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Doyoung estaba acostado en la cama, había días en los que se sentía demasiado agotado, era una de las tantas desventajas de ser omega, su cuerpo caía en bajones depresivos muy a menudo, todo era culpa de sus hormonas, el sistema de un omega siempre estaba alborotado y más cuando utilizaba tantos supresores. 

Su padre le había contado que cuando eran jóvenes no existían tantos supresores y que era el motivo por el cual muchos omegas eran lastimados y dañados, era posible que fuera la razón por el cual en la actualidad los de su especie eran minoría. 

Se asustó cuando escuchó la puerta, miró de inmediato y solo era Hyunjin, el alfa se veía pálido y distraído, tenía los hombros caídos y se tiró a la cama como si fuera una bolsa de papas. 

Doyoung lo miró desde su cama, sus ojitos negros se enfocaron en el rostro del alfa, comprendía porque todos se enamoraban de él, era hermoso, Doyoung no negaba eso, pero Hyunjin tenía una personalidad fuera de lo común, no concordaba con la del estereotipo de alfa. 

—tienes un lunar—le dijo, observando la marca debajo del su ojo. 

El alfa rápidamente se cubrió el ojo con una mano, mirándolo desde donde estaba—no es cierto, estas viendo mal. 

Doyoung sonrió—¿no te gusta?

—no te confundas, no hay ni una sola cosa que no me guste de mi mismo, me amo—aseguró Hyunjin, quitándose la mano del rostro—pero no menciones la mancha. 

—bien.—el omega encogió los hombros, en realidad no le importaba. 

—¿qué te pasa? ¿por qué esta toda la habitación como si tuviéramos un muerto debajo de la cama y no supiéramos qué hacer con él?—el alfa mantuvo su mirada sobre la del omega y éste rio. 

—me siento como la mierda—fue honesto Doyoung —nunca podrías darte una idea de cuánto odio ser mediocre en mis asignaturas, no me importa si a los demás no les parece algo valioso, pero para mi lo es, no entregar ese trabajo... de verdad, me siento tan estúpido. 

Hyunjin se removió en la cama, incómodo—lo siento, pero... no entregaste la tarea porque no la hiciste, fue mi culpa, eso no te hace estúpido. 

—sí, pero otra persona en mi lugar habría podido tener alguna buena idea para llegar a tiempo en reescribir todo.

—creo que te estás torturando demasiado—murmuró el alfa—no podemos ser perfectos. 

—no entiendes—Doyoung suspiró y ambos se asustaron cuando la puerta fue golpeada—¿esperas a alguien?

—Hyunjin sé que estás ahí dentro, puedo sentir un rastro de olor a limón ¿podemos hablar?—Johnny dijo en voz alta, el alfa se asustó, señalando a la puerta mientras se cubría la boca y Doyoung frunció el ceño, llevando un dedo a su propia boca para señalarle que hicieran silencio—sé que Doyoung está ahí también, siento olor a crema pastelera.

—¡¿huelo a crema?!—el omega se olió a sí mismo, sin poder sentir ningún olor en particular y Hyunjin le tiró con una almohada por gritar. 

Se levantó a abrir la puerta, fingiendo ser un tonto—estábamos durmiendo la siesta—dijo, permitiéndole entrar—¿qué se te ofrece, Johnny? pensé que hoy no íbamos a ensayar. 

—quería hablar contigo, últimamente siento que me evades, no creo haber hecho algo mal, pero en caso de haberlo hecho, me gustaría que hablemos de ello—de manera sincera y directa, Johnny habló mientras veía a los ojos al alfa menor. 

Hyunjin junto sus labios, apretándolos fuerte mientras sus ojos se agrandaban, Doyoung por su parte tragó saliva y se dio la media vuelta ¡dios santo! ¡Johnny era demasiado directo! ¡supongo que así actúa un alfa dominante!

Dolce!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora