—ah, de verdad, estoy muy nervioso por esto—murmuró Johnny, entrando a su casa por la puerta trasera.
Felix lo siguió en silencio y sigiloso, podría haberse quedado en un hotel por su propia cuenta, pero Johnny no quería dejarlo solo, no hoy, así que estaba esforzándose por esto, pero el chico rubiecito y de pecas no creía que valiera tanto la pena si lo mortificaba más de lo que lo hacía sentir cómodo.
Subieron las escaleras de manera cuidadosa, Johnny iba por delante iluminando con su celular, ni siquiera la linterna, apenas con el vago brillo de la pantalla y en cuanto llegaron a su habitación, el alfa cerró la puerta, pero Felix notó que no tenía seguro.
—¿No te permiten utilizar seguro?—preguntó curioso, empezando a quitarse la ropa para ponerse un par de pantalones cortos prestados y una camiseta holgada.
Johnny negó con la cabeza, poniéndose un pijama—es algo de hace muchos años—comentó, acomodando la cama para invitarlo a acostarse—mi hermano y yo éramos pequeños, bueno, él eran un poco más grande, de cualquier manera, unos tipos entraron a la mansión y se encerró en una de las habitaciones con él, tuvieron que derribar la puerta y fue todo muy traumatizante, mi padre decidió quitar los seguros.
—vaya ¿Cómo está tu hermano respecto a eso?—el omega se metió a la cama y se maravilló por la suavidad y comodidad totalmente ajena a la del internado, había olvidado lo que era una cama de verdad.
—bien, para él fue una aventura, yo me habría muerto de un infarto—rio el alfa, acurrucándose a su lado—buenas noches, Felix, espero que puedas dormir bien.
Felix sonrió y cerró los ojos—buenas noches, Johnny, duerme bien... Sueña conmigo—rio.
—sería un buen sueño—sonrió el alfa.
Ambos se quedaron dormidos sin mucho esfuerzo, había sido un día realmente largo y ya eran pasadas la una de la madrugada, entre el calor y la suavidad de las sábanas no resultó una tarea difícil caer rendidos.
Pero a pesar de lo cansado que estaba tanto física como emocionalmente, Felix todavía seguía siendo demasiado perceptivo y escuchó unos ruidos cerca de la habitación así que casi de inmediato se despertó.
Parpadeó entre la oscuridad de la noche, estaba acurrucado contra el pecho de Johnny y solo si levantaba un poco la cabeza podría mirar en dirección hacia la puerta, así que eso hizo y la piel se le puso de gallina cuando notó que la puerta empezaba a abrirse lentamente.
Apretó su agarre en el pijama de Johnny y empezó a gruñir, honestamente, se asustó al encontrar su mirada con la de aquella desconocida figura, el alfa se removió contra su toque, murmurando—¿Qué sucede, Felix? ¿Tienes una pesadilla?—en cuanto sintió el aroma a guindado de su madre, Johnny se exaltó—maldita sea—dijo, abrazando rápidamente al omega mientras llamaba a gritos a su hermano—¡Siwan! ¡Siwan!
—por favor, Johnny, no hagas un escándalo—Yunji dijo, encendiendo la luz, intentando darle una mirada a la criatura que entre sus brazos su hijo escondía—solo quiero ver qué es lo que entraste de contrabando—rio su madre, apoyándose en el marco de la puerta—muéstrame a la pequeña puta que trajiste.
Felix frunció el ceño al notar la tensión de Johnny y recordar el temor que él le tenía a su propia madre, así que se separó del alfa, incorporándose, dejando ver su cabello rubio desordenado y su bonito rostro cubierto de pecas—¿Querías verme? Ya me viste, vete.
La omega no pareció nada contenta con la falta de respecto del chico en la cama de su hijo, pero por más que intentó sentir su aroma y su estado emocional, no pudo encontrar nada acerca de él y su llamativa belleza no coordinaban con su voz potente y dominante—¿Quién te crees que eres?—ella preguntó, acercándose.
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Dolce!
FanfictionEl internado Nsok está equiparado para contener a seiscientos alumnos, ya sean omegas o alfas, idealizado para formar a los hijos de grandes influyentes, Nsok busca sobresaltar en todas las categorías juveniles, sin embargo, los estudiantes no son r...