar en el baúl una guitarra con la que siempre salía, y pasó el resto de la noche componiendo, la nieve alrededor se acumuló mientras buscaba las palabras correctas para expresar su admiración y adoración hacia cierto jovencito rubiecito. 

Mientras que Doyoung permaneció en el bar junto a Taeyong, sus ojitos negros brillaron como un cielo estrellado mientras miraba al alfa, su corazón latía emocionado y sus mejillas se sentían calientes cada vez que el aroma de su compañero lo atravesaba y se envolvía a su alrededor, Taeyong se inclinó varias veces hacia él para hacer chistes tontos o para comentar algo acerca de los músicos que estaban en el escenario, pero Doyoung no podía pensar en nada más que en él. 

En la sonrisa coqueta del alfa que por momentos se convertía en una dulce sonrisa tímida, en sus ojitos oscuros mirándolo como si él fuera su mundo. 

Debía estar loco, pensó por un instante, no era la clase de persona que se enamoraba fácilmente ni perdidamente, pero debía admitir que era la primera vez que estaba experimentando tantas emociones juntas y sabía que no podía controlarse a sí mismo.