15

786 185 54
                                    

Honestamente, no podía creer que Johnny había intentado dominarlo delante de un grupo de alfas ¿ese demente estaba enfermo? ¿cómo se le ocurría hacer algo tan arriesgado con un solo omega en la sala?

—voy a acabar con él, a la mierda todo—gruñó molesto, metiéndose al baño. 

—¿estás bien? ¿quieres que llame a algún profesor?—Hyunjin intentó seguirlo hasta el baño, pero Doyoung cerró la puerta con llave, ignorándolo.

El omega buscó su celular entre los bolsillos y se sentó en el piso, los azulejos estaban fríos, sin embargo no lo notó, estaba tan furioso que podía romper una pared si no fuera porque en el camino acabaría lastimándose las manos.

Su padre atendió al primer llamado—¿Doyoung? ¿Qué ocurre? Solo puedes hacer llamadas de emergencia ¿Ocurrió algo?

—¡Papá!—gritó entre llantos, totalmente irritado—¡Un alfa intentó dominarme!

La línea se quedó en silencio hasta qué preguntó—¿Quién?

—¡John Suh! ¡Por favor! ¡Haz algo! ¡Quiero que reciba un castigo—Doyoung apretó la tela de su pantalón, nervioso e impotente.

Pero el silencio de su padre lo decepcionó como muchas lo había hecho, el primer ministro era un imbécil como todos los alfas que conocía—Doyoung ¿Hiciste algo para provocarlo?

La expresión del omega decayó, tragó saliva—¿Estás de broma? Incluso si hubiera hecho algo ¿Todavía merezco ser tratado así? No soy un animal, no soy una presa sumisa que debe ser sometida ¿Sabes qué? Vete a la mierda, ojalá cuando estés por morir llegues a mi maldita guardia.—Doyoung cortó y tiró el celular contra la puerta, el cuál se rompió cuando recibió el golpe duro de la madera y luego el del piso.—maldita sea, tienes que estar bromeando—sollozó abrazando sus propias piernas.

No sabe cuánto tiempo permaneció encerrado, pero en algún momento se quedó dormido hasta que escuchó la llave caer y luego la puerta abrirse, allí estaba Hyunjin mirándolo preocupado, sostenía un alambre, posiblemente con el que había abierto la cerradura.

—te traje algo de comida, sabes que no puedo hacer eso, pero me las arreglé para meter todo a un recipiente ¿Quieres comer?—el alfa mantuvo su distancia y Doyoung le miró con sus ojitos hinchados de impotencia más que de miedo.

Asintió triste, levantándose del baño—me había dormido, no tenías que forzarme la puerta.

—lo siento, pensé que podrías haberte suicidado, eso habría sido traumático, no sabía qué hacer—susurró temeroso, dándole su espacio—lamento que todo se haya salido de control, te acompañaré a denunciarlo a la secretaria si eso es lo que quieres, no estuvo bien.

Los ojitos oscuros de Doyoung se ampliaron ligeramente ¿Había escuchado bien? ¿Hyunjin se había ofrecido a ser testigo? Las denuncias solo podían realizarse si habían pruebas o testigos, pero eso destruiría su relación con Johnny ¿Por qué haría algo así?—está bien, ni siquiera mi padre cree que sea algo por lo que hacer un escándalo—dijo desanimado, sentándose en la cama y sonriendo al ver todo el montón de comida que apenas cabía en el recipiente que Hyunjin logró agarrar—gracias, si no como algo voy a estar malhumorado en la madrugada, eso habría sido terrible.

El alfita de cabello naranja sonrió y fue a preparar unas tazas de té—deberíamos tener más libertad a la hora de comer, bueno, a nosotros los alfas no nos da tanta hambre, pero ustedes.

Doyoung se mantuvo en silencio mientras comía, recibió la taza de té con alegría y solo siguió masticando bajo la mirada preocupada del alfa, fue algo nuevo en su vida, siempre había pasado solo sus días difíciles como omega y el aroma cítrico de Hyunjin fue reconfortante.

Dolce!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora