Bloody Love
Capítulo 17
Un Traidor y Dos BalasKALEY
Las últimas dos semanas han sido un verdadero caos. Cuando me enteré acerca de la situación por la que estábamos pasando, supe que, un tanto llegase a la sede de la manada, mi ya de por sí limitado tiempo libre se vería reducido en gran medida, pero es más que solo eso. En quince días, cinco horas es la mayor medida de tiempo continuo que he podido dormir. Mis días y noches se resumen en juntas, planeamientos, redadas y entrenamientos a Fase III.
Los chupa-sangre vienen con todo, están decididos a acorralarnos. No obstante, me arriesgaría a decir que no han obtenido tanto terreno como querrían. Hemos tenido que relegarnos al bosque, sí, pero no han conseguido aún que nuestras tropas dejen de infiltrarse de manera exitosa en la ciudad, por lo que no tienen un absoluto control todavía.
Los Cazadores, por otro lado, han actuado con algo más de mesura y las notificaciones de secuestros han ido disminuyendo, pero dudo mucho que ello signifique que se estén retirando.
Como heredera y futura líder, me he visto en la obligación de estar presente en las reuniones donde los Delta, los líderes de los diferentes sectores de la manada, discuten acerca de las medidas prudentes a tomar y los pasos a dar luego. Mientras que Asher, Rady, el Teniente a cargo de los Escuchas, y yo opinamos que las redadas deberían adoptar una función más ofensiva, pues es la única forma de progresar en cuanto a la guerra y que ésta no nos halle en desventaja; Mick, Graham, Capitán al mando de los Guardianes, y Janiss, Jefa de Mediadores, piensan que debemos mantener la posición defensiva, negándose a que se arriesguen más vidas de las necesarias; si bien Burr, como Hermano de Luna de mi madre, podría tener un lugar con los Delta, no lo hace, y mi madre es imparcial, aunque ha estado inclinándose más al segundo punto de vista.
Por lo tanto, las extensas asambleas no llevan a ningún cambio y esas horas, que muchas veces han sido a mitad de un descanso que me veo obligada a interrumpir, son invertidas en nada.
El entrenamiento de Fase III es muy... peculiar. Se basa más que nada en la provocación verbal, aunque Asher también pone en práctica tener que lidiar con sensaciones como la impotencia –haciéndome sentir dolor sin la posibilidad de impedirlo–, la rabia –posee una gran destreza para hacerme irritar– y la aflicción. Por alguna razón, ésta última es la que mayor efecto causa en mí.
Amber ha estado muy al pendiente de eso, por cierto. Es una Mediadora, así que comprende cosas respecto a cómo un lobo reacciona ante los estímulos emocionales que yo no. No me ha dado un diagnóstico todavía, pero parece muy interesada en el hecho de que el abatimiento me afecte tanto. Yo no le hallo mucho sentido; no hay algo que me tenga especialmente triste.
Según dice el Comandante Acker, solo hay un resultado y este solo se verá cuando sea capaz de ignorar las provocaciones. Lo que quiere decir que no he obtenido resultados todavía.
Puedo decir que lo que más disfruto de todo esto son las redadas, y no estoy segura de si debería. La noche siguiente al rescate fue la primera –en realidad la segunda–, que consistió en el rescate de un equipo de Escuchas que fue capturado por uno de los lugartenientes de Volusek, Ákil, en un recinto con mucha similitud a un calabozo medieval, lo cual vi muy anticuado, con suficiente seguridad para considerar que no bajé de nivel en cuanto a mi primera misión.
Salimos exitosos, sin bajas, con alguna que otra herida menor y con los nuestros. Lamentablemente no con todos: a Kishov, interrogador aún desaparecido, se le fue la mano con uno de los más jóvenes de ese equipo.

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Bloody Love
Paranormal¿Pueden una loba y una Vampiresa llegar a amarse? Ciertamente, y cuando comparten un destino escrito, es posible. Kaley Clark, una mujer lobo a punto de cumplir la mayoría de edad, jamás pensó siquiera llegar a sentir empatía por alguien como el...