Bloody Love

Capítulo 36

Bloody Love

Capítulo 36
Fase III y Planes Revelados

KALEY

—Herida en pleno escape. ¿No aprendiste nada de las lecciones que te di, Clark? Bueno, no es que sea gran novedad.

Hoy, Asher ha tomado una técnica diferente para la formación Fase III: en lugar de ofenderme y humillarme mientras provoca mi ira físicamente también, ha decidido sentarme en una silla de metal en medio del gimnasio y pasearse a mi alrededor soltando cuán comentario punzante pase por su cabeza.

Es la primera vez que hacemos algo diferente en los meses que llevamos entrenando, y no me ha dado ninguna explicación al respecto. Cuando entré en el gimnasio acompañada de Ane y Dan –que se han quedado a observar desde las gradas–, todo lo que hizo fue señalar la silla y decir: «Siéntate, Clark».

Eso sí, me atrevería a especular que el cambio de táctica se debe al notable déficit de progreso entre los resultados de la última sesión de entrenamiento, hace varios días, con respecto a la previa a esa: logré mantener la cabeza fría, con todo y sus comentarios punzantes, hasta que sacó, como siempre, a mi padre.

Tiene las manos a la espalda y solo camina en círculos en torno a mí, observándome con la mirada crítica que solía dirigirle a mi grupo de novatos cuando iniciaba la Fase II, buscando aquellos que no estuviesen a la altura de optar a convertirse en Agentes.

Siempre odié esa mirada, pero necesitará más que eso para instigarme, así que solo me mantengo de cara a las gradas, hacia donde está orientada la silla, aunque el entrenamiento y las costumbres me hacen seguirlo con los ojos cuando aparece en mi campo visual.

—Todavía me pregunto cómo sigues con vida —expresa con afincada confusión, apareciendo a la izquierda de mi área de visión —. Es impresionante sobrevivir a una bala a través del pecho —lo es, vaya que lo es, pero lo último que sentí fue temor por morir; no lo sé, tal vez sabía que mi hora no había llegado todavía —. Todos los Agentes Beta te consideran una especie de ídolo; ¿qué pensarían si te vieran durante los entrenamientos? La Gran Alfa, derrotada por su propio Comandante.

—Pensarían que tienes más experiencia que yo.

No me afectan demasiado sus palabras, nunca me he considerado mejor que ninguno de los Beta de los que, ciertamente, me he ganado la admiración, tampoco me afecta saber que puedo ser derrotada, porque a pesar de mi destreza soy más que consciente que hay muchas personas mucho más expertas que yo en combate. Antes bien, tiene razón en que no quisiera decepcionarlos.

—Al igual que la mitad de los chupa-sangre que hay allá afuera. —replica él, no contesto.

Se detiene frente a mí, cruzado de brazos y me mira a los ojos, yo le devuelvo la intención, procurando imperturbabilidad.

» ¡Vamos, Clark! —suelta de pronto, extendiendo los brazos a los lados — ¿No estás cansada ya de todo esto? ¡Venga, demuéstrame que eres una verdadera Alfa de una vez por todas!

Sus brazos abiertos son la invitación que, hace un tiempo, no hubiese dudado ni un instante en aceptar: a arrojarme contra él. Ahora, sé que no ganaría nada con eso. No le demostraría nada, porque él me conoce, fue él quien me enseñó todo lo que sé, así que sabe lo que haré y cómo usar mis propios movimientos para derrotarme fácilmente.

Es un anzuelo. Pero yo ya no soy una simple pececilla que irá por él solo porque luce tentador e inofensivo. De manera que me quedo viéndole a los ojos, cafés, y por primera vez me percato de lo mucho que se parecen a los de Rita, reclinándome en la silla, una insinuación de sonrisa asomando en mi rostro, burlándome del anzuelo que no será picado.