Bloody Love
Capítulo 30
Estás ConmigoLAUREN
La cachorra habla dormida. Esta es la tercera vez que la oigo murmurar, más que nada cosas ininteligibles, mientras está inconsciente. La primera vez no pude comprender nada de lo que musitó; la segunda, habló muy claramente y sus palabras fueron... bastante difíciles de no tener en cuenta, incluso ahora recuerdo cada una de ellas.
Ahora solo dice mi nombre. Lo masculla apenas, repitiéndolo varias veces a intervalos largos, precedidos o sucedidos de algunos gruñidos que supongo han de ser palabras masticadas. No estoy segura de por qué sea.
Definitivamente, esto se nos está saliendo de las manos.
El ascensor va a medio camino cuando comienza a torcer el gesto al soltar los quejidos, está despertando. Parpadea, frunce el ceño, rezonga y abre los ojos morosamente, para luego enfocarlos en la nada, sin emoción en la mirada. Está recordando los sucesos que, por lo que vi al llegar, dudo que hayan sido amenos.
Espero alguna reacción precipitada, como aquella vez en el bosque, pero no acontece, solo permanece así, con la mirada perdida, el ceño levemente fruncido y el semblante sombrío. Esto, sin embargo, no quiere decir que la reacción no vaya a acontecer, solo que está demasiado estupefacta para manifestarla.
Es extraño. Fui testigo de lo que es capaz de hacer, de la carnicería que dejó atrás luego de un descontrol, y la sangre que la cubre es evidencia de ello; aun así, no dejo de mirarla indefensa. Ahora mismo, sosteniéndola entre mis brazos, mi camisa arruinada con la sangre sobre ella, luce tan frágil. Y no he podido dejar de sentir compasión por ella desde que se desvaneció.
Desde hace mucho que la compasión no forma parte del espectro de mis sentimientos. No me agrada sentirla. Es una forma de verme vulnerable yo, también. No quiero sentirla. Pero no puedo evitar querer protegerla de todo lo que venga cada vez que miro así a mi cachorra, tan fuera de sí que todo lo que hace es recargar su cabeza a mi hombro y encogerse un poco más en sí misma.
Ya no sé de quién debería compadecerme más. Si de ella, por lo que le ha pasado, o de mí, por lo que podría pasarme a este paso.
KALEY
...
Es una buena representación de mis pensamientos en este momento: los puntos suspensivos.
Estaría preguntándome qué fue lo que pasó, de no ser porque lo recuerdo con claridad, tan vívido que es como si todavía lo estuviese experimentando, tan crudo y tan bárbaro que me cuesta creer que sea un recuerdo propio, que yo hice eso.
No puedo creer que yo haya hecho eso. No puedo creer que yo haya atacado a ese Rogue y, peor aún, disfrutado con la masacre. No comprendo lo que pasó, no era luna llena, no pudo haber sido descontrol, pero yo no me atrevería a atacar a nadie sin un motivo.
¿Qué diablos se supone que fue eso?
Fue Instinto, pero uno corrupto, pues yo sé lo que se siente el Instinto y el mío no es sanguinario. Eso semejaba más bien a la Bestia, el verdadero monstruo que vive dentro del Lycan, que quería saciar una sed de sangre que jamás he sentido antes. Pero no pudo ser la Bestia, porque recuerdo todo. Y ¿qué fue lo que desencadenó todo eso? El cosquilleo en mi pecho ha desaparecido por completo ahora, que todo ha pasado.
A pesar de todo, de que todas y cada una de las espantosas imágenes siguen reproduciéndose en mi cabeza, en modo repetición, del olor y sabor de la sangre que me envuelve, de la horripilante sensación de no ser yo bajo mi piel, sigo sin terminar de procesarlo por completo. Pero solo es cuestión de tiempo.

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Bloody Love
Paranormal¿Pueden una loba y una Vampiresa llegar a amarse? Ciertamente, y cuando comparten un destino escrito, es posible. Kaley Clark, una mujer lobo a punto de cumplir la mayoría de edad, jamás pensó siquiera llegar a sentir empatía por alguien como el...