Bloody Love

Capítulo 65

Nota breve

¡Hola, criaturas! Me paso por aquí a dar un mensaje muy breve y conciso: GRACIAS.
Gracias a todos los que han leído hasta aquí, gracias a todos los que me han dado su apoyo con esta y mis otras historias, gracias por todos sus lindos mensajes, y sobre todo gracias a todos aquellos que han estado aquí desde el principio, hace ya más de seis años que empecé a escribir esta historia y sé que la espera para este tan ansiado final ha sido larga, así que quiero darle las gracias a las personas que han tenido la paciencia de quedarse a leer esto.
Sin más preámbulo, solo me queda volver a decir gracias a todos nuevamente y ¡que disfruten de la lectura!

WARNING: los capítulos aún no han sido editados, así que me disculpo por los errores, pero no me aguantaba más para publicar.

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Bloody Love

Capítulo 65
La Batalla de Lasfort

LAUREN

Una pensaría que, teniendo seis siglos de edad y participando activamente en guerras contra el mismo enemigo durante más de cuatrocientos de ellos, terminaría acostumbrándose a la sensación previa a una batalla. No es así. Porque nunca es el mismo sentimiento.

Al principio siempre fue un nerviosismo con tendencia al temor; cuando eres un novato la idea de una batalla es terrorífica, y la experiencia es mucho peor. Luego de unos cuantos encuentros victoriosos, confianza crece y comienza a no verse como la gran cosa; quizá por eso hay tantos idiotas arrogantes de mediano rango, pero siempre sucede algo para devolverle a uno el sentido de la humildad y hacerlo ver que nadie es invencible y que, en un campo de batalla, la muerte puede tomar a todos y a cualquiera; aquellos que no aprenden la lección no sobreviven, e incluso muchos que sí lo hacen también perecen.

Quienes prevalecen, sin embargo, profesan lo único que puede hacer que vivas hasta llegar a mi edad: respeto. Respeto por la muerte.

Una vez eres un veterano, una vez has cultivado tus habilidades a un punto que muchos otros solo pueden soñar, una vez has estado involucrado en baños de sangre que ni las pesadillas de algunos pueden equiparar, comprendes que la única que gana en el campo de batalla, es la muerte. Es la única para quien los saldos son siempre positivos. Y saber, pelear con el conocimiento de que tienes el poder de hacer que sea ella la única que pueda reclamarte, otorga una clase de... libertad a la hora de luchar que solo comprenden aquellos con reputaciones parecidas a la mía.

Puedo reconocer todas las fases por las que ya atravesé en los miembros de las dos manadas. Cada batalla es distinta y las circunstancias pueden hacer que hasta el más novato se sienta valiente, y hasta el más experimentado quiera dar un paso atrás. Aun con eso, los lobos tienen ese arresto, una determinación colectiva que provoca que todos y cada uno de ellos esté dispuesto a luchar hasta las últimas consecuencias sin importar cuáles sean los sentires en su interior.

He de admitir que es algo admirable. Siempre he detestado a los cobardes, aquellos que huían despavoridos de los campamentos cuando nadie estaba mirando, aquellos que querían ser soldados por la gloria que prometía la profesión, pero no querían arriesgar sus vidas para ello. Con los lobos no sucede eso, porque todos quieren pelear, no porque compartan la misma motivación, sino porque sus compañeros pelean, y pelean por una causa, y eso es suficiente para querer hacerlo ellos también.

Lo dicho: son extremistas para todo, incluso para eso de la Lealtad.

Los lobos han sido «vacunados» con la pócima que el Druida ha confeccionado con la sangre de Kaley. Las Balas Ultravioleta que Alissa consiguió han llegado y han sido repartidas estratégicamente entre las tropas. Hay una pequeña fortuna en municiones de plata en el resto de las armas. Los planes han sido revisados, dictados y acatados, y todo mundo está listo para que sean ejecutados. Solo falta una cosa: la orden de marchar.