66

482 122 44
                                    

Doyoung durmió apenas un poco, cuando se despertó aun era de madrugada, el sol no había salido y su habitación se sentía igual de fría que siempre. Se quedó acostado bien abrigado con las prendas de Johnny, no estaba pensando en nada en particular, tal vez era por el desorden hormonal, pero se sentía vacío, la pasada noche sentía que era el fin del mundo y que nunca volvería a ser feliz. 

Pero ahora solo siente nada. 

Ni siquiera es desolador, su cuerpo está cansado y su mente también, han pasado muchas cosas en el último tiempo, pero también es cierto que todas esas cosas en realidad son situaciones que venía acarreando de hace años y que eventualmente debían acabar. 

Su omega comienza a entenderlo después de ese desahogo y sobre todo ahora que el aroma que calma su ansiedad no es el aroma de Taeyong, hay otro aroma, uno dominante y de un alfa confiable, su omega va a apegarse a él, Doyoung lo sabe y ni siquiera se opone a ello. 

Pero le preocupa la reacción de Johnny. 

Cuando piensa en el diablo, él llama. 

Doyoung sonríe sin ánimos al ver su nombre en la pantalla de su celular—hola, son las cinco de la madrugada—el omega dice. 

—vi que habías estado en línea hace un rato, me preguntaba si estaba todo bien ¿cómo te sientes?

—cansado, hice un desastre en mi departamento y en breve tendré hambre—murmuró acomodándose en la cama para mirar hacia el techo—¿sigues sin dormir nada?

—dormí dos horas. 

—moriría si solo duermo dos horas, estoy muriendo y dormí más que tú. 

—¿quieres que te lleve el desayuno? tengo que llevar a Felix a sus clases y puedo pasar por tu departamento. 

Doyoung lo piensa, pero acaba por acceder, no tiene ganas de prepararse el desayuno o cualquier comida—suena bien, gracias ¿por qué Hyunjin no está llevando a su novio? 

—lo llamaron de su casa, su hermana va a dar una noticia importante así que tiene que desayunar con su familia, me pregunto qué será—murmuró curioso el alfa. 

También le dio curiosidad, Hyunjin tenía dos hermanos medio que eran gemelos, no podía imaginar qué otra cosa maravillosa habían hecho además de viajar por el mundo y ganar premios por cosas que Doyoung ni siquiera sabía que existían.—luego le preguntaré. 

—sí, apuesto que nos contará apenas salga de su casa, entonces te veo en un rato. 


Johnny cortó y Doyoung continuó en la cama, no podía imaginar qué tenía para decir la hermana de Hyunjin, pero esperaba que la reunión con su familia no lo afectara, siempre acababa un poco deprimido cuando veía a sus padres. 

Doyoung entendía al alfa, aunque nunca lo suficiente, él no tenía hermanos mayores perfectos y aunque sus padres no esperaban mucho de él, siempre estaban genuinamente orgullosos de que fuera un omega tan diligente. Pero a Hyunjin esas cosas no le pasaban, su padre creía que era un alfa sin futuro y que debería dedicarse a algo mejor que a jugar a ser músico, y tanto su padre como madre se mostraban decepcionados porque no quería un matrimonio arreglado con alguien de la élite. 

Se quedó dormido después de pensar en su mejor amigo, recién volvió a despertarse cuando Johnny tocó el timbre. Se levantó de la cama arrastrando los pies, en la mesa continuaba su hamburguesa sin comer y la sala estaba más fría que de costumbre. 

Cuando abrió la puerta Johnny estaba allí con una chaqueta de jean y sosteniendo una bolsa de papel al igual que una cajita con vasos descartables. 

—gracias por venir—susurró permitiéndole entrar. 

Dolce!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora