Capítulo 60

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Bloody Love

Capítulo 60
Revelaciones

KALEY

No estoy segura de cuánto nos alejamos, no estoy tan consciente de mis actos como sería lo propicio, todo lo que sé es que podrían pasar cosas muy malas si alguien llegara a escuchar una palabra de esto. Solo sé que me siento casi demente, pero totalmente determinada a acabar con esto de una vez por todas, lo que solo me hace sentir incluso más perturbada.

También sé que Lauren viene detrás, no sabría decir si la impulsará la curiosidad de por qué de repente me dio por arrastrar a la mujer que es su teniente a lo profundo del bosque, o si será por cuidarme las espaldas en terreno hostil. ¿Creerá que enloquecí y me ha dado por matarla? Quizá venga más en protección de Bafnil que mía. Y la verdad es que todavía no he decidido si voy a hacerlo o no.

Pues, honestamente, la visión de Bafnil y mi madre es… No lo sé, pero me dan ganas de romper algo de solo pensarlo. Pero, antes de actuar y que el algo que rompa sea una parte del cuerpo de la Vampiresa en cuestión, quiero enterarme de las cosas.

Porque reconozco que puede ser que no conozca del todo bien a Bafnil, pero por lo poco que sé de ella, y la resumidísima historia que contó mamá, está más que claro que lo suyo no terminó precisamente bien. Y si llegara a enterarme que se aprovechó de alguna manera del lazo entre ellas juro que me importará poco y nada que su sangre esté en mis venas.

— ¡Kaley! —seguramente cansada de que haga caso omiso a sus intentos de llamar mi atención, Bafnil se zafa de mi agarre; me vuelvo a mirarla con el ceño duramente fruncido, ella porta una expresión de desconcierto — ¿De qué va todo esto?

Aun sin saber poner una medida exacta, mis sentidos me dicen que estamos lo suficientemente lejos de todas las formas de vida moviéndose por el bosque. Con eso me basta.

Me tomo unos momentos para calmarme antes de hablar, con el corazón golpeándome con furia en el pecho y una sensación muy parecida a la ansiedad cosquilleándome tan incómodamente en las manos que me dan ganas de golpear algo para liberar tensión, tomando profundas y veloces bocanadas de aire y casi soltando gruñidos entre ellas.

Cálmate, Kaley, no puedes solo golpearla, no tienes por qué golpearla, no debes golpearla, ¿por qué quiero golpearla? ¡Maldita sea! No lo sé, solo sé que tengo los nervios de punta justo ahora y su expresión de aturdimiento me altera más.

Ella me mira como si temiera que de un momento a otro fuera a perder el control, probablemente notando mis ganas de arrojarme contra ella en mi postura, en mi forma de respirar o solo en la mirada tras mis ojos.

Viéndola no puedo dejar de preguntarme: ¿esto es en serio? ¿De verdad, ella? ¿Realmente es mi otra madre? ¿Lo sabe? ¿No lo sabe? Si lo hace, ¿le contrariará que me haya enterado? Si no lo sabe, ¿cómo va a reaccionar al respecto? ¿Debería hablar? ¿Debería guardarme esto? Mamá dijo que habían dejado de verse, y aunque es difícil saber con certeza el estado de su embarazo por entonces, debió ser al inicio. ¿Qué tal si no le dijo nada?

¡Al demonio! Me da exactamente lo mismo si sabe o no sabe, ella va a darme las respuestas que quiero a como dé lugar.

— ¿Cómo demonios está eso de que eres el Mate de mi madre, Bafnil? —espeto, casi gruñendo, procurando con más o menos éxito no alzar la voz.

La expresión de extrañada cautela de la Vampiresa no cambia. Es más, no hace el más mínimo movimiento, y es como si todo alrededor, incluso el inclemente viento invernal, se hubiese pasmado con ella. Hasta Lauren, que se acercaba por entre los árboles, se detiene en seco al escucharme.

Bloody LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora